De entre los participantes del 20º Encuentro Internacional de Organizadores de peregrinaciones, líderes de centros de oración y paz, así como líderes de grupos de caridad relacionados con Medjugorje, celebrado entre los días 3 al 7 de marzo, quisiéramos hacer especial hincapié en la participación de Hubert Lepherr, quien comenzó el Camino de La Paz en 1992 junto con 300 amigos procedentes de todas partes del mundo."He recibido muchas bendiciones desde el cielo a través de Medjugorje. Intento cambiar mi vida cada día aunque sea algo realmente duro. Desde 1987 vengo a Medjugorje y he traído grupos de Alemania del Sur, Stuttgart y Munich. Cada año han sido aproximadamente de 800 a 1000 peregrinos".

Añadió que asistía a estos seminarios desde sus inicios, en 1991, cuando éstos se celebraban en Tucepi (Croacia). "Estos encuentros contribuyen a mejorar nuestra relación con la parroquia y con los franciscanos. Ellos nos destacan puntos que hemos de tener en cuenta a la hora de traer peregrinos, para así enriquecer más nuestras vidas. El mayor regalo que uno puede recibir de Medjugorje es darse cuenta de que Dios y la eternidad existen. Al final, es el cielo quien trae a los peregrinos, ya que los toca primero. Luego nos escuchan, y deciden venir. Cada vez viene más gente, y cada vez que traemos grupos les preguntamos cuántos vienen por primera vez. Siempre son alrededor de un 30/40%, lo que significa que Nuestra Señora no se cansa de buscar nuevos peregrinos que vengan a visitar este lugar".

Tesoro Savino procede de Bari, vino al seminario con su esposa, Patrizia. Su experiencia en Medjugorje comenzó en 1999. "Al principio, mi mujer vino y fue curada de un gran dolor en el corazón que padecía desde hacía años. Su curación me llegó también a mí, ya que no era creyente. Nos casamos por la Iglesia hace 20 años, pero yo no estuve de acuerdo, puesto que nunca creí en el sacramento del matrimonio. Después de que su experiencia me bendijese con una profunda relación con Cristo, mi vida, nuestras vidas han cambiado. Comencé a caminar de la mano de María dando pasos muy pequeños. Nuestra Señora nos introdujo en el trabajo con los peregrinos a través de uno de los sacerdotes, quien nos sugirió que comenzásemos a organizar peregrinaciones. En la actualidad, somos una pareja que había recibido el don de la fe y que cada día busca esa fuerza que nos mantenga firmes en la espiritualidad", declaraba Tesoro.

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