La Voz del Padre Slavko

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Al conmemorar 40 años de la presencia maternal de Nuestra Señora en Medjugorje, es imposible no hacer referencia a una figura emblemática, cuyo conocimiento, servicio pastoral, y profunda espiritualidad, sirvieron para dar a conocer y vivir mejor la escuela de la Virgen: el Padre Slavko Barbaric. Este extraordinario sacerdote franciscano, fallecido el 24 de Noviembre del 2000 en el Monte Krizevac, dedicó los últimos 18 años de su vida a servir incansablemente a los peregrinos y parroquianos de Medjugorje. Con un celo pastoral inagotable, trabajaba arduamente en la Parroquia de Santiago Apóstol dirigiendo el programa vespertino, dando charlas a los peregrinos, y organizando los retiros y encuentros internacionales que continúan hasta la fecha (Festival de Jóvenes, retiros de sacerdotes, matrimonios, etc.). Por si fuera poco, sus dones académicos y literarios lo llevaron a escribir varios artículos y libros sobre la espiritualidad de Medjugorje, siendo traducidos en veinte idiomas y con más de 20 millones de copias distribuidas. Viajó, además, por todo el mundo para dar a conocer los mensajes de la Reina de la Paz, convirtiéndose en un auténtico misionero y apóstol de María. Fundó, también, la Aldea de la Madre para proveer atención y educación a los niños huérfanos, principalmente las víctimas de la Guerra de los Balcanes. Su legado pastoral, social, espiritual, y sacerdotal es, sin duda, uno de los testimonios más fecundos de los frutos de santidad y gracia dados por la escuela de la Virgen.

Cualquiera que se topa con el legado de este gran maestro espiritual no puede permanecer indiferente. Sus palabras son tan actuales y relevantes como lo fueron hace más de dos décadas, llevando a quienes lo escuchan a reflexionar en su propia vida y esforzarse por convertirse en verdaderos discípulos de Jesucristo a través de María. A raíz de esto, el testimonio de la vida y obra del Padre Slavko ha sido fundamental en mi propio proceso de formación sacerdotal en el seminario y en mi crecimiento espiritual. En el año 2019 comenzamos un pequeño grupo de WhatsApp con el propósito de dar a conocer y promover la espiritualidad de Nuestra Señora, Reina de la Paz, ofreciéndolo como un camino de vivencia evangélica de la mano de la Santísima Virgen María. Como parte de los materiales audiovisuales para distribuir en el grupo, era mi deseo dar a conocer los escritos del Padre Slavko, pues él supo descubrir en los mensajes de la Virgen una autentica escuela espiritual partiendo desde el amor. A pesar de sus tremendas capacidades intelectuales y extensa formación académica, las obras literarias del Padre Slavko no son elevados tratados de alta Teología, sino sencillos y profundos trabajos de espiritualidad, capaz de ser entendidos por cualquier persona. No queriendo abrumar a los participantes con largos textos, decidí comenzar a grabar y leer, yo mismo, cada uno de los libros del Padre Slavko, dividiendo los textos en pequeñas capsulas de audio, acompañado por la ya tradicional música de Medjugorje. Así, comenzando con sus primeras reflexiones de los mensajes y hechos de Medjugorje del año 1985 hasta sus últimas obras, partimos este viaje, dejándonos enseñar, día tras día, por este gran apóstol de María, Reina de la Paz. Para mi sorpresa, los audios se comenzaron a distribuir rápidamente, llegando a ser escuchados no solo localmente, sino incluso por personas en otros países, muchas de las cuales nunca habían conocido su obra. De esta manera, hemos profundizando, poco a poco, en la escuela de la Virgen con su ayuda.

Quizás la mayor sorpresa me la llevé yo mismo, pues, aunque conocía la historia y obra del Padre Slavko, en realidad no lo conocía a profundidad. Al leer sus palabras y transmitirlas a los demás en audio, me convertí, por así decirlo, en su voz. Mientras más avanzaban las grabaciones de sus textos, más iba yo dejándome envolver por su enseñanza, aprendiendo de su sabiduría y profunda espiritualidad. Comprendí que, literalmente, yo le estaba prestando mi voz para que él pudiera seguir hablándonos y educándonos. Puedo decir, humildemente, que esta experiencia ha sido un honor inmerecido, pues no todos los días uno se convierte en portavoz de un hombre santo. Al descubrir no solamente sus escritos, sino también su historia de vida, me encontré con el testimonio de un sacerdote simplemente extraordinario, cuyo inmenso amor por Dios y la Virgen lo hacían trabajar incansablemente por los demás. Me encontré, además, con un hombre profundamente humano, consciente de su realidad y dispuesto a hacer algo concreto por mejorarla. El Padre Slavko, siendo licenciado en psicología y pedagogía, conocía mejor que nadie la complejidad del ser humano, sabiendo aplicar, con gran maestría, la espiritualidad a las situaciones más cotidianas de la vida, desde las más simples hasta los grandes desafíos existenciales. Verdaderamente vivía con los pies firmes en la tierra, y con la mirada fija en el Cielo. Tanto en su vida terrena como después de ella, Slavko toca lo más profundo de los corazones desde la sencillez absoluta, conquistándolos para Dios a través del amor y la humildad.

Leyendo sus palabras y estudiando su vida, el Padre Slavko se convirtió en un auténtico mentor en mi espiritualidad y vocación sacerdotal. Al ser la espiritualidad de Medjugorje el camino de vivencia evangélica puesto por Dios para mi vida, encontré en el Padre Slavko una inspiración y ejemplo imitable de cómo ser sacerdote, entregado como Jesús a sus ovejas, y cómo ser un buen alumno en la escuela de la Virgen, escuchando sus palabras y viviéndolas con el corazón. En vida, el Padre Slavko no solo interpretaba, explicaba, y predicaba magistralmente los mensajes de la Virgen, sino que los vivía. Toda su predicación estaba llena de la experiencia de lo que él mismo vivía en carne propia. De ahí se desprende su credibilidad que permanece hasta hoy. Al escribir estas líneas, deseo agradecer su vida, obra, y testimonio, que, sin duda, continúa siendo una fuente de inspiración y enriquecimiento para muchos corazones. Ante las crecientes y dolorosas situaciones que provocan escándalo y desconfianza en la figura sacerdotal, el ejemplo del Padre Slavko Barbaric resplandece como una luz en el camino para aquellos que desean ser las manos extendidas del amor de Dios en nuestro mundo. Su propia experiencia vivida en la escuela de la Virgen nos enseña que el amor es capaz de transformarlo todo, dando pleno sentido a nuestra existencia. “Solo el amor,” escribía el Padre Slavko, “puede ayudarnos a no perder la paz interior y la serenidad… ¡El camino del amor es el camino de la vida!”[1]

 

Fuente Consultada para Información Biográfica:

Sakota, Fr. Marinko. Live With the Heart: The Life and Works of Fr. Slavko Barbaric.

Informativni Centar “Mir” Medjugorje: Medjugorje, Bosnia. 2015.

 

[1] P. Slavko Barbaric, Escuela del Amor (Medjugorje, Bosnia: Centro de Información MIR Medjugorje, 2018), 20.

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