Como cada fin de año en Medjugorje, se celebró la Eucaristía a medianoche. Fray Jozo Grbeš, el provincial de la provincia franciscana de Herzegovina, presidió la santa Misa que comenzó a las 23.30 horas en concelebracion con 112 sacerdotes. De esta manera, culminamos el año con Cristo y comenzamos a recorrer el año nuevo con Cristo, que es “camino, verdad y vida” (Jn 14,6).

La homilía de fray Jozo Grbeš es una invitación a examinarnos a nosotros mismos y las circunstancias que nos rodean, a ser agradecidos a Dios por todo y a vivir este año que ha comenzado tomándonos en serio el mandamiento del Amor que el mismo Cristo nos ha dejado.

A continuación, la homilía completa:

Introducción

Un año más ha quedado detrás de nosotros. Estamos cambiando el calendario. Nos examinamos a nosotros y a nuestros seres queridos, los acontecimientos y las personas, al país y a los ciudadanos.   Pedimos explicaciones, damos gracias a Dios, y esperamos hacer, pensar y vivir mejor el año que comienza su recorrido incierto. Es bueno prepararse para el viaje, porque el mañana pertenece a los que se preparan hoy. Si queremos vivir una vida nueva y mejor, entonces eso supone una manera de pensar nueva, y una nueva forma de pensar es fruto del Espíritu. Como dijo una vez un hombre sabio: “Estar en guerra con los vicios, en paz con los vecinos, y que el Año Nuevo encuentre en ti a una persona mejor”. (Benjamín Franklin). O como dijo el gran Benedicto XVI, a quien el Señor ha llamado hoy a su presencia: “El que tiene esperanza vive de manera diferente”.

El misterio y la grandeza del tiempo, la eternidad, la vida y a Dios mismo sólo pueden ser comprendidos con una actitud humilde, no arrogante. Esto nos lo explica tan tiernamente la madre de Belén, la mujer de Nazaret, la Virgen de todos los tiempos.

¡Las partidas hablan de la eternidad, y las venidas hablan de amor! El Año Nuevo es, por lo tanto, un punto de inflexión en el tiempo, marcado por el cierre solemne de una etapa que termina y otra nueva y desconocida que comienza.

NUESTRA VIDA: Nuestra personalidad y originalidad es un don de Dios Creador.  Debemos respetarnos a nosotros mismos y nunca permitir que nadie nos trate como basura a nivel de persona, familia o pueblo. ¡Entonces comprenderemos que cada persona es importante!

Recordad que no siempre somos responsables de lo que nos pasa, pero somos responsables de cómo reaccionamos a lo que nos sucede. Las personas encerradas en si mismas son como un paquete pequeño, mientras que las personas abiertas y generosas se sienten parte de uno grande. El egoísmo es la fuente de todos los males de este mundo. El egoísmo causa envidia, celos, desprecio, odio, peleas, blasfemias y todos los conflictos en todas las generaciones y tiempos.

¡Somos seres que recibimos, así que hemos de dar para que nuestra vida sea auténtica! No hay autenticidad en el egoísmo. Seamos personas de amor. El amor es el centro del cristianismo. El amor es la única receta contra el egoísmo y todo mal. Para Cristo, el amor fue el fundamento de toda su vida. Sanaba con amor, perdonaba con amor, comprendía con amor. Sólo el amor conoce y comprende. A causa de ese amor que lleva el nombre de Dios, ¡nuestra elección debe ser el amor!

Jesús de Nazaret fundó tanto su vida como la salvación en el amor, y asoció el amor con cada acto: “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado”, “Dejadme lavaros los pies”. “Ama a tus enemigos”. “Bendice a los que te ofenden”, “El que se ensalce a sí mismo será humillado, y el que se humilla a sí mismo será ensalzado”.  “Si solo amas a los que te aman, ¿qué merito tienes?” “No juzguéis y no seréis  juzgados.  Perdona y  serás   perdonado”.  “Nadie tiene mayor amor que este, dar la vida por sus amigos”. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”.  Así, el amor es el centro de la vida y del universo, del tiempo pasado y futuro. Aunque el sufrimiento y la tristeza son a menudo el precio que pagamos por el amor, ¡nuestro camino no puede ser otro!  La persona humana encuentra su perfección “en la búsqueda y el amor por lo que es verdadero y bueno”. Benedicto XVI.

FAMILIA: ¡La familia y los amigos son un regalo para nosotros! Un don ¡Puro don! ¡No desistamos de ellos fácilmente! La familia es el lugar donde somos felices. Tiene que ser el lugar de las personas que nos entiendan. Somos comprendidos por aquellos que nos aman. Como dijo la Madre Teresa: “¿Qué puedes hacer por la paz mundial? Ve a casa y ama a tu familia”.

