7 de septiembre de 2011

"¡Queridos hijos! Hoy os invito a orar y a ayunar por mis intenciones, porque Satanás quiere destruir mi plan. Aquí comencé con esta parroquia y he llamado al mundo entero. Muchos han respondido, sin embargo, es enorme el número de aquellos que no desean escuchar ni aceptar mi invitación. Por eso, vosotros que habéis dicho Sí, sed fuertes y decididos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"

El mensaje de este 25 de mes tiene un matiz algo particular, toda vez que de manera enfática la Madre invita a sus hijos a responder con prontitud a una llamada especial, por lo que se hace necesario recordar, que la razón fundamental del porqué la Virgen María aparece en Medjugorje —desde el 24 de junio de 1981 hasta el presente—, no es otra que la conversión de la humanidad y la reconciliación del mundo entero. Téngase en consideración que el 26 de junio de 1981, mientras sostenía una gran cruz entre sus manos —y lágrimas en sus ojos— mencionó: “He venido aquí porque hay muchos y verdaderos creyentes, deseo estar con ustedes para convertir y reconciliar el mundo entero… Paz, paz, paz, reconcíliense… sólo la paz. Hagan la paz con Dios y entre ustedes mismos. Para eso es necesario creer, orar, ayunar y confesarse.” Ahora bien, han pasado 30 años y dos meses de aquella apremiante llamada y advierte que su plan está a punto de desmoronarse a causa de satanás.
Sería temerario que alguien presagiara las formas posibles de hostilidad con la que el Maligno quiere destruir los proyectos de María; en vista que ni siquiera Ella los precisa. Sin embargo, cabe destacar, que en años pasados utilizó una expresión similar cuando empezaron las guerras del Golfo Pérsico, la de los Balcanes y cuando cayeron las torres de NY. También manifestó expresiones afines al abandonar sus hijos la vivencia de sus mensajes —debido a la influencia del materialismo o al aferro del pecado— o bien, frente a la hostilidad creciente a sus apariciones. No obstante, se subraya, sea cual fuere el ataque del “príncipe de la mentira” Jn 12.31 contémplese que el mismo pasa por la mente de los seres humanos, quienes a fin de cuentas no pocas veces “se ponen en sus manos sin discernir lo que hacen”. Obsérvense al respecto los innumerables datos de la Sagrada Escritura, los pensamientos que pasaron por la mente de Hitler, de los organizadores de los gulags soviéticos, de los terroristas, de los miembros de las sectas satánicas, de quienes legalizan el aborto, de quienes equiparan los matrimonios de los homosexuales a los heterosexuales…por nombrar sólo algunos casos. Pero acótese, que sea cuales fueren las embestidas del demonio, la Madre ha enfatizado que con la vivencia de sus mensajes se puede desarmar.

De cara a este nuevo mensaje no hay cabida entonces para cruzarse de brazos y permanecer indiferentes, sino que por el contrario, se debe considerar que es hora de doblar rodillas, orar y volver a la práctica del ayuno.

A dicho tenor, reflexiónese que Ella ha indicado que la mejor forma de ayunar es a “pan y agua.” Y de esta manera se recuerda una antigua práctica bíblica que estuvo en boga por siglos en la Iglesia; particularmente, los miércoles y los viernes. El primero se hacía por los pecadores, en vista que la traición de Judas se recordaba ese día, y el segundo se asociaba a la Pasión de Cristo. Se evidencia entonces, que la Madre ha dicho que el ayuno “puede prevenir las guerras y si estas han empezado hacer que cesen.” Que “el ayuno puede detener hasta las calamidades naturales.” Y aún: “que cualquiera gracia que se le pida a Dios, como la curación de un enfermo o la conversión de alguno, es necesario acompañar la oración con el ayuno.” Y puntualiza que “sólo los enfermos están dispensados del mismo”. Por otro lado enfatiza: “el ayuno es necesario para poder orar con el corazón.” Y obsérvese, también, como indica este mes, que el ayuno es necesario para desarmar a satanás.

