En la iglesia del Sagrado Corazón, en el barrio de Constitución de la ciudad de Buenos Aires, se reunieron cientos de personas para vivir la experiencia de amor en la presencia de la Reina de la Paz, que a través de la espiritualidad de Medjugorje y de sus mensajes sigue reuniendo a sus hijos en torno a su Hijo Jesús.

Es uno de los barrios más carenciados de la ciudad, es por eso que la comunidad parroquial le da de comer cada día a los vecinos que viven en profunda pobreza. Una vez por semana tienen un encuentro de oración, donde el capellán, padre Fabián Barrera, ora por ellos, participan de la Eucaristía y de la Adoración Eucarística. La gente se confiesa, se acerca a Dios y se siente acompañada, comprendida y amada.

Una vez al mes se hace un almuerzo gratuito frente a la iglesia en la calle y vienen a comer, tal vez la única comida caliente en el mes, personas de varios barrios de la zona. Sin duda, la obra que se está realizando en medio de los que nada tienen es admirable.

El programa comenzó con el rezo del rosario antes de la santa misa, con las lecturas del día de la Inmaculada Concepción, donde se nota claramente que la muerte entra por el pecado de Eva y como la Vida se encarna por el sí de María. Fray Danko dijo en la homilía: “Dios es amor y nos perdona siempre. El amor sana los corazones. Dios ama al pecador, lo busca, lo sana. Le pediremos al Señor para que con su Amor toque nuestro corazón herido y lo sane. Él lo hará, porque ha dicho que todo lo que pidan al Padre en su nombre, lo tendrán”. Luego de decir esto, oro pidiendo sanación por todos los presentes y que Dios encienda los corazones para poder ser portadores del Evangelio y de los mensajes de la Virgen.

Después continuó con la Adoración Eucarística, en la cual toda la iglesia permaneció de rodillas, con profunda devoción y recogimiento. Podía verse en sus rostros como Dios estaba obrando con su amor. Era el mismo clima de oración que se vive en cada Adoración Eucarística en Medjugorje, ese que se da dentro del corazón de cada uno, cuando Jesús está en medio y nosotros nos abrimos a su gracia. Eso fue lo que hicieron los humildes de este barrio humilde, le dijeron a Jesús en su interior ‘somos tuyos’ y fueron abrazados, consolados y contenidos por el amor inconmensurable del tres veces santo.

 

La jornada culminó con la catequesis de fray Danko sobre la espiritualidad de Medjugorje y los mensajes más importantes de la Gospa. Al final los presentes se consagraron al Inmaculado Corazón de María, poniendo sus vidas, todo lo que tienen y son, en sus manos de Madre, para que Ella lo presente a Jesús.

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