El 21 de enero de 2011, en la parroquia de St. Brendan, Miami, durante la Aparición de Nuestra Santísima Madre y la visita del vidente Iván, Ella le pidió a su Hijo Jesús que me aliviara.

Mi gran problema es que yo sufría una insuficiencia respiratoria debido a una cirugía que tuve en el año 1987. El cirujano tuvo que extraer la mitad de mi diafragma y desde entonces he  tenido ese problema, hace un año empeoró y mi pulmón derecho sufrió un colapso. Fui a ver a un especialista, un Doctor de Enfermedades Pulmonares, quien me mandó realizar varias pruebas y un examen para determinar mi nivel de oxígeno. El resultado mostró que yo tenía un 60% menos de mi función pulmonar. Así que estaba realmente mal, y mi insuficiencia respiratoria, me hacía usar tres almohadas a fin de poder dormir, y descansar frecuentemente ante cualquier esfuerzo de la vida cotidiana. El doctor me dijo: “Lo siento Margarita, no puedo hacer nada más para ayudarte, vas a tener que vivir en esas condiciones de la mejor manera que puedas”.

Yo acepté lo que el doctor me dijo y después le ofrecí a Nuestro Señor lo poco que yo tenía para ofrecerle, diciéndole: “Jesús, te ofrezco lo poco que yo tengo, porque Tú has sufrido tantísimo por nosotros y por nuestros pecados, y aun continúas sufriendo por nosotros”. Así fueron pasando los días, hasta que con motivo de la visita del vidente Iván a Miami, fui a hablar con mi párroco, el P. Fernando Heria, junto con mi amiga Mary Fernández y su esposo Manolo, para discutir los preparativos del día en que Iván vendría y tendría lugar la Aparición de Nuestra Santísima Madre. Fue entonces que el P. Fernando me pidió que orara y que dirigiera el rezo del Santo Rosario. Mi respuesta fue: “¡Por supuesto!”. Me sentí muy feliz pero al mismo tiempo preocupada debido a mi aguda insuficiencia respiratoria y ataques de tos. Le pedí fervientemente a Nuestra Madre y a Su Hijo Jesús, que me ayudaran a rezar el Santo Rosario bien, ya que ambos conocen mi problema… a fin de poder rezarlo en ese día tan especial y ante unas 1.500  personas.

El día esperado llegó, y cuando estaba en el podio, me sentí como en una nube, una Paz muy fuerte me sobrecogió, me sentí diferente y recé el Rosario muy bien. Luego, después de la Aparición de Nuestra Santísima Madre, también recé el Rosario de Medjugorje, el Credo, los 7 Padre Nuestros, 7 Ave Marías y los 7 Glorias. Esto acaeció el viernes 21 de enero, pero no fue sino hasta el domingo 23, que me di cuenta que ya no tenía la insuficiencia respiratoria.

¡Durante este tiempo no le dije nada a mi esposo! Quería estar segura primero. Empecé  a checarme y a hacer los quehaceres de la casa y me sentí bien, y esa noche, al acostarme, me dije: OK! ahora voy a hacer una gran prueba. Me deshice de las almohadas y todo parecía perfecto, respiraba con total normalidad, y me dije: “Ahora, la prueba final”. A mí me gusta dormir horizontal, boca abajo, y ¡descansé perfectamente toda la noche!. Desde ese día continúo durmiendo de esa manera SIN TENER INSUFICIENCIA   RESPIRATORIA. ¡Me siento tan bien y tan feliz!

Cuando fui a ver a mi Doctor y le dije lo que había pasado, que me estaba sintiendo bien  y sin problemas para respirar, él estaba sorprendidísimo pero me dijo: “Cuando Nuestro Señor quiere hacer algo por alguien, ÉL lo hace, y ÉL lo hizo por ti Margarita”.

Compartir: