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Mensaje del 25 de Agosto de 2012

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MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA REINA DE LA PAZ

DEL 25 DE AGOSTO DE 2012, MEDJUGORJE, BOSNIA HERZEGOVINA

Y REFLEXIÓN DEL P. FRANCISCO A. VERAR

"¡Queridos hijos! También hoy, con la esperanza en el corazón, oro por ustedes y agradezco al Altísimo por cada uno de ustedes que viven mis mensajes con el corazón. Agradezcan al amor de Dios porque puedo amar y guiar a cada uno de ustedes por medio de mi Corazón Inmaculado, y también hacia la conversión. Abran sus corazones y decídanse por la santidad, y la esperanza hará nacer la alegría en sus corazones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

1. La esperanza del Corazón Inmaculado de María.

El pasado mes de junio se cumplieron 31 años de las apariciones diarias de la Virgen María en Medjugorje. Medjugorje, después de Pentecostés, pudiera ser —en modo extraordinario—, la más grande intervención de Dios en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Recuérdese que el mensaje más importante de Medjugorje, es siempre el de la aparición diaria, toda vez que los videntes afirman ver a la Madre de Dios del mismo modo que ven a las demás personas. Es decir, en tres dimensiones. La pueden hasta tocar. Y al respecto hay que precisar, que de los 6 videntes que desde el inicio veían a la Virgen todos los días, todavía tres siguen teniendo la aparición diaria: Marija, que se encuentra en este momento en Medjugorje; Vicka, que reside cerca de Medjugorje y que actualmente padece algunos quebrantos de salud e Iván que durante este verano visita varias parroquias de Italia donde ha sido invitado. Mirjana, por su parte, tiene la aparición anual cada 18 de marzo y el día 2 de cada mes tiene una aparición especial en la Cruz Azul de Medjugorje para "orar por quienes no experimentan el amor de Dios en su vida". La vidente Ivanka tiene la aparición cada año el 25 de junio, aniversario de la primera aparición y Fiesta de María Reina de la Paz. Jakov tiene su aparición anual el 25 de diciembre. A estos tres últimos, la Virgen les ha prometido que tendrán el don de verla una vez al año hasta el fin de sus vidas en la tierra. Y por lo mismo, se podría esperar que aún cuando terminen las apariciones diarias pudiéramos tener  unas aún 6 apariciones anuales mientras los videntes estén con vida.

También hay que recordar que la comisión nombrada por el Papa para evaluar y estudiar el fenómeno de las apariciones terminó su trabajo, y es muy probable, que pronto la Santa Sede diga algo al respecto.

En Hispanoamérica, por otro lado,  estamos preparando el II Congreso Iberoamericano de los Centros, Grupos de Oración y organizaciones vinculadas a Medjugorje, que el próximo año ―como se acordó en el pasado Congreso en Medjugorje―, se desarrollará en la ciudad de Panamá del 31 de enero al 3 de febrero, y contará con la participación de la Fundación que representa al Santuario para Iberoamérica, el P. Danko Perutina, el P. Manuel Hernández y un servidor. Están invitados a participar de este Congreso delegaciones de todos los países de habla hispana del hemisferio occidental.

