Procesión de Ramos y santa Misa en Medjugorje

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Hoy en Medjugorje se celebró solemnemente el Domingo de Ramos, con el que entramos en la Semana Santa. La ceremonia de bendición de los ramos se llevó a cabo sobre los cimientos de la antigua iglesia a las 10:45 horas, desde donde los sacerdotes y feligreses partieron en procesión hasta el altar exterior de la iglesia de Santiago Apóstol, donde se celebró la santa misa solemne, que fue celebrada por el vicario parroquial de Medjugorje, fray Jure Barišić, con la concelebración del párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić y otros sacerdotes. La pasión de nuestro Señor Jesucristo fue cantada por fray Jure Barišić y fray Zvonimir Pavičić junto a los miembros del coro parroquial de Medjugorje “Reina de la Paz”, bajo la dirección de la Hna. Irene Azinović. El sermón fue pronunciado por el diácono fray Marin Mikulić, quien señaló que en la ceremonia de bendición de ramos de hoy, escuchamos gritos del Evangelio de Mateo, “Hosanna al hijo de David”.

 

“Todos nosotros deberíamos reflexionar esta semana sobre si nos comportamos hoy como lo hicieron los judíos entonces. Por un lado, a menudo decimos que alabamos al Señor, que le pertenecemos, que le seguimos, pero por otro lado, muchas veces nos encontramos entre esa multitud que gritaba ‘Crucifícalo’. Muchos de nosotros los católicos, que vamos la iglesia, que vamos a la Santa Misa, que llevamos cruces en el cuello, tenemos imágenes de Jesús en casa. Se podría decir ‘Estos son del Señor, lo glorifican. Pero, desafortunadamente, nuevamente, algunos de unen a la multitud que dice ‘Crucifícalo’ y lo crucifican con sus juramentos, insultando la pasión de Jesús que soportó por nosotros y por nuestra salvación. Mostramos nuestro exterior que es ordenado, pero el interior es vacío y cerrado. Por eso, queridos hermanos y hermanas, esta semana debéis reflexionar precisamente sobre este mal que hacemos, pero sobre todo debemos reflexionar sobre lo que Jesús hizo por nosotros. Reflexionando sobre el hecho de que Jesús, a través de su sufrimiento y muerte, nos perdonó todos los pecados que cometimos, todos los pecados que cometemos y cometeremos, y que nos libró de la muerte eterna, que con su resurrección nos dio la vida eterna”, dijo fray Marin Mikulić y agregó que este sufrimiento y muerte de Jesús, que escuchamos en el relato de Mateo, nos muestra cuánto nos ama Dios, cuánto nos busca y nos salva.

“El sufrimiento y la muerte de Cristo es el camino a la felicidad, a la victoria sobre nuestro pecado y la victoria sobre el mal. Por eso Jesús nos llama a tomar nuestra cruz de la vida y, como él, a llevarla hasta el final, porque solo e  la cruz está la salvación. Hermanos y hermanas, tal vez la Pasión que escuchamos hoy en el Domingo de Ramos nos anime a dejar de pecar y comenzar a apreciar el sacrificio inconmensurable de Cristo por todos nosotros. Tal vez tomaremos las palabras ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’ Si lo dejamos tantas veces y tantas veces nos avergonzamos de él, tratemos hoy de estar orgullosos de estar con él, de no huir de él y de no escondernos por el miedo que Jesús vio en el momento de nuestra traición, él acaba de mirarnos. Él nos da una nueva oportunidad. Aprovechémosla. Arrepintámonos y sigamos a Jesús.

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