«Seguramente todos conocemos aquella hermosa profecía sobre la mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, del capítulo 12 del libro del Apocalipsis de san Juan. Si ese Sol es Cristo mismo, el Verbo hecho carne precisamente en el seno de la Virgen María, entonces esa mujer vestida de sol, del Verbo, de Cristo, es justamente María. Lo que se aplica a María, se aplica también a la Iglesia; y lo que se aplica a la Iglesia, puede decirse también de María. Ella vivió de la manera más perfecta y realizó aquello que san Pablo más tarde explicaría con las palabras: ‘revestirse de Cristo'», dijo en su homilía el obispo auxiliar de Olomouc, en la República Checa, Mons. Antonín Basler.
El obispo presidió la santa misa en la iglesia Santiago Apóstol en Medjugorje en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, acompañado por 109 sacerdotes concelebrantes. Antes de la misa, el rosario fue dirigido por fray Antonio Primorac.
El rosario y la Santísima Virgen María fueron los temas de su homilía en Medjugorje, en la que también compartió algunas palabras de san Juan Pablo II, escritas en su libro Don y Misterio, donde describe su devoción a la Virgen María: «En el tiempo en que se fue cristalizando mi vocación sacerdotal… de algún modo cambió mi concepto de veneración hacia la Madre de Dios. Ya entonces estaba convencido de que María nos conduce a Cristo, pero en aquel tiempo comencé a entender que también Cristo nos conduce a su Madre».
«La Madre de Dios quiere ser el camino hacia la meta, y esa meta es su Hijo», afirmó el obispo Basler, quien también compartió pensamientos de varios santos sobre la gracia que se recibe por medio de María, como san Bernardino de Siena, san Felipe Neri, san Juan María Vianney…
Luego citó también a varios papas hablando del rosario: san Pío V, san Juan XXIII, san Juan Pablo II, Benedicto XVI y el papa Francisco, quien ha dicho: «El rosario es una oración que ha acompañado siempre mi vida; igualmente, es la oración de la gente sencilla y de los santos… es la oración de mi corazón».
El obispo Basler expresó que «la oración del Ave María es como una joya de oro en la que el nombre de Jesús es la gema más preciosa.»
«Desde 1478 hasta hoy se pueden contar más de 200 documentos papales sobre el rosario. En muchas apariciones, la Santísima Virgen María ha mostrado que la oración del rosario es muy necesaria para el bien de la humanidad y nos ha animado a rezarlo», dijo el obispo auxiliar de Olomouc, Mons. Antonin Basler, concluyendo su homilía con una invitación: que «también nosotros, con nuevo fervor, tomemos el santo rosario en nuestras manos, siguiendo así a nuestra Madre celestial en su empeño por llevar al cielo a todos los hermanos y hermanas de su Hijo”.