+JMJF+  Fiesta de la Inmaculada Concepción

Hace tres años, en un evento Mariano, tuve la oportunidad conocer a un hombre que me impactó profundamente y que confirmó lo que la Virgen nos está intentado enseñar durante años. Se llama Patricio Slim, un hombre muy gentil, pacífico, humilde y sumamente católico. Fue sorprendente aprender también que es uno de los hombres de negocios más exitoso del mundo. Les comparto parte de su secreto, algo que muchas veces uno no encuentra en el mundo en un hombre tan influyente.

Hablábamos del hecho de que la Virgen en Medjugorje nos pide rezar 3 rosarios al día. Me expresó mis pensamientos exactos.  “¿Cómo puedo yo, con tantos quehaceres en el día, sacrificar los 45 minutos necesarios para rezar 3 rosarios ¡Y además misa diaria y lectio divina!?” Sin embargo, siendo un obediente hijo de María, Patricio me dijo que hacía algunos años decidió intentarlo y que el efecto había sido maravilloso. Mirando a su vida anterior y después de aumentar los 3 rosarios, me dijo que ahora ve que la Virgen va delante de él abriendo puertas y desarmando nudos de confusión y conflicto. Que Ella hace que todo sea más fácil.  No quiere decir que no haya problemas, pero Ella está para ayudar a resolverlos.  Para terminar, Patricio me dijo, “Ahora puedo decir, que no tengo tiempo para NO rezar los 3 rosarios al día”.

Les aseguro, por mi experiencia, que lo que dice el Ing. Patricio Slim es cierto.  Pero ¿cómo puede ser que el rosario se convierta tan fácilmente en algo rutinario, aburrido y repetitivo cuando realmente puede llegar a ser tan eficaz?. Siguiendo el mensaje de la Virgen del 2 de diciembre de 2017, cuando habló con tanta dulzura sobre el Rosario, me gustaría ofrecer una meditación sobre el porqué la Virgen y la Iglesia nos piden orarlo con tanta insistencia. Intentaré razonarlo y a la vez, conseguir el modo mediante el cual cada uno pueda convertir su rosario en una oración del corazón.  No olviden que el rosario puede acabar con las guerras y que fuera de la misa no hay una oración más poderosa.

Normalmente en mi comunidad no tenemos teléfonos celulares pero por un trabajo que tengo temporalmente he tenido que hacerme con uno.  Al principio me confundí  mucho con todas las Apps -los programas que le permiten a uno hacer algo o tener acceso a un determinado tipo de información- me parece casi como magia porque hay algún poder fuera de mí que me pone en contacto con un montón de información y conocimientos cuando lo necesito, siempre que haya WIFI. Solamente tengo que abrir la App para recibir lo que necesito.  Realmente es una maravilla. Creo que una App es una analogía casi perfecta comparable con el poder del Rosario.

Para entender el poder del “Rosario-App” y como aplicarlo en nuestra vida cotidiana hay que tener algunas ideas en mente. Primero, la idea judeo-católica sobre el recuerdo; segundo, la humanidad y divinidad de Jesús que experimentamos en cada misterio que meditamos; y tercero, que Jesús no vino para salvar “a todo el mundo” sino a cada una de las personas del mundo.

Cuando los judíos celebran sus días de fiesta, como la Pascua, no piensan que simplemente es un recuerdo de algo que les sucedió a sus antepasados hace cuatro mil años en Egipto.  Realmente mantienen el concepto de que ellos son participantes directos de lo que sucedió hace cuatro mil años.  Es por eso que preguntan: “¿Por qué esta noche es diferente a todas las demás?”. Y la respuesta es: “Porque esta noche nosotros salimos de Egipto.” Nosotros compartimos la misma idea en los sacramentos.  La misa no es meramente un memorial sino es una re-presentación de la vida, muerte y resurrección de Jesús.  Es decir, hacemos presentes los eventos que celebramos.  Esa es la razón por la que decimos que hay un solo sacrificio de Jesús, no miles. Entonces, la oración es una “App” de “Tiemporalidad/Eternidad”, como una máquina personal que puede cambiar el tiempo.

Ahora, sígueme un poco más porque cuando captemos parte de estas ideas, aunque son misteriosas, van a transformar el modo en el que consideramos el Rosario.  Tal vez sería un poco más fácil entender la idea de un recuerdo si lo miramos desde otra perspectiva, desde la perspectiva del Señor.

Jesús, es verdadero Dios y verdadero Hombre. Como hombre vivió dentro del tiempo histórico, como nosotros. Pero como Dios siempre experimentó la eternidad con el Padre celestial. Es decir, que vivió, misteriosamente, como un hombre en nuestro mundo, dentro del tiempo de nuestro mundo y  simultáneamente vivía fuera del tiempo.  (¡NO ES UNA IDEA FACIL!). Nosotros solamente pensamos en el tiempo como una sucesión de segundos y minutos; sin embargo, Él, como Dios, pudo y puede estar en el “ahora eterno”.  ¿Qué significa eso para nosotros? ¡UN MONTON! No se preocupen si sus ojos bizquean al pensar en ello. Se lo explicaré.

