INTRODUCCION

  • Se entonan cantos a María en cada misterio.
  • La meditación del mensaje sirve para cualquiera de los misterios que se recen.
  • Invocamos al Espíritu Santo con la oración propuesta u otra espontanea.
  • Leemos el mensaje en sentido comunitario tal como se nos ha transmitido.
  • Leemos el mensaje en clave personal sin olvidarnos que somos parte de una comunidad. Evitando el individualismo y el aislamiento al meditar el mensaje.
  • La oración en cada misterio la recitamos juntos unidos al corazón de cada uno de nuestros hermanos. Después se reza Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria. Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. María Reina de la Paz, ruega por nosotros y por el mundo entero.
  • Se recitan las letanías de la Virgen María.

 

I.-INVOCAMOS AL ESPIRITU SANTO

 

“Ven Espíritu Santo. Sin ti no hay vida que valga la pena. Por eso, desde mis dudas, temores, cansancios y debilidades quiero invocarte. Ven, Espíritu Santo, a regar lo que está seco, ven a fortalecer lo que está débil, ven a sanar lo que está enfermo. Transfórmame, restáurame, renuévame con tu acción íntima y fecunda. Desde mi pequeñez me convierto en mendigo confiado de tu auxilio. Te suplico que vengas a sanarme del egoísmo, de la comodidad, del individualismo. Libérame de las esclavitudes que enfrían el entusiasmo misionero, para que pueda evangelizar con alegría y coraje inagotable. Amén.”

 

II.-LEEMOS EL MENSAJE DE LA REINA DE LA PAZ 2 DE ABRIL 2017

 

“Queridos hijos, apóstoles de mi amor, está en ustedes difundir el amor de mi Hijo a todos aquellos que no lo han conocido; está en ustedes, pequeñas luces del mundo, a las que yo con amor maternal les enseño a brillar con claridad en todo su esplendor. La oración los ayudará, porque la oración los salva a ustedes, la oración salva el mundo. Por eso, hijos míos, oren con palabras, con sentimiento, con amor misericordioso y con el sacrificio. Mi Hijo les ha mostrado el camino, Él, que se ha encarnado y ha hecho de mí el primer cáliz, Él, que con su supremo Sacrificio les ha mostrado cómo se debe amar. Por eso, hijos míos, no tengan miedo a decir la verdad. No tengan miedo, ustedes mismos, de cambiar y de cambiar el mundo difundiendo el amor y haciendo todo para que mi Hijo llegue a ser conocido y amado, al amar a los demás en Él. Yo, como Madre, estoy siempre con ustedes. Oro a mi Hijo para que los ayude a que en su vida reine el amor: el amor que vive, el amor que atrae, el amor que da la vida. Ese es el amor que les enseño, un amor puro. Está en ustedes, apóstoles míos, reconocerlo, vivirlo y difundirlo. Oren con sentimiento por sus pastores, para que con amor puedan testimoniar a mi Hijo. Les doy las gracias”.

 

III.-MEDITAMOS EN CADA MISTERIO UN FRAGMENTO DEL MENSAJE

  

  1. PRIMER MISTERIO DEL ROSARIO. Enunciamos el misterio y decimos la siguiente intención: Para que seamos testigos del amor de Dios e iluminemos el mundo guiados por el amor maternal de María

 

ESCUCHAMOS JUNTOS LAS PALABRAS DE MAMA: “Queridos hijos, apóstoles de mi amor, está en ustedes difundir el amor de mi Hijo a todos aquellos que no lo han conocido; está en ustedes, pequeñas luces del mundo, a las que yo con amor maternal les enseño a brillar con claridad en todo su esplendor. La oración los ayudará, porque la oración los salva a ustedes, la oración salva el mundo”

 

CADA UNO LEE Y ESCUCHA CON SU CORAZON: “Querido(a) hijo(a), apóstol de mi amor, está en ti difundir el amor de mi Hijo a todos aquellos que no lo han conocido; está en ti, pequeña luz del mundo, a la que yo con amor maternal les enseño a brillar con claridad en todo su esplendor. La oración te ayudará, porque la oración te salva, la oración salva el mundo”

 

ORAMOS TODOS A NUESTRA MADRE: Madre Bendita, enséñame a ser luz del amor de Dios en mi familia, en mi trabajo y con todos mis hermanos. Ayúdame a orar siempre para experimentar la salvación en mi vida e irradiarla en el entorno donde vivo.