Cada cual, entonces, organiza sus días de ayuno como pueda y según las circunstancias lo permitan. Pero no se olvide que la Madre no habla de abstinencia o penitencia en general sino de ayuno, y que por lo mismo está invitando a sus hijos a la privación prolongada de las habituales bebidas y comidas.

Muchos preguntan ¿Cómo ayunar? Por lo que la Madre precisa: “el mejor ayuno es a base de pan y agua todo el día” ¡Pero adviértase que no es la única forma de ayunar! Pero el ayuno que propone la Virgen comienza después de la cena del martes o del jueves y se prolonga hasta el desayuno del jueves o del sábado. Nótese que en español la palabra “des-ayuno” está compuesta del prefijo latino “des-” que expresa negación y significa “salir de” o “terminar de”, y la palabra “ayuno” del latín “ieiunum” que quiere decir “vacío”. De lo cual se observa que la palabra desayuno significa textualmente: quitarse lo vacío del estómago.

La Virgen ha dicho que sólo “los enfermos están dispensados del ayuno” lo cual para muchos podría sentirse exagerado. Pero también podría verse exagerado el ayuno de Jesús en el desierto 40 días, porque ni siquiera quiso tomar pan o agua: También pueden verse exagerados los ayunos de san Francisco de Asís y de santa Clara quienes hacían tres cuaresmas a pan y agua cada año, fuera del ayuno de los miércoles y de los viernes —¡y adviértase además, que santa Clara agregaba además el ayuno de los lunes! Todo puede verse exagerado, sin embargo, para quienes ayunaban por amor y la conversión de las almas era un medio de santificación y de intercesión eficaz por la humanidad. Quizá los “exagerados” hoy sean los cristianos que han dejado de ayunar y hacer penitencia por considerar que la comida, la diversión, los placeres son más importantes que el sacrificio por el bien de las almas. No se olvide entonces, que la Madre dice hoy en Medjugorje: “Hoy los invito a orar y a ayunar por mis intenciones, porque satanás quiere destruir mi plan”.

Sobre la oración acompañada de los ayunos se puede pensar en las vigilas ante el santísimo, las 40 horas de adoración, Horas Santas, rezar cada día las tres partes del santo rosario, la Liturgia de las Horas e incluir en las preces del Oficio y de las eucaristías pedir por las intenciones de la Virgen María en Medjugorje. Se recuerda que para la Madre este tiempo predominantemente, es un tiempo de oración. Nadie sabe lo que pueda venir para el mundo si desatendemos las exhortaciones de María, sin embargo todo hijo suyo sabe que todos los males se pueden detener con la oración y el ayuno. Recuérdese que cuando comiencen a verificarse los “secretos” que la Virgen ha anunciado será demasiado tarde. Recuérdese que es ahora de ayudar a la Gospa.

María inició un plan en Fátima que debe concluirse en Medjugorje. Y obsérvese, que cuando terminan los “secretos” del Santuario Portugués comienzan entonces los del Santuario Bosnio-croata. Y en esto todos los cristianos católicos que conocemos el mensaje somos responsables de lo que se avecina para el mundo.

Recientemente Iván Dragicevic —uno de los videntes de Medjugorje que aún tiene las apariciones diarias— mencionó en una entrevista: “un día cuando las cosas serán reveladas, se comprenderá [todo], se les abrirán los ojos. Cuando sucedan los cambios físicos que ocurrirán en el mundo, comprenderemos porqué Ella venía todos los días. El tiempo que tenemos por delante es de suma responsabilidad. Cada cual es responsable. Cada familia es responsable. Debemos guiar nuestras familias espiritualmente y fundamentar nuestra vida en el Evangelio, poner en práctica lo que el Evangelio enseña. Este es el mensaje de estos 30 años. No es una novedad, lo sabemos de la Iglesia. Pero nosotros no lo vivimos. La Virgen nos invita a ser responsables.” (cf.www.temponuovo.net)

Se recuerda entonces, que la Madre solicita urgentemente la intervención de los que han dicho “SI” para derrocar las huestes de satanás, toda vez que él quiere las guerras, quiere destruir el plan de María y de Jesús, y quiere arrancar la fe de los hijos de Dios. Téngase en cuenta, que el más grande “secreto” ya ha sido revelado por María en Medjugorje: satanás puede ser vencido por medio de la “oración y del ayuno.”

