La cuarta y última noche del 36º Festival de Jóvenes concluyó con un envío misionero: se entregaron rosarios a los jóvenes representantes de 71 países, de donde provenían los peregrinos de este Mladifest. Los rosarios fueron entregados por el obispo de Mostar-Duvno y administrador apostólico de la diócesis de Trebinje-Mrkan, monseñor Petar Palić, junto al visitador apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje, el arzobispo Aldo Cavalli.
«Queridos jóvenes, acepten el rosario, es decir, la mano de María que se les tiende para que caminen por la vida con Jesús y con María, y aprendan de ellos. ¡Sean evangelizadores en sus familias, en sus ciudades y en sus países!», expresó el párroco de Medjugorje, fra Zvonimir Pavičić. Con este gesto, los jóvenes fueron enviados a sus hogares y comunidades parroquiales para compartir lo que han recibido en Medjugorje.
Al final, el obispo Palić impartió la bendición a todos los presentes, después de haber presidido la Santa Misa. Concelebraron con él, el arzobispo Aldo Cavalli, los obispos Vlado Košić, Everard de Jong, Guido Gallese y Domenico Sigalini, junto con 596 sacerdotes. Durante la misa, los jóvenes llevaron al altar un lienzo en el que habían escrito durante los días anteriores sus oraciones y agradecimientos.
Al comenzar su homilía, el obispo Palić reflexionó sobre el lema que ha guiado a los jóvenes durante estos días en Medjugorje: “¡Vamos a la casa del Señor!” (Salmo 122, 1), y les explicó las lecturas del día: “En el Libro de los Números, escuchamos sobre el pueblo de Israel que, tras cuarenta años de travesía por el desierto del Sinaí, se queda sin agua. La sed se vuelve insoportable y el pueblo murmura contra Moisés y Aarón: ‘¿Por qué nos sacaron de Egipto para traernos a este lugar miserable… a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestros animales?’ Esta pregunta revela su desconfianza, su olvido de las obras maravillosas que Dios ya había hecho por ellos.
En el Evangelio, Jesús pregunta a sus discípulos: ‘¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?’ Y luego, de forma más directa: ‘Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?’ Pedro responde con una confesión de fe majestuosa: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo’”,dijo el obispo Palić, señalando que estos textos “hablan de nuestra relación con Dios y de nuestro camino hacia su Casa”.
Añadió que todos conocemos la experiencia del desierto, y que muchas veces, como los israelitas, murmuramos. La sed física del pueblo de Israel “simboliza una sed más profunda: la sed de sentido, de presencia, de Dios mismo”. Por eso, les presentó una reflexión de san Juan Pablo II, gran amigo de los jóvenes: “¡No tengan miedo! ¡Abran de par en par las puertas a Cristo!”.
“Pero abrirle la puerta a Cristo también significa aceptar su camino, que pasa por la cruz. Como Pedro, muchas veces decimos: ‘Tú eres el Cristo’, pero luego añadimos: ‘que la cruz quede a un lado’. Queremos una fe que nos brinde solo consuelo inmediato, no una fe que nos llame a la conversión y al sacrificio.
Este lugar, Medjugorje, para muchos se ha convertido en un nuevo Horeb, donde brotó agua de la roca. ¡Cuántos jóvenes han encontrado aquí la fuente de agua viva! ¡Cuántos han vivido aquí el descubrimiento de Pedro, al reconocer quién es Jesús!”, afirmó el obispo Palić. Subrayó que la Casa del Señor no es solo un lugar físico, sino “una comunión con Él, es la Iglesia viva, es el Cielo que nos espera”, pero que “el camino hacia esa Casa pasa por la confianza –la que faltó al pueblo en el desierto– y por la aceptación de la cruz –lo que faltó en Pedro”.
Concluyó con la misma pregunta que Jesús hizo a sus discípulos: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Invitó a los jóvenes a no responder con palabras aprendidas de memoria, sino con sus vidas. Finalmente expresó su deseo: que todos reconozcan “a Cristo como el agua viva que sacia toda su sed, como la roca firme sobre la que pueden construir sus vidas, como el amigo fiel que camina con ustedes hacia la Casa del Padre”.
Antes del programa vespertino de oración, que comenzó con el rezo del rosario a las 18:00 dirigido por fray Mate Tadić, los miembros de la Comunidad Cenáculo compartieron sus testimonios sobre el camino de la adicción y su liberación, o mejor dicho, sobre lo que «Dios hizo a través de ellos», acompañados de mucha música, cantos y bailes.
En la parte matutina del programa, después del rezo de la mañana dirigido por fray Zvonimir Pavičić, el provincial de la Provincia Franciscana de Herzegovina, fray Jozo Grbeš, impartió una catequesis a los jóvenes. Luego, Keith Kelly, de Irlanda, contó su historia de cómo pasó de ser un adolescente problemático de una familia con dificultades a convertirse en educador de jóvenes. Esto lo logró con la ayuda de la Reina de la Paz en Medjugorje, gracias a la cual también su familia recuperó la fe. Invitó a los jóvenes a abandonar la narrativa equivocada de que entregarse a Dios significa perder algo.
El Centro Informativo Mir Međugorje presentó sus centros operativos en diez zonas lingüísticas alrededor del mundo.
“La familia del Centro Informativo Mir Medjugorje no la formamos solo los que estamos aquí, porque no podemos hacerlo solos. Nuestra familia incluye otros diez centros informativos en todo el mundo: para las áreas de habla alemana, española, inglesa, italiana, eslovaca, ucraniana, rusa, china, checa y portuguesa, con más de 150 voluntarios en total”, dijo el director del centro, Vedran Vidović, destacando algunas de sus actividades: organización de peregrinaciones, encuentros de oración regulares, encuentros de oración por la paz, etc. Invitó a los jóvenes presentes en el Mladifest a contactarles si no existe un centro en su idioma, para intentar fundar uno nuevo juntos.
El trabajo de estos centros fue elogiado y agradecido también por el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić, quien visitó algunos de ellos, donde dio testimonio, animó y se encontró con muchos que no pueden viajar a Medjugorje, llevándoles el mensaje de la Virgen.
Fray Danko Perutina, presidente del Consejo del Centro Informativo Mir Medjugorje y uno de sus asesores espirituales, dijo que la Virgen da mensajes para todo el mundo, y que no es solo madre de los cristianos, sino de toda la humanidad, a la que quiere llevar hacia su Hijo.
Finalmente, Oriol Vives, presidente de la Fundación Centro Medjugorje para el mundo hispanohablante, presentó el trabajo de los centros, mostrando en las pantallas cómo se celebran los encuentros de Medjugorje en distintas partes del mundo. Comentó que organizan grupos de oración, retiros espirituales, encuentros de oración y peregrinaciones.