Preparar la Navidad en la escuela de María Reina de la Paz
P. Francisco ángel Verar Hernández

El movimiento Iberoamericano de María Reina de la Paz se sigue extendiendo con muchos frutos: terminamos el año con 3 Congresos Nacionales en México, Colombia y Argentina, al momento que se prepara el Congreso Internacional de Nicaragua (enero de 2015) con la participación de Marija Pavlovi´c. Este Congreso es exclusivo para los miembros de los Centros y Grupos de Oración debidamente acreditados e inscritos con antelación. Al finalizar el mismo Marija acompañada de su esposo y quien suscribe, visitará algunos de países de América donde ha sido invitada por algunos Obispos.

La presencia diaria de la Virgen María en Medjugorje, por más de 33 años, es la más grande intervención extraordinaria de Dios en la historia de la humanidad después de Pentecostés. Y cuando el Magisterio reconozca la sobrenaturalidad del fenómeno, estas manifestaciones realzarán la figura de María en la Iglesia como nunca ocurrió en la historia. Recuérdese además, que también en Medjugorje la Virgen narró su vida en la tierra durante 18 meses y le pidió a la vidente Vicka Ivankovi´c escribirla para hacerla del conocimiento general cuando llegue el momento oportuno. Estos 3 cuadernos de Vicka que narran la vida de María -desde su nacimiento hasta la Asunción- se terminaron de escribir en Pentecostés del año de 1983.

Otro dato interesante, es que los videntes afirman que en 1984 la Virgen les mencionó que el día que cumplía los 2000 años de su nacimiento era el 5 de agosto. De manera que el nacimiento de María ocurrió 16 años antes del inicio de la era cristiana. También el 25 de diciembre del año 1984 Jelena Vasilj tuvo una visión de la Navidad muy interesante que presentamos a continuación y que fue tomada del “Oren juntos con el corazón alegre” del Padre Slavko Barbari´c:

«La Virgen me había prometido el 22 de diciembre, que el 25 me iba a mostrar cómo vivió la Navidad; y tuve la siguiente visión: Al inicio vi un ángel, que luego desapareció. De inmediato todo se volvió oscuridad y de la oscuridad, poco a poco, apareció un cielo estrellado. En el horizonte vi a alguien que se acercaba. Era san José con un bastón en la mano. Caminaba sobre una calle empedrada y en el fondo, hacia donde se dirigía, vi varias casitas iluminadas. Al lado suyo, vi un asno, y sobre él, vi a la Virgen muy triste, mientras le decía José: “Estoy muy cansada. Mucho desearía que alguien nos hospedara esta noche”. Y José contestó: “Allí hay casas. Pediremos allí”. Al acercarse a la primera casa, José llamó a la puerta. Alguien le abrió, pero apenas vio a José y María, cerró inmediatamente la puerta. Esta escena se repitió varias veces. Y en algún caso, para incitarle a María y a José que no llamaran a las puertas mientras se dirigían hacia sus casas, llegaron hasta a apagar las luces interiores. Ambos estaban muy tristes, y José particularmente estaba muy adolorido, confundido y turbado por todos estos rechazos. María en medio de su tristeza lo animó diciéndole: “¡José: conserva la paz!, ¡el día de la alegría ha llegado! Sin embargo, ahora deseo orar contigo porque hay mucha gente que no le permite a Jesús nacer!”

Después de haber orado, María dijo: “¡José, mira: allá abajo hay un establo! En verdad allí no duerme ninguno. Seguramente está abandonado”. Y de esta manera se dirigieron hacia allá. Adentro hay un asno y llevan también el suyo delante del pesebre. Entonces, José recoge un poco de leña para encender el fuego. Luego coloca un poco de paja; pero el fuego se apaga inmediatamente, porque tanto la leña como la paja estaban sumamente húmedas. Mientras tanto, María, busca como calentarse cerca de los asnos.

Sucesivamente, se me presentó una segunda escena. El establo, que hasta ahora estaba poco iluminado, de pronto se iluminó como si fuera de día. Y de momento, cerca de María, vi al Niño Jesús recién nacido, mover las manitas y los piececitos. Tiene un rostro sumamente dulce; parece que ya sonríe. El cielo, por otra parte, se llena de muchas estrellas luminosas. Arriba del establo vi dos ángeles que llevaban en la mano algo parecido a una bandera grande, sobre la cual estaba escrito “¡Te glorificamos, oh Señor!”. Sobre estos dos ángeles, había un enorme ejército celestial que cantaba y glorificaba a Dios. Luego, algo distante del establo, vi un grupo de pastores que cuidaba su rebaño. Están cansados y algunos ya dormían. Y he aquí que un ángel se les acerca y les dice: “Pastores escuchen la buena nueva: ¡Hoy Dios ha nacido en medio de ustedes! Lo encontrarán recostado en el pesebre de aquel establo. Sepan que lo que les digo es cierto”. De inmediato los pastores se dirigieron hacia el establo y, habiendo encontrado a Jesús, se arrodillaron y le ofrecieron sencillos dones. María les agradece con dulzura y agrega: “Les agradezco por todo, sin embargo, ahora quisiera orar con ustedes porque muchos no quisieron acoger a Jesús que estaba por nacer”.

