El P. Furtado viene de Fortaleza, un pueblo situado al nordeste de Brasil. Vino por primera vez a Medjugorje en 1996 cuando todavía era seminarista. En el programa Radio “Mir” Medjugorje habló de su vida y de su vocación sacerdotal. Entró en el seminario de muy joven y padeció una crisis vocacional. En dicha época dio la coincidencia de conocer a una comunidad de oración llamada Shalom, cuyos fundadores se habían inspirado en Medjugorje. Permaneció un tiempo viviendo en dicha comunidad, donde reforzó la decisión de su llamada al sacerdocio, siendo ordenado en el año 2002.

El P. Antonio nos habló también sobre la vida de la Iglesia en Brasil, sobre su trabajo con los jóvenes y sobre cómo vivir los mensajes de la Virgen. Nos confesó que ingresó en el seminario con apenas 13 años: “Llevaba siete años en el seminario cuando sufrí una crisis vocacional. Fue entonces cuando conocí la comunidad católica Shalom, nacida en Fortaleza en 1992, cuando Juan Pablo II visitó dicha diócesis. Este movimiento carismático dio un giro a mi vida. El obispo de entonces había escogido a un joven para que le entregase un regalo al Santo Padre. Nuestro fundador le había escrito una carta, donde le transmitía que estaba preparado para ofrecer su vida por la santificación de los jóvenes: fue así como surgió la Comunidad Shalom. Cuando nuestro fundador redactó los estatutos de la misma, habló de Medjugorje, sobre cuyos mensajes ya había oído hablar con anterioridad. Estableció que debemos vivir según los mensajes de la Gospa: debemos tener momentos de oración personal, practicar a diario la lectura de las Sagradas Escrituras, celebrar la Santa Misa y Adorar al Santísimo. Todo esto viene en el contexto de una comunidad laica, compuesta por matrimonios consagrados, sacerdotes y laicos solteros. Tuve la oportunidad de conocerlos y pasé a formar parte de ella. Cuando vi a estos jóvenes viviendo en comunidad, mi vida se transformó. Ingresé en la comunidad y al cabo de un tiempo mi vocación resurgió. En dicha comunidad podía elegir entre estar casado o soltero, consagrarme u ordenarme sacerdote. Tenía muchas opciones, pero al final, el Señor me llamó.”

El P. Antonio declaró que la Iglesia de Brasil está muy necesitada de evangelización. En la actualidad es párroco en el principal centro de evangelización de Fortaleza. Además, dirige la emisora de radio “Shalom”: “Es una radio católica que funciona 24 horas al día. Hay otras ocho emisoras que emiten nuestros programas. Difundí el mensaje de la Divina Misericordia que el Señor reveló a Santa Faustina Kowalska. Todos los días en televisión tengo la oportunidad de hablar de la Coronilla de la Divina Misericordia y sobre la Divina Misericordia. También tenemos un programa diario de 2 a 4 p.m. en el que, entre otras cosas, rezamos la Coronilla de la Divina Misericordia. Viajo mucho y todos los jueves celebro una Santa Misa en la que participan alrededor de 5.000 personas: es una Eucaristía por los que sufren, por los enfermos y por los que necesitan sanar. La Comunidad Shalom se centra en la evangelización de los jóvenes. Todos los años en el mes de julio tenemos, como vosotros en Medjugorje, un Festival de la Juventud, donde más de un millón de jóvenes se reúnen durante unos cinco días.”

Al hablar de Medjugorje, el P. Antonio destaca que las apariciones de la Virgen son un regalo inmenso para nosotros, los que vivimos este tiempo: “La espiritualidad de nuestra comunidad se basa en los cinco mensajes fundamentales que transmite la Virgen en Medjugorje. Vine a Medjugorje por vez primera después de la guerra y fue muy complicado. Cuando subí el Monte de las Apariciones, sentí que era la Virgen la que me había invitado. Creo que desde entonces he venido 6 o 7 veces. Cada vez que regreso a casa me siento con mucha fuerza para seguir con mi vida de evangelización. En Brasil he formado también grupos que intento traer a Medjugorje. Estos grupos se reúnen los miércoles para rezar el Rosario e iniciamos siempre los encuentros leyendo el último mensaje de la Virgen. Aquí, en Medjugorje, tenemos una inmensa gracia: el Señor nos habla a través de Su Madre. Es responsabilidad nuestra transmitírselo a los demás, evangelizar y hablar de los mensajes de la Virgen, especialmente a los jóvenes.”

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