FE: Creed en Dios. La fe en el Señor hace que la vida valga la pena, porque la fe en Dios os da el conocimiento de que vosotros también sois parte de algo que es mucho más grande que tú y yo.  La fe en Cristo da un significado que dice que en nuestro camino no estamos solos. Alguien que está cerca de Dios se vuelve poderoso; ¡puede derrotar el mal que corroe el mundo!  Como Benedicto XVI “pasó su vida buscando el rostro de Jesús”, también nosotros debemos saber que “creer no es otra cosa, que en la oscuridad del mundo, tocar la mano de Dios y así, en silencio, escuchar la Palabra, ver el amor”. (Benedicto XVI).

STATUS QUO/ INMUTABILIDAD: ¡No nos quedemos iguales! El status quo no es un amigo en el viaje del hombre. No podemos seguir adelante quedándonos en el mismo lugar. El hombre es un ser de transición, una transición constante hacia algo mejor y más perfecto. Esta noche nos dice que tomemos conciencia del calendario que cambia fechas y números todos los días. Si los años avanzan, ¿podremos nosotros también avanzar?  Gran parte de nuestra energía, tiempo y dinero se gasta en mantener la distancia entre nosotros. Llevamos en nuestros bolsillos llaves no tanto para poder entrar sino para que otros no puedan entrar. ¿Podemos convertirnos en los que abren las puertas, unen, comparten, conectan, y hacen que el mundo sea más hermoso y mejor?

PASADO: El pasado tiene una sola misión: ser el maestro del futuro. No importa cuál sea el pasado. No debe convertirse en una carga. Las personas que siguen volviendo al pasado solo llevan cargas mayores, y esas cargas destruyen el presente. Esta noche puede ser una noche de decisión para nosotros para no repetir un pasado malo. Tomemos solo lo mejor del pasado y emprendamos un viaje, para que “las noches no se conviertan en monumentos a la soledad” para nosotros. Porque tenemos que pasar el resto de nuestra vida en el futuro, para no repetir la vida de un poeta que dice: “Me arrepiento del pasado, espero el futuro, insatisfecho con mi presente, esta es mi vida”. (Piotr Ilich Chaikovski).  ¿De qué te arrepientes del año que ha quedado atrás? ¿Cuáles son los anhelos de tu corazón? ¿Nos arrepentimos de lo que hicimos o de lo que no hicimos? ¿Nos arrepentimos de las palabras pronunciadas, de los prejuicios y los juicios? ¿Hemos gastado mucho tiempo en cosas irrelevantes?

MIEDO: ¿De qué tienes miedo? ¿Por qué tenemos miedo? ¿De perder algo o alguien? ¿Tenemos miedo a lo desconocido? ¿Tenemos miedo de lo que sucederá mañana, y lo que tememos puede que nunca suceda? El miedo es manipulador.  El miedo es el compañero de los débiles. ¿Y quién quiere ser débil?  El miedo a menudo está arraigado en la ilusión, es alimentado y mantenidos por ella. La verdad es el enemigo mortal de la ilusión. Cuando nos convertimos en personas de la verdad, nos volvemos valientes. El miedo desaparece por si solo, y “la verdad no está determinada por la opinión de la mayoría” – (Papa Benedicto XVI). Cuando resolvemos el problema del miedo y aceptamos el mandamiento del amor, lo habremos resuelto todo.

AGRADECIMIENTO: Este es el tiempo de dar gracias. Las personas agradecidas ven el mundo muy bien. Los que no están agradecidos, se quejan, de todo y de todos. Comentan todo y a todos. Son perfectos, y todos los demás son raros. ¡Son críticos de la realidad cotidiana que nunca es lo suficientemente buena! No ven una amplia visión de la vida, sino una pequeña imagen de los propios intereses. La gratitud es sencilla. “Cada vez que elijamos ser agradecidos, nos resultará más fácil ver cosas nuevas por las que estaremos agradecidos. La gratitud engendra gratitud, así como el amor engendra amor” (H.N.) Los días festivos más antiguos registrados en la historia de la humanidad fueron los días festivos de acción de gracias. ¡Seamos agradecidos nosotros también!

¿PREGUNTAS?

En esta noche de transición en el tiempo nos preguntamos: ¿Qué huellas dejaremos atrás este nuevo año?   ¿Qué es importante y qué no?  ¿Qué  soy  y qué no soy?   ¿Soy una copia o un original?  El Señor me ha creado original, ¿acaso he elegido un camino que copia a otras personas, sus vidas, sus acciones o sé quién soy?   La diferencia entre el original y la copia es la diferencia entre lo importante y lo que no tiene importancia, entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto.

Esta noche podría ser el primer día del resto de nuestra vida. Daremos este paso tan importante de nuestra vida sólo si tomamos en serio el mandamiento de  amor de Cristo.  ¡Que así sea!

Jozo Grbeš, ofm

Año Viejo/Nuevo 2022/23

 

Compartir: