El Grupo de Oración Reina de la Paz de Valencia vive una
primavera espiritual gracias a los dones derramados por la
Virgen de Medjugorje, que cada vez “toca” con más fuerza a
esta ciudad.
La Adoración Eucarística de los viernes en la parroquia de San
Miguel y San Sebastián acoge cada semana a más fieles, y cada
vez más jóvenes. Son los frutos de varios años consecutivos de
peregrinaciones a Medjugorje, convivencias mensuales y
ejercicios espirituales, pero también de las dos visitas que sor
Emmanuel Maillard nos ha hecho o la reciente visita de Patrick y
Nancy Latta. Este último acto, celebrado el pasado 14 de Enero en
la parroquia del Salvador y Santa Mónica, ha sido hasta ahora la
mejor muestra del creciente fervor en Valencia a toda la
espiritualidad emanada desde Medjugorje. Y es que el templo se
llenó con la presencia de más de medio millar de fieles que
participaron con fervor durante las cerca de cuatro horas que duró
el evento. Entre los asistentes se encontraban 22 sacerdotes y los
miembros del seminario menor de Xàtiva, acompañados por sus
formadores.
El acto comenzó poco antes de las 8 de la tarde con el rezo del
Rosario. El rezo fue conducido por una religiosa, un sacerdote, un
matrimonio, un joven y un niño, que dirigieron el rezo de cada
uno de los cinco misterios, rezando por la intención de cada una
de las realidades que representaban. Mientras se rezaba el rosario,
buena parte de los sacerdotes confesaban a numerosos fieles.
Concluido el rosario, se celebró la Santa Misa, concelebrada por
una decena de presbíteros. En ella se repartieron 500 comuniones,
pero la cifra se quedó corta ya que una veintena de fieles se quedó
sin poder comulgar porque las formas se acabaron.
La celebración eucarística dio paso al testimonio de Patrick y
Nancy, que presentaron la experiencia de su conversión y la
historia de salvación de su familia. En su testimonio trasladaron la
fuerza de salvación del Rosario como elemento aglutinador de la
familia. El momento culminante tuvo lugar cuando convocaron al
altar a todos los sacerdotes presentes y allí les hicieron un
homenaje de acción de gracias por su vocación, que hace posible
el milagro de salvación de Dios a los hombres en la tierra a través
del perdón definitivo de los pecados.
Tras este especial momento, que emocionó a numerosos fieles
allí presentes, llegó el momento de la Adoración Eucarística, que
nos trasladó con fidelidad al espíritu que se vive en Medjugorje
en las adoraciones a Jesús sacramentado. Guiada por el padre Luis
Torregrosa, en la Adoración se nos invitó a dejarnos amar por el
Señor tal y como somos. La celebración estuvo ambientada con
cantos de Medjugorje de adoración al Señor, en un profundo
ambiente de recogimiento en silencio y oscuridad, con la única
luz emanada desde la custodia sobre el altar y el ambiente
impregnado del aroma incensal. Fue emocionante advertir el
recogimiento con el que se vivió la Adoración, teniendo en cuenta
que a esas horas de la noche (23:00h) continuaban en el templo la
mayor parte de los asistentes. En los pasillos del templo o en
algunos rincones se pudo ver a fieles arrodillados en el suelo o
agachados en posición de recogimiento y oración profunda. La
Adoración acabó poco antes de la medianoche y fue el mejor
colofón para este acto, que demostró que la espiritualidad de
Medjugorje ha llegado a Valencia con toda su plenitud.
Tras el acto, un grupo de jóvenes compartió un ágape con
Patrick y Nancy como muestra de agradecimiento. El matrimonio
agradeció la fervorosa acogida recibida en Valencia y, en general,
en su visita a España, de la que Nancy recordó su tradición
mariana. También apuntó a la misión que nuestras tierras tendrán
en el futuro como revulsivo de la fe en Europa cuando España se
reencuentre con su secular devoción a María. Durante la velada
Patrick y Nancy compartieron su sonrisa y su trato cálido con
todos los presentes, a pesar que él ha sido recientemente operado
de la espalda y padece fuertes dolores.
No hay mejor muestra del valor de un encuentro espiritual que
los frutos que deja. Y esta visita ha dejado muchos. Algunos de
ellos brotaron horas después de la charla. Según nos han contado
personalmente, diversos matrimonios han vuelto a rezar juntos de
nuevo. Uno de ellos, que atravesaba una profunda crisis, se puso a
rezar el Rosario al día siguiente de la charla y no pudieron
acabarlo porque no paraban de llorar de la emoción que les
embargaba. Además, en los días posteriores al acto numerosas
personas se interesaron por peregrinar a Medjugorje. Unos días
antes, algunas de ellas apenas conocían nada de este oasis de paz
desde el que la Virgen quiere acabar la misión de salvar al mundo.
Gracias, María, por todas las gracias derramadas sobre el noble
pueblo valenciano.

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