Sobre las 10 de la mañana de hoy, antes del inicio del Festival de Jóvenes, tuvo lugar la rueda de prensa que brindó el visitador apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje, Mons. Aldo Cavalli. Junto a él estuvo también fray Marinko Šakota.

Monseñor Cavalli tomo la palabra y dijo: “El lema del encuentro de jóvenes de este año es la palabra de Jesucristo tomada del Evangelio, que dice ‘Aprended de mí y encontraréis la paz. A todos los jóvenes que vienen, les sugerimos que vivan de acuerdo con este lema. Este es el programa: El Señor dice Aprended de mí… ¿Qué hizo el Señor durante Su vida entre nosotros? Tenía una misión clara, un plan claro para su vida, tenía una meta que quería alcanzar y era creíble. En toda su vida cumplió esta misión”.

“Los que seguimos estos días, los que estamos allí, los que daremos catequesis y estaremos con ellos -los jóvenes-, debemos hacerlo como lo hizo Jesús, ser un líder como Jesús. Tenemos que vivir así porque tenemos muchos talentos, muchos dones, muchas oportunidades de crecimiento. Crecer, eso es lo que necesitamos, crecer y crecer. Como dijo un santo: Debemos convertirnos en los mejores, los mejores en nuestras metas en nuestra vida en lo que queremos lograr. Necesitamos llegar a ser los mejores de todos para poder seguir ese camino, como lo hizo el Señor Jesús. Sugerimos a los jóvenes que se conviertan en líderes, como Jesús fue un líder. Sugerimos a los jóvenes hacer todo lo posible para que sus talentos crezcan y crezcan, para que puedan hacer todo lo que es la voluntad de Dios para ellos y que puedan hacer todo para servir a los demás. De esta manera, encontrarán y realizarán la paz, porque se convertirán en líderes de paz, como Jesús. Este es el objetivo de estos días, para todos los que estamos aquí y para todos los que vinieron”.

Mons. Cavalli prosiguió hablando sobre la espiritualidad de Medjugorje: “Es un lugar donde se hacen exactamente las mismas cosas que se hacen en cualquier otra parroquia. Santa Misa, adoración, rezo del rosario, confesión, oración en la colina, oración en el monte… Estos son los dos puntos de partida de la espiritualidad aquí. Todas estas cosas se hacen en cada parroquia. El salto cualitativo en Medjugorje no tiene absolutamente nada que ver con nosotros, es algo que debemos exclusivamente a la iniciativa de Dios desde el cielo. Es quiso elegir este lugar, como eligió otros lugares, como Lourdes y Fátima, para habitar entre nosotros de manera especial. Y es una gracia que siempre parte del lugar que Él elige. ¿Por qué lo elige? Porque quiere elegirlo. Este movimiento espiritual comenzó aquí en aquella colina hace 41 años. La venida del Señor Jesús comenzó hace 2000 años en Nazaret, un lugar completamente desconocido. Dios elige un lugar y en el lugar que Dios elige vemos una gracia especial. Las personas vienen y entran en esta gracia, los jóvenes vienen y de hecho me encontré con algunos de ellos esta mañana, vienen con gran alegría a esta gracia especial. ¿Quién los recibe? No somos nosotros. El Espíritu del Señor los recibe en esta presencia de la gracia especial. Esa es la grandeza de Medjugorje. Durante la pandemia, dos años parecieron detenerse, y sin que nadie dijera nada, sin ningún anuncio, sin ninguna invitación, la gente volvió a venir por miles. En estos días, queremos cooperar con Jesús, que llamó a todos estos jóvenes aquí, y tenemos que hacer las cosas de una manera de alta calidad, porque la cooperación con Jesús para estos jóvenes debe ser de alto nivel”.

Desde la Fundación Centro Medjugorje le preguntamos a Mons. Aldo Cavalli cuáles eran sus impresiones del encuentro de la mañana con los jóvenes de España y América Latina que han venido al Festival, a lo que respondió: “Ayer sin saberlo me encontré con un grupo de los Estados Unidos y estaban contentos. Aquí solo encuentras la santa Misa, la Adoración, la confesión, subir al monte y nada más. Estaban contentos, muy contentos. Esta mañana fui con el cardenal de Barcelona, estuvimos delante de cientos de jóvenes, les hablaba y les miraba. Y estaban atentos y contentos. Esta es la gracia, venir aquí para encontrarse con el Señor Jesús, contentos. Esto es el evangelio puro. Desde España, Latinoamérica y de otras partes de habla hispana han venido aquí para estar con el Señor y la Virgen María, y estan contentos, eso es una cosa buena. Esto es el Evangelio. Si quieres hacer algo con el Señor Jesús, tienes que hacerlo con ganas, sino no lo hagas”.

A una pregunta sobre las críticas a los jóvenes y si son mejores de lo que se puede pensar, dado que miles de ellos han venido al Festival, fray Marinko respondió: “Es cierto que los jóvenes vienen aquí con gusto, vienen motivados, vienen con el corazón abierto, y para los que quizás no han venido con el corazón abierto, sucede que aquí se les abre el corazón. Aquí la gente descubre una perla en la Santa Misa, en la adoración, en la confesión. Hay una perla en la Santa Misa, y esa es el amor de Dios. Hay una perla en la confesión, aunque no la vemos, pero aquí los jóvenes la descubren. Eso significa que los jóvenes son buenos, solo necesitan estar motivados, y aquí están motivados por Jesús, María, el Espíritu Santo, y nosotros solo estamos aquí para ayudar”.

A lo que Mons. Aldo Cavalli agregó: “En los años cincuenta y sesenta del siglo XX, el mundo era pacífico y tranquilo. No estaba exento de problemas, pero todo estaba en calma y tranquilidad. Yo era joven en ese mundo pacífico, pero todavía había quienes nos criticaban. En 1968 se produjo un gran cambio, los jóvenes cambiaron, pero todavía había quienes los criticaban. En 1990, en el 2000, se dio un gran cambio y nuevamente tenemos a los que critican a los jóvenes. Necesitamos observar estos cambios, cambios culturales. En ese cambio de cultura, la gente cambia la forma de pensar, la forma de vivir, cambian los métodos para llegar a la meta, cambian constantemente porque la cultura cambia, pero los viejos no debemos comportarnos como los jóvenes porque eso sería ridículo. Los viejos tenemos que hacer dos cosas, una negativa y otra positiva. Lo negativo es muy simple, dejemos de criticar y juzgar, dejémoslo de lado. Lo positivo es entender la nueva cultura, pero no entenderla en la forma en que nos comportaremos. Necesitamos entender el cambio cultural de una manera interna. Dondequiera que vaya, necesito cambiar mi actitud. Así ya no criticaré, sino que comprenderé, aprenderé y apoyaré, lo transmitiré a los demás”.

Al finalizar la rueda de prensa, Mons. Cavalli concluyó: “Conocí al Santo Padre antes de venir aquí. Ese encuentro fue muy sencillo y amistoso. No sabía nada sobre Medjugorje. Tenía en la mano documentos sobre Medjugorje, un informe que era muy simple y profundo. Esta noche leeré el mensaje del Santo Padre para estos jóvenes que están aquí, y así se verá la relación pacífica y tranquila entre la Iglesia, el Santo Padre, el obispo y este lugar”.

 

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