26 de julio de 2010

El mensaje de este mes se puede dividir en cuatro partes.

1º La Madre invita a sus hijos a seguirla con alegría. Esta invitación no es nueva. Como tampoco es nuevo el don de la presencia extraordinaria de María en Medjugorje. Gracias a Dios, en la mayoría de los países de tradición católica, los mensajes de la Virgen, cada mes, circulan masivamente. Sin embargo, no siempre quienes los leen, los acogen… los viven con alegría. Quizá por eso la Madre de nuevo, invita a todos sus hijos a seguirla alegremente; no por deber u obligación. Sino con alegría. Entonces, cabría la pregunta: ¿Qué puede significar seguir a la Virgen alegremente?

Se responde, ante todo: que hay que acogerla como Madre y Maestra. Recuérdese que dentro de los planes de Dios para la humanidad, por medio de la Virgen María, no sólo estaba que fuera la Madre del Salvador, sino también la Madre de toda la Iglesia y de toda la humanidad. Es el sentido que tienen las palabras que Nuestro Señor en la Cruz le dirigió al Apóstol Juan: ” Hijo, ahí tienes a tu Madre”. Como es evidente, fue esta la única vez que Jesús se dirigió a un discípulo suyo llamándolo “hijo”, y era para enfatizar la relación que, desde ese momento, desempeñaría Juan con María. Es decir: Jesús le hizo ver al “discípulo amado” que a partir de entonces, los dos tendrían una misma Madre. Y el evangelio además agrega: “que desde aquel momento, el discípulo la acogió entre sus bienes”. Es decir, entre los bienes espirituales —del testamento de amor— que Juan había heredado de Jesús. Y es precisamente lo que hay que hacer hoy con María: abrirle, de par en par la puerta del corazón acogerla entre los bienes espirituales que se reciben de Jesús.

Cuando la Madre dice: “¡Queridos hijos!: los invito nuevamente a seguirme con alegría”, está pidiendo que se le admita en el corazón humano para conducir a Jesús. Sólo cuando se le abre la puerta del corazón a la Virgen —sin reservas—, puede eficazmente conducir el alma hacia la santidad. San Luis María Grigniont de Monfort escribió: “María es el camino más fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a Jesús”. Téngase en cuenta que la Virgen es toda una Dama y jamás violaría la intimidad de algún hijo suyo para entrar en él si este primero no le abre el corazón. Se destaca además que el corazón humano es la única puerta que sólo se puede abrir “desde dentro”; es decir, cuando el hombre toma la iniciativa de permitirle entrar a Dios.

La Virgen, entonces, está delante de muchos corazones esperando hacer su morada. Se debe rechazar todo espíritu de miedo, de prejuicios… que impidan acoger a la Madre de Dios en el corazón. María es un gran bien espiritual para todos.

2º. La Madre desea guiar a todos a Jesús el Salvador. La Madre no tiene otro propósito con su venida a la tierra que conquistar el mayor número de almas para Su Hijo. Todo se resume en eso. Dios la ha enviado en estos tiempos para evangelizar. Evangelizar, en síntesis, es conducir las almas a Jesús. Nótese en el mensaje como la Virgen dice: “Deseo guiarlos a todos a mi Hijo y a vuestro Salvador.” La Madre quiere que todos los corazones le pertenezcan a Cristo y por lo mismo continúa apareciéndose todos los días en Medjugorje. Jesús es el “gran mensaje” que la Virgen trae al mundo y espera que definitivamente reine en el corazón de todos. Por eso en sus mensajes frecuentemente invita a colocarlo a Él en el primer lugar del corazón. Y recuérdese que quien acoge a Jesús como Salvador y lo coloca en el centro de su corazón vive en plenitud los mensajes de Medjugorje. Una vez dijo la Virgen hablando de la Adoración al Santísimo: “Queridos: hijos los invito a que se enamoren de Jesús sacramentado.” Jesús pues, el centro del mensaje de Medjugorje.

3º. La Madre advierte la falta de conciencia de cuanto Jesús otorga. Recuérdese como en mayo de este año la Virgen mencionó: “Queridos hijos: Dios les ha dado la gracia de vivir y de custodiar todo el bien que hay en ustedes y alrededor de ustedes, y de alentar a otros a ser mejores y más santos, pero Satanás no duerme, y a través del modernismo los desvía y los conduce por su camino. Por eso, hijitos, en el amor hacia mi Corazón Inmaculado, amen a Dios sobre todas las cosas y vivan Sus Mandamientos. Así su vida tendrá sentido y la paz reinará en la Tierra.” Nótese ahora, como en el mensaje de este mes advierte: “No están conscientes de que sin Jesús no tienen alegría, ni paz, ni futuro, ni vida eterna”. En el fondo ambos mensajes son similares. El hombre que se deja arrastrar por el modernismo cayendo en manos de Satanás, es el mismo que pierde la conciencia de todo lo que Jesús ofrece y que inútilmente se espera encontrar en el mundo: alegría, paz, futuro y vida eterna.

4º La Madre invita a todos sus hijos a responder a su llamada con oración y abandono alegres. Quizá es la parte más importante del mensaje, porque es la medicina a la falta de conciencia de cuanto Jesús ofrece. Las vacaciones anuales que muchos realizan en Europa en estos días, de ninguna manera deben alejar el alma de la oración y del abandono en Dios. Considérese, que como ha dicho María: la oración es siempre el mejor descanso para el alma. En este mes, pues, la Madre de nuevo invita a sus hijos a la oración. Y cuantos conocen los mensajes de la Virgen, saben que eso significa: tres partes del santo rosario cada día, la Misa, la lectura cotidiana de la Palabra de Dios, la adoración a Jesús Sacramentado y la participación en algún grupo de oración. Quienes nos reuniremos en Medjugorje en el I Encuentro Iberoamericanos de Guías del Movimiento de la Reina de la Paz, el mensaje es una exhortación a retomar cuanto Ella nos ha estado diciendo a lo largo de estos 29 años, y un nuevo desafío para trabajar con mayor empeño, en la difusión de su espiritualidad en occidente. Seamos constantes en vivir en, primer lugar, cuanto la Madre nos dice. ¡Sea alabado Jesucristo!

P. Francisco A. Vérar

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