Un grupo formado por 64 monjas pertenecientes a la Iglesia greco-católica, miembros de catorce órdenes diferentes de Ucrania, visitaron Medjugorje por vez primera en una estancia que se extendió desde el día 10 hasta el 15 de marzo de 2012. El Padre Petro Kobalj es el organizador de dicha peregrinación y participa habitualmente en el Seminario para sacerdotes que se organiza en Medjugorje todos los veranos. “Estas monjas deseaban venir a Medjugorje y así poder dar testimonio de este lugar en Ucrania, ya que muchas de ellas trabajan en Casas de Misericordia. Querían aprender oraciones y llevarlas así a los conventos donde trabajan y viven. Aquí, en Medjugorje, pudieron comprobar el significado de la Iglesia viva”, declaró el P. Kobalj.
Las Hermanas María, Ljubomira, Tadeja, así como la Hna. Nazarija hablaron sobre su experiencia en Medjugorje. La Hna. Marija es miembro de la Orden de S. José y nos comentó que le resulta casi imposible describir con palabras lo que sintió en dicho lugar: “Creo que fue un milagro lo que me sucedió. Antes de venir a Medjugorje, tenía un enorme dolor en la espalda. Los médicos hicieron cuanto pudieron. Una de las religiosas que vive conmigo me animaba y me decía que todo iba a salir bien, y que tenía que venir a Medjugorje. Le contesté que no podía andar, ni mucho menos viajar. Durante el viaje el dolor fue muy fuerte, pero doy gracias a Dios por haber podido venir a este lugar”. Añadió que experimentó un gran milagro, ya que fue capaz de subir al Monte de la Cruz. La Hna. Ljubomira, de la orden de las Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María, precisó que tienen un grupo de oración gracias a
“Le estoy especialmente agradecida a la Reina de la Paz, cuya presencia sentí profundamente. Ella ha devuelto la paz a mi corazón”, añadió la Hna. Ljubomira.
Medjugorje.
 

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