La santa misa por el eterno descanso del Papa Emérito Benedicto XVI fue celebrada el 5 de enero a las 18 horas en la Iglesia de Santiago Apóstol en Medjugorje. La misa fue presidida por el arzobispo Aldo Cavalli, Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje, en concelebración con fray Zvonimir Pavičić, párroco de Medjugorje, y otros 13 sacerdotes. La celebración eucarística fue precedida, como cada noche, por el rezo del rosario dirigido por fray Marin Mikulić.

“El Papa Emérito Benedicto XVI fue sepultado hoy en Roma, y la Iglesia en el mundo entero ha estado unida en oración por el eterno descanso de su alma. Ahora nos uniremos a esas oraciones ofreciendo esta Eucaristía por él”, dijo fray Zvonimir Pavičić al comienzo de la celebración eucarística.

En su homilía, el arzobispo Cavalli describió el encuentro del Evangelio de hoy en el que Jesús encuentra e invita a Felipe a seguirlo.

“Seguir a Jesús significa, en particular, tomar dos decisiones”, dijo Mons. Cavalli, que son comprender la misión que tenemos en la vida y desarrollar los talentos recibidos para cumplir esta misión. Felipe entonces encuentra a Natanael, le habla de Jesús y le dice: ´Ven y verás´, “lo que significa: experimentar personalmente el encuentro con Jesús”.

“Jesús se encuentra con Natanael y después del dialogo con él, aclara para él y para todos nosotros su verdadera identidad y origen: el cielo se abre y los ángeles de Dios parten de él, de Jesús, y van a Dios”, dijo el arzobispo Cavalli, subrayando que lo que está descrito en el Evangelio se hizo realidad en el Papa Benedicto.

“Jesús al encontrarlo le dijo: ‘Sígueme’. El Papa Benedicto comprendió bien la misión que el Señor le había dado en el papel de pastor y teólogo, hasta su elección como Papa. El Papa Benedicto XVI cumplió la misión que le había sido confiada, utilizando fielmente los talentos recibidos. El Papa Benedicto experimentó personalmente el encuentro con Jesús, y partió de Él para comprender y llegar a Dios. “¡Bien, siervo bueno y fiel! Como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante. Entra en el gozo de tu Señor”.  (Mt 25, 21).

“Dios lo bendiga por todo lo que ha hecho en esta tierra, recibiéndole en el Paraíso”, dijo el arzobispo Aldo Cavalli al final de su homilía, y luego por unos instantes permaneció en silencio con los fieles.

 

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