En la mañana de hoy en Costa Rica y a poco del comienzo del Congreso Iberoamericano, fray Danko Perutina se ha reunido con los coordinadores nacionales de Iberoamérica y el Patronato de la Fundación Centro Medjugorje.

En un clima distendido, fray Danko se mostró muy agradecido por el trabajo que se viene haciendo en los países de habla hispana para difundir el mensaje de la Reina de la Paz y agradeció tanto a los coordinadores, como así también al presidente de la FCM, Oriol Vives, y a su vicepresidente, Miguel Onieva, a la secretaria, Cristina Manso y a la patrona Filka Mihalj.

Aprovechó la ocasión para recordarles cual es el objetivo de la Fundación: “Qué el mensaje se difundiera por todos los países de habla hispana”, recordando también como fue la necesidad de que se fundara y los inicios de la misma.

Cabe destacar algunas frases que el mismo fray Danko les dijo a los presentes: “El objetivo es que la Virgen conquiste el corazón de América. Medjugorje es modelo de la nueva evangelización, y la Palabra de Dios se difunde de rodillas, con el rosario en la mano, con humildad”.

Elogió a María Eugenia García como presidente de la Directiva Internacional de la Fundación, al P. Inocencio Llamas, que es incansable y va viajando de país en país difundiendo el mensaje de Medjugorje y a los responsables de todas las comisiones.

Resaltó la labor de todos en este sentido, y muy especialmente la de aquellos que difunden los mensajes de la Virgen y nunca han estado en Medjugorje. Y agregó que en la reunión que estaban llevando a cabo no estaban sentados los más inteligentes, pero si los más valientes. “En muchos de nosotros humea el amor por las cosas espirituales, pero tenemos que arder, hay que arder y contagiarlo a los demás. No agotarnos espiritualmente, sino que debemos arder.

Fray Danko volvió a decir una vez más: “Como ama al pueblo Latinoamericano y a España la Virgen. Es un árbol que no para de dar frutos. El mayor ejemplo fue el Congreso Virtual que se celebró en Medjugorje”.

Los coordinadores de los países latinoamericanos, por su parte, le expresaron a fray Danko su gran deseo de que los franciscanos fueran a visitar sus países una vez al año. Porque después de las experiencias de la visita de fray Marinko Šakota a Colombia y de fray Francesco Ricci a México vieron cuanto bien, cuanta unidad, cuanta comunión entre todos Dios les había dado.

Sobre el final de la reunión animó a todos los presentes a que después de los congresos internacionales, al volver a sus países, organizaran un encuentro de uno o dos días en el que transmitieran la información recibida y la experiencia vivida a todos los que difunden el mensaje de la Virgen, y uso una imagen que habla por sí sola: “tenemos que ser como esa pequeña piedra que se tira al agua y produce muchísimas ondas, esas ondas expansivas, nosotros tenemos que ser así”.

 

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