Después de esto, desapareció instantáneamente esta segunda escena y apareció la tercera. Vi en Jerusalén los Magos que preguntaban por Jesús, pero nadie sabía darles información al respecto; hasta que vieron levantarse de nuevo la estrella cometa que los guiaba hasta el establo de Belén. Extasiados y conmovidos, observan al Niño Jesús, se inclinan rostro en tierra para adorarlo profundamente y luego le ofrecen dones preciosos. María les agradece y les dijo luego: “Ahora deseo orar con ustedes porque muchos hombres no quisieron adorar a Jesús”. »

Hasta aquí la narración de la Navidad según Jelena Vasilj. Se agrega a todo lo dicho, que el 15 de diciembre de 1984 la Virgen propuso los siguientes temas de meditación para la Novena de Navidad.

Día 1°, 16 de diciembre: “Habrán sus corazones, porque Jesús quiere habitar en ellos después de Navidad”.
Día 2°, 17 de diciembre: “Acojan la Navidad con alegría.”
Día 3°, 18 de diciembre: “Purifíquense para la Navidad.”
Día 4°, 19 de diciembre: “De ahora en adelante, permitan que Jesús ocupe el primer lugar en sus corazones”.
Día 5°, 20 de diciembre: “Permitan que sólo Jesús los colme de alegría.”
Día 6°, 21 de diciembre: “Permitan que el amor esté presente en cada una de sus palabras.”
Día 7°, 22 de diciembre: “Nace el Hombre – Dios que desea el mundo unido.”
Día 8°, 23 de diciembre: “Vivan en Jesús.”
Día 9 °, 24 de diciembre: “No se aparten de la Navidad.”

Mensajes de la Virgen María, en Medjugorje, de preparación a la Navidad. Diciembre de 1984

16 de diciembre: “¡Queridos hijos: procuren que de la iglesia emane la fragancia de Navidad! ¡Y que la Navidad esté ya en los escalones de su casa! Purifiquen sus corazones, de manera que estén listos para recibir a Jesús en Navidad. ¡No permitan que las cosas materiales tomen la delantera sobre la Navidad de Jesús! Queridos hijos, Jesús nace: ¡recíbanlo con un corazón alegre!”

18 de diciembre: “Queridos hijos: deseo que cada uno de ustedes prepare en su corazón el pesebre para Jesús”.

21 de diciembre: “Queridos hijos: deseo que ustedes sean como una flor que florece para Jesús en Navidad; una flor que no se marchitará, y que nunca cesará de florecer aun cuando la Navidad halla pasado. Deseo que sus corazones sean como el de los pastores de Belén delante del pesebre de Jesús”.

25 de diciembre: “¡Deseo que esta sea para ustedes una Navidad luminosa!”.

Reflexión
Con estos mensajes y la sugestiva visión de Jelena Vasilj, contamos con elementos suficientes para preparar cada año una hermosa Navidad. Sin embargo, no se debe pasar por alto, que el primer punto de referencia de preparación espiritual, lo presenta la Divina Liturgia y la Sagrada Escritura. Frente a ambos horizontes, estos temas que la Madre propone para lo Novena de Navidad aprovechan entonces para profundizarán el sentido que la misma liturgia formula cada año. Por lo tanto, la mejor preparación para la Navidad será siempre asistir cada día de la Novena a la santa Misa, meditar las lecturas bíblicas del día, hacer una buena Confesión y rezar cada día el santo Rosario con el corazón. También, se deben conservan en cada país, las tradiciones que embellecen con especiales colores la memorable fiesta del Nacimiento del Redentor, entre ellas: las pastorelas, posadas, villancicos, representaciones teatrales, aguinaldos y los adornos principalmente del Belén para orar en familia frente a él.

Meditación
Abrir el corazón es una tarea difícil para quien no tiene vida de oración, porque la apertura del corazón es fruto del amor de Dios que se experimenta cuando se ora. Cuando dos enamorados se aman de verdad, no es difícil abrir el corazón porque el amor hace posible la entrega, la donación. Lo mismo ocurre entre Dios y nosotros: la oración nos enamora de él y cuando le amamos de verdad el corazón no solo se abre sino que él permanece dentro de él. Por lo tanto, para abrirle el corazón a Jesús hay que comenzar a orar. La oración es esa llave que abre el corazón. La Navidad es tiempo de oración. María cuando dice que Jesús quiere habitar en el corazón aun después de la Navidad, es porque Ella quiere que hagamos de la Navidad, por medio de la oración, una verdadera transformación interior. Es como si dijera: “a partir de esta Navidad sus corazones le deben pertenecer totalmente a Jesús, no tengan miedo de entregarse a él.”

Cuando se comienza a orar con el corazón las barreras entre Jesús y nosotros desaparecen. Los israelitas dieron 7 vueltas alrededor de las murallas de Jericó para tomar posesión de la ciudad. Lo mismo quiere hacer Jesús: tomar posesión de nuestros corazones en Navidad. Pero si no oramos no podrá entrar. Recuérdese que la Madre enseña que cuando Jesús iba a nacer José llamó a la puerta de varias casas en Belén pero todas le cerraron las puertas; no querían que Jesús naciera, y aquellas familias de Belén no sabían que rechazaban a su Mesías. No seamos como aquellas familias Betlemitas que le cerraron las puertas a Jesús. Comencemos a orar con el corazón intensamente en esta Novena y pidámosle a Jesús que desde el primer día de la Novena llegue al corazón para colmarlo de Su amor, Su paz y Su alegría.

¡Feliz Navidad!

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