El P. Matthias Nsamba nació en Uganda en 1970, es sacerdote en el sur de África y quiere dar a conocer todo lo que ha vivido en Medjugorje. Tiene proyectado construir  un Santuario de la Reina de la Paz y la Misericordia con objeto de difundir los mensajes de la Virgen en Sudáfrica.

El P. Nsamba concedió una entrevista a Radio “Mir” en la que destacaba: “Nací en una familia numerosa: tengo cinco hermanas y cuatro hermanos y me siento muy honrado por pertenecer a una familia de mártires, de mártires de Uganda, que fueron quienes derramaron su sangre y ahora son semilla de la fe católica en dicho país. Entre 1985 y 1987 el rey Muanga llevó a cabo un genocidio con un sinfín de matanzas. Esto os puede dar una idea del entorno donde nací y de la fuerza y le fe católica de Uganda. Todos los años vienen unos tres millones de personas al santuario en el que recordamos a aquellos mártires. Mi vocación al sacerdocio viene de la Virgen: yo solía preguntarle a mi madre con frecuencia por qué llamamos María a nuestra madre y si ella tenía también algún niño. Ella me contestaba que Jesús era Su hijo y yo le insistía en que yo también quería ser hijo Suyo. Me recomendó que hablase con un sacerdote y, siguiendo sus consejos, ingresé en el seminario en 1985. Fui ordenado diácono el 7 de octubre de 2000, Festividad de Nuestra Señora del Rosario y al año siguiente fui ordenado sacerdote.”

El P. Matthias compartía con nosotros aspectos sobre su vida pastoral en Sudáfrica: “No podemos hablar de Sudáfrica sin mencionar la situación política que formó parte de nuestra realidad durante muchos años. No existía vida social, hecho que influía en que la fe católica no fuera tan fuerte -representaba sólo alrededor del 5%  de la población. Éste fue uno de los motivos que me llevó a tomar esa decisión de servir, de ser sacerdote, puesto que había muy pocos. En muchas zonas, los católicos sufrían muchísimo y es ahí donde observamos que los cimientos de la fe católica no son sólidos.”

El sacerdote destacó que cada vez que se habla de Medjugorje se suceden muchos milagros, todos ellos surgidos de las manos de Dios y de la Virgen: “La primera vez que oí hablar de Medjugorje estaba en Knock, el Santuario de la Virgen y, un grupo de peregrinos irlandeses me pidió que los acompañase a Medjugorje. Había leído y escuchado mucho sobre Medjugorje previamente, pero nunca pensé que fuera el momento de ir. Sin embargo, aquella vez sentí que era el momento, aunque no fue fácil conseguir los visados para venir. Como sacerdote yo no era muy devoto del Rosario y mi vida de consagrado era bastante pobre; pero gracias a Medjugorje todo eso cambió, en especial el rezo del Rosario, hecho por el que le estoy muy agradecido a la Virgen. Tampoco me agradaba mucho el ayuno y ahora, tras lo vivido en Medjugorje, mediante el ayuno recibo muchas más gracias. El haber comenzado a vivir la oración y el ayuno ha influido en mis feligreses y mi parroquia ha experimentado un gran cambio: se han formado, por ejemplo, nuevos grupos de oración, tanto jóvenes como adultos han empezado a rezar y a ayunar en la medida de lo posible. Como sacerdote mi día comienza con la oración de la liturgia de las horas y unas lecturas diarias, pero ahora además siempre incluyo los mensajes de la Virgen. En cierto modo, quiero que me guíe, pues me considero mariano, sacerdote de la Virgen. Lo que aquí sucede, el hecho de que tanta gente de los distintos países del mundo vengan -cada uno de ellos con sus oraciones- debería de ser el mensaje para todo el mundo: que la Virgen está aquí presente, que todos somos sus hijos y que Ella nos guía. Siempre que vengo a Medjugorje confieso a peregrinos y no dejo de vivir la profunda experiencia de comprobar que Dios está aquí presente; incluso las confesiones y las personas son distintas. Los que vienen aseguran que Medjugorje les ha cambiado la vida. En este lugar se vive una experiencia fuerte de la presencia de Dios, se lleva a cabo la reconciliación y se vive la paz.”

El P. Matthias quiere compartir todo lo vivido en Medjugorje, no se lo quiere guardar para él, desea compartirlo con los demás. Es así como surgió el proyecto por el que desea difundir los mensajes de la Virgen en Sudáfrica: “Cada vez que regreso de Medjugorje, comparto lo que he vivido. En general les enseño fotos, les traduzco los mensajes de la Virgen y comparto con ellos mi testimonio personal. Todos están deseando que les cuente. Teníamos en mente disponer de un lugar de oración, de un lugar donde la gente pudiese venir los domingos a rezar y estar en contacto con Medjugorje, así que comenzamos a reunirnos y a rezar. Tuvimos también la gracia de recibir un regalo de un amigo en el Año de la Misericordia, lo que nos permitió construir este lugar de oración donde la gente pudiera venir y oír los mensajes de Medjugorje, Lourdes y otros santuarios de la Virgen. Ya hemos puesto la primera piedra sobre la que construir el Santuario de Nuestra Señora de la Paz y la Misericordia, del que se beneficiarán más de un millón de personas. Estamos convencidos de que en este lugar recibirán paz, consuelo y muchas otras gracias de Dios.”

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