Lucija Salov, de Zadar, lleva 4 años acompañando a peregrinos hasta Medjugorje. Ha participado también en el XXII Encuentro de Organizadores de Peregrinaciones, Guías de los Centros de la Paz, Grupos de Oración y Caridad celebrado en Medjugorje. Nos comentaba lo siguiente sobre su experiencia: "Soy de Croacia, pero traigo grupos de peregrinos italianos. Durante la conferencia hemos podido aprender que no somos nosotros los que guiamos, sino Dios el que lo hace todo. Nosotros estamos simplemente a Su servicio. Creo que lo que hacemos no es un trabajo sino una misión, una vocación. Dios me la ha dado para mi propia santidad, no es para que la utilice cambiando o convirtiendo a alguien, sino que es en primer lugar para mi propia conversión. Creo que Medjugorje es un regalo inmenso. Siempre les digo a los peregrinos que no somos conscientes de que es un regalo de Dios, que nos envía a Su Madre todos los días. Resulta inconcebible para la mente humana."
 

Compartir: