Roberta Brusic y Boris Peterlin quienes trabajan en Cáritas de Croacia estuvieron en Medjugorje. Roberta nos contó cómo llegó por primera vez poco después de la guerra en Croacia, aunque su primera visita genuina y cuando en realidad se encontró con Nuestra Señora, fue en los años posteriores. "Eso fue cuando el Señor hizo un cambio en mi vida y me encontré con Dios vivo y Nuestra Señora", dijo Roberta. Mientras hablaba acerca de los frutos de Medjugorje dijo que al principio ella estaba tan llena del entusiasmo que quería permanecer aquí permanentemente, pero a medida que crecía en su fe le era más fácil para ella regresar de Medjugorje, sabiendo que todo lo que había experimentado permanecía en ella y que Medjugorje no es sólo un lugar, sino que es algo que vive en su vida cotidiana. Sin embargo, el deseo de Medjugorje existe todo el tiempo, y también hay seguridad cuando sabemos que podemos volver aquí, llenos de esperanza y oración, para que aquellos por los que oramos puedan venir aquí, en el tiempo de Dios y en Su plan, y poder mostrarles Medjugorje", dijo Roberta.

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