Este mes, tenemos el encargo de “orar y ayunar” por las intenciones de la Madre. Cada cual debe preguntarse cómo responder y de hacerlo con la responsabilidad de “salvar” el plan de María. No hay tiempo que perder. El Maligno como León rugiente busca a quien devorar (cf. 1 Pe 5:8) y la Madre por su parte, quiere arrastrar su cola y la de todas sus huestes, hasta los niveles más bajos del infierno. Y para lograrlo necesita nuestras oraciones, sacrificios y ayunos.

No quiere cristianos light, “bajos en calorías” espirituales, cómodos, materialistas… Ya que esos no producen frutos de santidad; nunca los han producido en la historia de la Iglesia. La Madre, por el contrario, requiere de personas “firmes y decididas”, que estén dispuestas a renunciar a sus placeres hedonistas y a inmolarse espiritualmente por la salvación de las almas.

Suficientes signos, suficientes llamadas, demasiados frutos en Medjugorje que confirman la autenticidad de las apariciones de la Inmaculada Auxiliadora. Medjugorje es el pulmón más espiritual del mundo en estos momentos y aún una gran masa permanece indiferente. ¡Qué pena para María!

No hay que esperar que los demás comiencen a orar y ayunar. Pregúntate tu ahora se lo estás haciendo como se debe, como tu Madre te lo pide; por sus intenciones y el futuro del mundo. ¡Es hora de despertar y de responder como verdaderos creyentes! Hay que dejar a un lado tantas recreaciones inútiles, deportes excesivos y fanáticos, navegaciones prolongadas por la internet, tiempo perdido en las redes sociales, en los chats, en la televisión, en diversiones nocturnas… y tomar, ininterrumpidamente, la corona del santo Rosario. Recuérdese que hay que salvar el proyecto de María. Y por lo mismo, también hay que saber renunciar a los proyectos personales para volver a la práctica semanal del ayuno, dos veces a la semana a pan y agua.

Oremos:

Oh Madre, queremos ayudarte en este siclo particular de la historia de la humanidad. Yo soy responsable de tu proyecto de paz para el mundo y de la conversión de muchas almas. Por eso te ofrezco mi corazón: para ayudarte a derrotar a satanás, príncipe de la mentira.

Madre de Dios y Madre mía: ayúdame a decir “SI”. Tu Corazón Inmaculado me necesita, Hazme entender que puedo colaborar contigo por medio de mis ayunos, sacrificios y oraciones continuas.

María, te entrego una vez más mis disposiciones espirituales para continuar ayunando con el corazón.

Tu Madre has dicho que quienes no pueden ayunar por enfermedad pueden sustituir el ayuno con las obras de misericordia hacia los pobres. Por ellos también te ofrezco mis renuncias de comer y beber.

Gracias María por invitarme a colaborar contigo por el bien de los demás: sé que Tú me necesitas y no quiero defraudarte. Por eso renuncio al miedo, a toda forma de desánimo, a la acedia, y a la negligencia espiritual y a cualquier forma de esclavitud vinculada a la dependencia de los vicios y a las comidas y bebidas. Quiero ser libre para siempre del apetito desordenado y al consumo de sustancias tóxicas. María hazme dócil a tus inspiraciones, quiero colaborar contigo, quiero ayudarte, por eso te ofrezco este mes mis ayunos y sacrificios de los miércoles y viernes, y todas mis oraciones: para que tus proyectos se puedan realizar y satanás pueda ser vencido.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

P. Francisco A. Verar
 

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