El mes de agosto en Medjugorje reviste una peculiar importancia porque anualmente se celebra un multitudinario encuentro internacional de jóvenes. Considérese también que es un mes cargado de fechas marianas significativas: el 2 de agosto se celebra el día del Perdón de Asís y la Fiesta de la Virgen de los Ángeles, patrona de los Franciscanos; el 5 de agosto la Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, día, además, que según el testimonio de los videntes, la Virgen reveló que era el día real de su nacimiento ―sin que por ello se tenga que dejar de celebrar la fiesta el 8 de septiembre; el 15 de agosto la Solemnidad de su Asunción y el 22 la Fiesta de María Reina. Probablemente, este marco festivo  ―aunado a una multitud incontable de peregrinos que llegan a Medjugorje para este mes— motivó a la Gospa ha decir en el mensaje: "¡Queridos hijos! también hoy, con la esperanza en el corazón, oro por ustedes y agradezco al Altísimo por cada uno de ustedes que viven mis mensajes con el corazón." Obsérvese, que en el mensaje la Madre de Dios expresa en primer lugar, la esperanza que tiene Su Corazón Inmaculado, de que sus hijos respondan a su invitación, y por lo mismo: ora y agradece al Altísimo. En el fondo, además de manifestar su satisfacción por la acogida que se le da a sus mensajes, también insiste en que se tome en serio lo que pide. Por lo que se debe aclarar, que la Madre no pide nada que escape las fuerzas de ningún ser humano. Piénsese por el contrario, que a través de sus llamadas quiere renovar al mundo, "y preparar a Dios un pueblo bien dispuesto" Lc 1: 16,17 para los acontecimientos futuros que ha anunciado. Por lo tanto, quien cree y acepta los mensajes de Medjugorje está invitado a colaborar  con María "con el corazón" y poner en práctica lo que pide. Y cuando la Virgen dice que se vivan sus mensajes "con el corazón" es lo mismo que decir: con entusiasmo, con ánimo, con interés, con prioridad, con atención, con devoción, con recogimiento, con dedicación…y en fin, con el fuego del Espíritu Santo. 2. El mes del agradecimiento Recuérdese que los mensajes del 25 de cada mes tienen como peculiaridad, que la Madre propone a sus hijos vivir una tarea prioritaria por 30 días. De lo cual se concluye, que durante este mes espera que sus hijos "con el corazón": agradezcan de continuo, al amor de Dios, toda vez que le permite aparecerse todos los días y, de esta manera: guiar y manifestar Su amor al pueblo de Dios. Y, ¿cómo se vive esta singular llamada? Para responder a esta nueva invitación, es obvio que se debe tomar conciencia de lo que significa el Don de la aparición cotidiana de María en la Iglesia. Probablemente, haya sectores en el Cuerpo de Cristo —no obstante los innumerables signos favorables que se dan en Medjugorje— que no aceptan el testimonio de los videntes.  Pero no se debe esperar que los católicos que han oído hablar de Medjugorje crean en ella para comenzar a vivir los mensajes. Además, se podría especificar, que aún cuando la Iglesia reconozca el fenómeno, probablemente, la mayoría de los católicos no se abrirán a él, como de hecho ocurrió con Lourdes y Fátima. Entonces, la vía para aceptar y vivir Medjugorje debe ser otra, la de cada cual debe tener su propia experiencia de María y sentir que Ella personalmente lo invita a vivir sus mensajes. He ahí porque la Madre repite: "abran el corazón".

Medjugorje, sin lugar a dudas, es unos de los signos eclesiales de los tiempos actuales, el Signo de María, la Reina de los Profetas. Es una invitación a la conversión, a la santidad y a la paz. Y la Madre quiere que este mes se le agradezca al amor de Dios por estar con nosotros manifestándonos su amor y guiándonos. ¿Cómo responder a esta invitación?

Una forma práctica puede ser, que cada vez que se rece el rosario se agregue este mes a las intenciones el siguiente propósito: "Señor, te ofrezco (o te ofrecemos) este rosario por el don de la presencia extraordinaria de María en la Iglesia, por sus apariciones diarias en Medjugorje". Lo mismo se puede hacer en los días de ayuno. Recuérdese que en Medjugorje la Virgen ha enseñado ayunar a pan y agua dos veces a la semana los días miércoles y viernes, y ha enseñado ayunar también "como agradecimiento a Dios por el don de estar apareciendo". Además, durante este mes, quienes rezan las Laudes y Vísperas pueden incluir en la preces el agradeciendo a Dios por el don extraordinario de María en la Iglesia. Lo mismo durante la adoración al Santísimo y en el grupo de oración. Y de esta manera, la Virgen nos educa a vivir agradecidos a Dios por los dones que de Él recibimos. Como se aprecia, Medjugorje es una escuela de fe. Cuando se responde a las llamadas de la Virgen siempre se aprende algo. No hay nadie en la tierra que por mucho que haya estudiado en su campo, no tenga que aprender siempre algo nuevo. En esa misma línea van los mensajes de María: son una pedagogía materna hacia la santidad. Pero no basta escucharla. Hay que responder a la invitación.

