27 de abril de 2015

VÍDEO Y COMENTARIO DEL PADRE FRANCISCO VERAR AL MENSAJE DEL DÍA 25 DE ABRIL:

Mensaje de la Virgen María desde Medjugorje del 25 de abril de 2015
y reflexión del P. Francisco Ángel Verar Hernández.

“Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes para guiarlos hacia la salvación. Su alma está inquieta porque el espíritu está débil y cansado de todas las cosas terrenas. Ustedes, hijitos, pídanle al Espíritu Santo que Él los transfigure y los llene con su fuerza de fe y de esperanza, a fin de que estén firmes en esta lucha contra el mal. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

La Santísima Virgen María comienza su mensaje de este mes, recordándonos la razón de su visita a la Tierra: guiarnos a la salvación; entiéndase la salvación del alma, toda vez que “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” 1Tm 2:4. Entonces, la Virgen está aun con nosotros por esta razón: la salvación del alma, de la vida del ser humano. La Virgen como Madre está preocupada del destino final de sus hijos, porque muchos hoy han tomado el camino equivocado, de la ruina, de la perdición. ¡Entonces, viene por todos! Todo hombre y mujer es realmente hijo de María, y todo hombre y mujer tiene derecho a la salvación; la Virgen lo recuerda. Entonces, queda: ¡abrirle el corazón a Ella!, porque si no se le abre el corazón no nos puede ayudar como desea. Por lo cual, la mejor manera de responder a este mensaje es aceptar a María como Madre y Guía. Y esto resulta todo un desafío. Porque hoy muchos, en lugar de seguir a la Virgen, elijen el pecado y el mundo sin Dios; también el materialismo, incluso el mismo mal desenfrenado. Por lo que la Virgen nos brinda una oportunidad de oro para empezar una vida nueva: sin ataduras, sin cadenas, sin amarras; toda vez que Ella quiere que seamos libres del mundo y del pecado.

También, quienes sienten la vocación a la vida consagrada en plenitud, deben pensar en eso. Porque una forma de vida concreta para salvar almas, lo es la vida consagrada en el celibato. Recuérdese que Jesús instituyó diversos estados de vida: el ministerio sacerdotal, el matrimonio y la vida consagrada en plenitud: ser todo de Dios por amor al Reino de los cielos. El estado de vida que Jesús eligió para Redimirnos y que hoy, a cusa del espíritu del mundo, es subestimado. Entonces, la Madre quiere que pensemos en la salvación de las almas y que hagamos algo por ellas; como Ella actualmente lo hace con sus mensajes y con sus oraciones.

La segunda parte del mensaje dice: “Su alma está inquieta porque el espíritu está débil y cansado de todas las cosas terrenas.” Esta parte del mensaje no puede ser más atinada frente a la realidad en la que muchos se encuentran, de cara al espíritu mundano. Dice el Apóstol Pablo en su epístola a los Gálatas: “No se dejen engañar; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: el que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna “ Gal 6:7-8. Por lo cual, todo depende de cómo uno viva su vida. Pero recuérdese que la Madre ha dicho cómo se debe vivir: ha dicho innumerables veces: “Oren, oren, oren…” Pero la gente ha entendido: “trabajen, trabajen, trabajen…”, porque el énfasis de muchos no está en aumentar la vida de oración sino las horas de trabajo trabajo, quizá para hacer más dinero o vivir mejor materialmente. Pero adviértase, que ¡la Madre no quiere que no se trabaje sino que se ore más y se trabaje menos! Pero la gente vive al revés. Esta es la razón del porqué entonces el alma queda inquieta, turbia, en desasosiego. Hay gente que está satisfecha en darle a Dios lo mínimo: una hora de adoración a la semana, rezar una parte del rosario cada día, confesión mensual, lectura bíblica diaria y basta. Eso es ser mezquino con la Virgen y con Dios. De esa manera Jesús no puede ocupar el primer lugar en el corazón, como ha dicho la Virgen. Por que la Madre quiere que se ore más. Quizá habrá que reducir las horas del uso del internet, las noticias, deporte, diversión… Un día dijo la Virgen: “Lo que pueda venir para el mundo depende de ustedes” Recuérdese que los hombres ya han preparado diversos castigos con sus pecados, y la Madre quiere modificar las cosas invitándonos a la oración y al ayuno por la conversión de las almas. Por lo tanto, hay que pensar en ser generosos con la Virgen y generosos con las almas que se están perdiendo. Entonces la Virgen nos llama primero a ordenar la propia casa para luego ayudar a ordenar la casa de los demás. Por eso dice: “Su alma está inquieta porque el espíritu está débil y cansado de todas las cosas terrenas”. Es una manera de decir: “no sigan así, pongan orden en ustedes para que ayuden a otros; la vida en plenitud no está en las cosas terrenas” Entonces, se trata de reordenar la vida desde el Cielo y no desde la Tierra, como Jesús vivió. Esto no es evasión ni fanatismo. Los que evaden a Dios son quienes están apegados a las cosas terrenas y los fanáticos del mundo son lo que no pueden vivir sin él. La Virgen no ha dicho conságrense al mundo, al dinero… sino “conságrense al Corazón de mi Hijo y a mi Inmaculado Corazón”. Ha dicho muchas veces: “Queridos hijos: todo lo que el mundo les ofrece en pasajero” Por lo que queda pensar más en el Cielo, en lo imperecedero, en la Vida Eterna…

Luego la Madre dice: “Ustedes, hijitos, pídanle al Espíritu Santo que Él los transfigure y los llene con su fuerza de fe y de esperanza, a fin de que estén firmes en esta lucha contra el mal.” Esta parte del mensaje comienza diciendo: “Ustedes, hijitos” Es una forma de decir, ” no pertenecen al montón, si bien están en el mundo, no son del mundo. Son mis hijos, los he llamado para que cooperen conmigo, para que salven almas”. “Ustedes hijitos, pídanle al Espíritu Santo que Él los transfigure y los llene con su fuerza de fe y de esperanza, a fin de que estén firmes en esta lucha contra el mal.” O sea, que quienes son de María, deben comenzar a orar al Espíritu Santo en este Tiempo de Pascua en preparación a la Solemnidad de Pentecostés. La Virgen siempre adapta sus mensajes al tiempo litúrgico que vive la Iglesia. Hora es tiempo de oración al Espíritu Santo para que transfigure el corazón. Eso quiere decir que solo el Espíritu Santo puede cambiar las cosas interiormente. Él tiene el poder de darle vueltas al ser humano, de hacerlo renacer, de hacerlo cambiar, de transfigurar su vida… como también le ocurrió a Jesús en Su Bautismo y en el Monte Tabor. En el Monte Tabor Jesús cambió de aspecto por el poder del Espíritu Santo. Entonces, hay que comenzar a orar al Espíritu Santo para que Él cambie el corazón y opte por Jesús. También hay que aprender de la misma Virgen. La Virgen fue la primera carismática, Ella vivió el Pentecostés de los discípulos en forma anticipada en Nazaret, en la Encarnación de Su Hijo y ahora nos pide lo mismo: que encarnemos místicamente a Jesús en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo. Porque por medio del Espíritu Santo, ha dicho María, se puede estar firme contra el mal, contra Satanás y sus engaños, y los engaños del mundo. Luego, hay que orar al Espíritu Santo. ¡Ven Espíritu Santo! ¡Ven por María!

 

 

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