 

  1. SEGUNDO MISTERIO DEL ROSARIO. Enunciamos el misterio y decimos la siguiente intención: Para que aprendamos a orar con el corazón aprendiendo de Jesús que nos ha enseñado como se debe amar

 

ESCUCHAMOS JUNTOS LAS PALABRAS DE MAMA: “Por eso, hijos míos, oren con palabras, con sentimiento, con amor misericordioso y con el sacrificio. Mi Hijo les ha mostrado el camino, Él, que se ha encarnado y ha hecho de mí el primer cáliz, Él, que con su supremo Sacrificio les ha mostrado cómo se debe amar”

 

CADA UNO LEE Y ESCUCHA CON SU CORAZON: “Por eso, hijo(a) mío(a), ora con palabras, con sentimiento, con amor misericordioso y con el sacrificio. Mi Hijo te ha mostrado el camino, Él, que se ha encarnado y ha hecho de mí el primer cáliz, Él, que con su supremo Sacrificio te ha mostrado cómo se debe amar”

 

ORAMOS TODOS A NUESTRA MADRE: Santa María enséñanos el camino del amor que tu Hijo nos ha mostrado con su sacrificio en la cruz, para aprender a amar como se debe, tal como Él nos ama.

 

  1. TERCER MISTERIO DEL ROSARIO. Enunciamos el misterio y decimos la siguiente intención: Para que no tengamos miedo de cambiar nuestra vida y el mundo por medio del amor a nuestros hermanos, y todos conozcan el amor de Jesús y se sientan amados por Él

 

ESCUCHAMOS JUNTOS LAS PALABRAS DE MAMA: “Por eso, hijos míos, no tengan miedo a decir la verdad. No tengan miedo, ustedes mismos, de cambiar y de cambiar el mundo difundiendo el amor y haciendo todo para que mi Hijo llegue a ser conocido y amado, al amar a los demás en Él”

 

CADA UNO LEE Y ESCUCHA CON SU CORAZON: “Por eso, hijo(a) mío(a), no tengas miedo a decir la verdad. No tengas miedo, tú mismo(a), de cambiar y de cambiar el mundo difundiendo el amor y haciendo todo para que mi Hijo llegue a ser conocido y amado, al amar a los demás en Él”

 

ORAMOS TODOS A NUESTRA MADRE: Te entregamos. Madre, nuestros miedos e inseguridades. Descúbrenos la Verdad que es tu Hijo, para no tener miedo de cambiar nuestras vidas y colaborar en la salvación del mundo, difundiendo el amor y haciendo que todos se sientan amados por Dios.

 

  1. CUARTO MISTERIO DEL ROSARIO. Enunciamos el misterio y decimos la siguiente intención: Para que reine en nosotros el verdadero amor y lo podamos reconocer, vivir y difundir en el mundo

 

ESCUCHAMOS JUNTOS LAS PALABRAS DE MAMA: “Yo, como Madre, estoy siempre con ustedes. Oro a mi Hijo para que los ayude a que en su vida reine el amor: el amor que vive, el amor que atrae, el amor que da la vida. Ese es el amor que les enseño, un amor puro. Está en ustedes, apóstoles míos, reconocerlo, vivirlo y difundirlo”

 

CADA UNO LEE Y ESCUCHA CON SU CORAZON:  “Yo, como Madre, estoy siempre contigo. Oro a mi Hijo para que te ayude a que en tu vida reine el amor: el amor que vive, el amor que atrae, el amor que da la vida. Ese es el amor que te enseño, un amor puro. Está en ti, apóstol mío(a), reconocerlo, vivirlo y difundirlo”

 

ORAMOS TODOS A NUESTRA MADRE: Madre de Misericordia nos entregamos a tu amor y nos abandonamos confiados en tus brazos maternales. Ora por nosotros para que en nuestra vida reine el amor de tu Hijo Jesús, nuestro salvador.

 

  1. QUINTO MISTERIO DEL ROSARIO. Enunciamos el misterio y decimos la siguiente intención: Para que los sacerdotes se sientan muy amados de Jesús y nos ayuden a experimentar su amor.

 

ESCUCHAMOS JUNTOS LAS PALABRAS DE MAMA: “Oren con sentimiento por sus pastores, para que con amor puedan testimoniar a mi Hijo. Les doy las gracias”.

 

CADA UNO LEE Y ESCUCHA CON SU CORAZON: “Ora con sentimiento por tus pastores, para que con amor puedan testimoniar a mi Hijo. Te doy las gracias”.

 

ORAMOS TODOS A NUESTRA MADRE: Madre de los sacerdotes, hijos predilectos tuyos, santifícalos en el amor de tu Hijo. Ruega siempre por ellos para que llenos del amor de Jesús, nos enseñen y nos comuniquen el amor que vive, que atrae, que da la vida.

 

 

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