 

3. Abrir el corazón. En los últimos mensajes la Madre ha insistido en el acto humano de la voluntad de "abrir el corazón". Por lo que alguno podría preguntarse, ¿por qué y cómo hacerlo?

Yo pienso que todo ser humano que tenga uso de razón, en algunos momentos particulares de su existencia, ha tenido que abrirle el corazón a Dios, toda vez que la expresión "abrir el corazón" es lo mismo que creer en Dios, aceptar Su amor incondicional y decidirse por Él, ponerlo en primer lugar en la vida y abandonarse en Él… Pero ténganse en cuenta que este acto de la voluntad humana, es siempre una decisión personal y como vida teologal del cristiano también una respuesta cotidiana e incondicional al amor de Dios. Por eso la Madre lo vuelve a recordar en este mensaje.

Una persona en una peregrinación pudo sentirse motivada a abrirle el corazón a Dios y aceptar Su amor incondicional, pero al llegar a casa pudo dejar de hacerlo. Lo mismo ocurre ante un inminente peligro, ante el diagnóstico de una enfermedad incurable, ante una crisis matrimonial: se busca a Dios y se le abre el corazón, pero cuando pasa el peligro se deja de hacerlo. Y lo que la Madre está diciendo es que eso no debe pasar porque todos debemos ser buenos cristianos y debemos acercarnos a Dios cada día con la disponibilidad interna de escucharlo, amarlo, acogerlo, aceptar su plena voluntad, rendirnos a Su amor infinito, experimentar su paternidad siempre y no frente a las grandes dificultades.

La gente hoy, al parecer, no saca el tiempo debido para hablar con Dios. Veamos un pequeño ejemplo.  La Virgen ha dicho en Medjugorje que "siempre se tenga el rosario en la mano como signo a Satanás que le pertenecemos". No obstante, es difícil encontrar medjugorianos rezando el santo rosario frecuentemente, ya que muchos se contentan con rezarlo una sola vez, a pesar que la Virgen ha dicho que se debe rezar, al menos, tres veces al día. Pareciera que hay más tiempo para el móvil o el celular, la tableta electrónica, para el internet… que para Dios. Y si no se le abre el corazón a Dios las cosas no pueden cambiar. La Virgen nunca dirá, "que el móvil esté siempre en la mano, el facebook, el internet", pero sí ha dicho: "que el rosario esté siempre en su mano como signo a satanás de que ustedes me pertenecen". También ha dicho muchas veces: "oren, oren, oren… y nunca se cansen de orar"  

Por lo tanto, la Madre quiere que sus hijos cotidianamente  ―como frente a las circunstancias especiales de la vida―, se coloquen delante de Dios y le "abran el corazón." Ella sabe, como Madre de la Iglesia, mejor que nadie, que la relación de muchos cristianos con el Creador en lugar de ser fervorosa y plena es superficial, fría y rutinaria. Por no hablar de enfriamiento de la fe o de "noche oscura". El Catecismo de la Iglesia Católica menciona cuatro tentaciones de cara a la relación con Dios: la distracción, la sequedad, la falta de fe y la acedia (pereza espiritual o relajamiento en la ascesis) cf. Nn.2729-2733. Por consiguiente, la llamada de la Madre es más que oportuna: si no se abre el corazón a Dios no habrá ánimo para lo demás. Por lo cual, cada día hay que decidirse por Dios abriéndole el corazón.

4. Decidirse por la santidad. La última parte del mensaje es también imperativa, toda vez que muchos cristianos creen en Dios pero no se han decidido por vivir Su santidad. Decidirse por la santidad es cambiar de vida, es poner a Dios siempre en el primer lugar. Y para poder lograrlo hay que tomar en serio la conversión. En el fondo, vivir la conversión como se debe es lo mismo que decidirse por la santidad. La santidad más que una respuesta a cosas prácticas de la vida es tener el corazón abierto a Dios, a Su amor. Y la oración facilita las cosas. Los santos lo entendieron. 