Trate de imaginar una de las escenas que se contemplan en los misterios del Rosario, por ejemplo, el misterio de la Crucifixión. El evento sucedió hace dos mil y pico de años pero es una enseñanza de la iglesia que cuando aquel hecho sucedió en aquel tiempo de la humanidad de  Jesús, Él te tenía a ti en su mente y en su Corazón.  Él dijo: “esto lo hago para ti “Jorge,” para ti “Ana Lucia”…”. Él pudo verte y conocerte y, aún más, conocer cada momento de tu vida.  Él no lo hizo para todo el mundo, sino para ti personalmente.

Hemos escuchado miles de veces que Él murió por mí…. y nuestra respuesta es: “Si, lo sé”, pero tenemos la idea de que fue algo muy general y muy global… Jesús, siendo Dios, tiene la capacidad de mantener todo el universo, con toda la variedad de planetas y estrellas, y a la vez centrarse en tu persona como si fueras la única que ha existido jamás.

Y aún más. Él puede estar presente en cada segundo de tu vida.  ¡Las implicaciones de esto son enormes!  Y con un poquito más de esfuerzo vas a ver porqué el Rosario es tan importante y cómo puedes tener el poder en cada misterio del Rosario en tu vida.

Sígueme… Como una App funciona cuando hay una conexión de WIFI, nosotros necesitamos conectar a Jesús.  Cuando meditas en la crucifixión o en cualquiera de los misterios, tú te haces presente en ese preciso evento.  Cuando haces el esfuerzo de contemplar ese evento, aunque sea por medio segundo, entonces estás abriendo tu alma sobre los siglos, al “ahora eterno” de Jesús como Dios y como Hombre.  Aunque sea brevemente, el tiempo y la eternidad convergen en tu alma.  Jesús te ve a ti, y tú recibes su mirada y la gracia específica que Él quiere comunicar a tu persona.  No te aflijas si no puedes concentrarte muy bien.  Un montón de información puede ser transmitida mediante un flash de luz que se imprime dentro de una cámara ¿no? Entonces, del mismo modo, Jesús puede transmitir un montón de gracia a tu alma rápidamente cuando te pones presente ante Su persona. La meta es mirar cara a cara a Jesús por encima de la temporalidad de los siglos y recibir lo que Él ganó para ti en el cumplimiento de aquel evento.

Ahora, tal vez, empiezas entender más todavía el poder del Rosario y el porqué la Virgen nos invita tanto a rezarlo.  Cada día es diferente para mí. Necesito las gracias de salvación que Jesús ganó para mí, cada día.  Jesús conoce mi día de hoy, y lo tenía en su mente en cada momento de su propia vida temporal.  Cuando medito en el Rosario, es como una App del tiempo y de la eternidad que me permite enchufar mi alma a los eventos de la vida de Jesús y poder así bajar el poder, la gracia, todo lo que Él conquistó para mí.  Entonces, literalmente, cuando tengo un problemón puedo intentar abrir los ojos de mi alma a los ojos de Jesús en cada misterio del Rosario y recibir lo que Él me quiere comunicar a mí.  Puedo verlo en la cruz cada día y decir: “Jesús, aquí estoy contigo, en tu sufrimiento”, y Él va a decirme: “Te ofrezco esta gracia que necesitas en tu vida de hoy. Te amo”. WWWOOOOWWWWW!!!!!!!!!!! Estas ideas deben cambiar la impresión de que el rosario es algo meramente repetitivo o aburrido. ¿No?

Ahora podemos comprende la razón por la cual un misterio del rosario es tan poderoso. Pero ¿cómo hacemos para rezar 3 rosarios al día?. Primero, hay que gatear antes de que uno pueda caminar o mucho menos correr. Es decir, no se puede empezar con 3 a la vez, hay que comenzar con uno, y después de acostumbrarse, dos al día, y finalmente tres.  Otra idea muy práctica es extender el rezo del rosario a lo largo del día. El papa Benedicto hacía una decena “de vez en cuando” a lo largo del día para concentrase bien por un tiempito corto. Un misterio, o una decena dura unos 3 minutos.  Si te fijas en tu día vas a ver que hay espacios chiquitos en los que fácilmente puedes rezar un misterio. Por ejemplo, en la fila del banco, en el taxi, o mientras esperas a tu esposa terminar de maquillarse. Y cuando comienzas a aprovecharte de la gracia que Jesús quiere derramar en tu día actual vas a comprender lo que Patricio Slim dijo. Que la Virgen va por delante de ti desarmando las interferencias que complican tu día. Y vas a ver que hay más tiempo todavía del que pensabas.  Vas a ver que tienes más paz.  De verdad, vas a ver que no tienes tiempo para NO rezar los 3 rosarios al día.

 

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