Para comenzar a vivir la santidad bastaría una reflexión profunda sobre lo hermoso que es para Dios adornar Su Iglesia y vivir cada día colmado de Su amor. En realidad, la santidad conlleva el ejercicio diario de la virtud, pero sobre todo, se trata de vivir cada día en el amor pleno de Dios. Quienes no se deciden por la santidad no se deciden por vivir en el amor de Dios, porque la santidad es la perfección del amor. Cuando Jesús dijo que el Reino de los Cielos en un tesoro escondido o una perla de gran valor, hablaba del amor en plenitud que se puede vivir cuando se le abre el corazón a Dios. El hombre fácilmente hoy abre el corazón a las cosas del mundo pero le cuesta abrírselo a Dios. Y la Virgen quiere cambiar las cosas.

Ayudemos entonces a la "Gospa" ayudándonos a nosotros mismos. No hay nada en el mundo que pueda llenar el corazón del hombre de felicidad como Dios sólo lo puede hacer. Sólo quien es capaz de ponerse delante de Dios cada día puede experimentar eso. Pero aún la gente insiste en buscar la plenitud de alegría en los vicios, en las relaciones sentimentales, en el dinero…

Es triste, que ante tantos mensajes que ha dado la Virgen en todos estos años, todavía mucha gente no experimenta lo que la Madre dice, y la lectura mensual de sus mensajes no pasa en quedar en meditaciones piadosas.

María quiere acabar con todo eso y hay que darle una oportunidad. Mahatma Gandhi dijo: "Me gusta tu Cristo… Sin embrago no me gustan tus Cristianos. Tus cristianos son tan diferentes a tu Cristo." ¿Qué dijera de ti Gandhi si te conociera en vida?

 

Oremos:

―Oh María, yo te doy gracias por tu presencia en Medjugorje. Tú vienes del Cielo a la tierra todos  los días por mí. Me quieres ayudar. Ayúdame a corresponder. Tú sabes que he llevado una vida muy disipada y por eso mismo me cuesta decidirme por la santidad. ¡Gracias por que tus palabras hoy me hacen reflexionar! Sé que puedo cambiar, que puedo ser otro. Hoy Tu me haces ver que es posible. Todo depende de mi decisión personal por la santidad. Hoy me has hecho ver, de una manera muy clara, que puedo ser santo. Y me has revelado la fórmula: "abrir cada día el corazón a Dios y decidirse por la santidad". Sé que no basta rezar el rosario, ayunar, ir a Misa, confesarse, participar en algún grupo de oración… ¡Hay que ser santo! Tú quieres corazones que crean en el amor y que puedan ser luz para los demás. María aquí tienes mi corazón. Llénalo Tú con Tu amor.

―Yo quiero tenerte como una Madre que me guía y me conduce, paso a paso, por el camino de la santidad. Por eso te abro mi corazón.

―Ahora me coloco delante de Tu Hijo Jesús, que es el Rey de Reyes, el Señor de Señores. Visita Jesús mi corazón, ven ya a mi corazón. Te necesito Jesús más que nunca. Si he cometido muchos errores en mi vida hoy quiero experimentar Tu amor y la sanación de mi corazón y pedirte de corazón perdón por todo lo malo que he hecho. Sé que me puedes sanar. Sana las heridas más profundas que llevo en mi corazón. Dame un corazón nuevo lleno de amor, de paz y de luz. Tu amor todo lo sana, todo lo alcanza, todo lo puede. Ahora me coloco delante de Ti para que me sanes y me des Tu amor.

―Yo sé Jesús que jamás desatiendes las rodillas que se doblan en tu presencia. Por eso me humillo delante de Ti y te imploro que me toques, que me unjas con tu Espíritu y me des un corazón puro lleno de amor y paz. ¡Jesús creo en Ti!, ¡Jesús confío en Ti! Hoy quiero renacer espiritualmente en Ti. Ven Jesús y llena mi corazón de Tu amor y de Tu paz.

―Permanezco en silencio delante de Ti para escuchar tu dulce voz y experimentar tu amor en profundidad.

―Ven Jesús y mora en mi corazón, te necesito.

―Es en este momento cuando puedo abrirte de par en par las puertas de mi corazón…..

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