La visita de Marija Pavlovic a España terminó el día 30 de mayo en Sevilla.

Era la primera vez que una de las protagonistas directas de los acontecimientos que se vienen sucediendo en Medjugorje desde 1981, venía a Sevilla, ciudad que se denomina como Tierra de María Santísima, pero en donde incomprensiblemente estos hechos se están empezando a conocer.

Los organizadores del acto teníamos un cierto temor a que los sevillanos no respondieran a la llamada de María Santísima (la Gospa) a través del testimonio de Marija, sobre todo porque, tal y como ocurrió en Barcelona, ningún medio de comunicación anunció la visita de Marija y su testimonio público, ni después cubrió la noticia. Además se trataba de un domingo y a una hora temprana. Pero, como decimos, nada importa, pues la Virgen María actúa directamente en los corazones de sus hijos y estuvieron en el acto aquéllos que respondieron a su llamada. Y no fueron pocos.

El tiempo que Marija podía pasar en Sevilla no era mucho, pues su avión aterrizó de madrugada el domingo en el aeropuerto y su regreso a Italia estaba previsto para el mediodía del mismo domingo. Sin embargo, no tenemos más que agradecimiento a Marija por haber accedido a visitar nuestra Ciudad, dando un empuje inestimable a la divulgación del Espíritu de Medjugorje entre nosotros.

El acto tenía previsto comenzar a las 9,30 horas de la mañana del domingo y a las 8,45 hs. de la mañana ya se contaban por decenas las personas que esperaban a las puertas de la Iglesia del Salvador para poder coger sitio en los bancos del Templo.

Comenzó con el rezo del Santo Rosario, contemplándose, como domingo que era, los Misterios Gloriosos, siendo rezado el último de ellos por Marija.

Tras una breve presentación por parte de la organización, Marija comenzó a darnos su testimonio, siendo traducida por nuestra amiga Filka Mihalj, que, como quedó dicho en las palabras de salutación, es un auténtico ángel bueno de Medjugorje en España, sirviéndonos de guía y traductora a gran parte de los españoles que acudimos a la llamada que hace la Virgen María desde Medjugorje. No me cabe duda que Filka ha sido una de las grandes culpables de que disfrutásemos de la presencia de María.

Marija nos contó parte de su extraordinaria experiencia y nos intentó trasmitir aquello que resulta más esencial en los mensajes de María Santísima, con un lenguaje sencillo y claro, pleno de amor materno-filial.

Nos invitó a enamorarnos de María Santísima, utilizando las cinco famosas “piedrecitas del Padre Jozo”: la oración del Santo Rosario con el corazón, el ayuno, la lectura de las Escrituras, la confesión y la Santa Misa.

Nos animó a constituir grupos de oración y a instar a los jóvenes a crear esos grupos, incluso como una limpia y fructífera alternativa a las formas actuales de diversión, en las que prima el alcohol, las drogas, la promiscuidad, etc.

También habló de la oración por las Almas Benditas del Purgatorio, explicando que ellas rezan e interceden también por nosotros porque saben que Dios existe, y lo saben de una manera distinta a nosotros. Y por supuesto habló de los sacerdotes, de la sagrada misión y función que desempeñan y el respeto que le debemos tener en todo momento.

Hizo una defensa del derecho a la Vida, pues la vida es un don de Dios y debemos compartirlo con los demás. El aborto, la eutanasia y otros ataques a ese derecho con mayúsculas, son faltas gravísimas contra el Amor de Dios.

La Gospa nos insta a vivir el Paraíso en la Tierra, a través de la conversión espiritual, debemos poner a Dios en primer lugar, pues sólo en Dios está nuestra paz y si no tenemos a Dios no tenemos futuro. También nos pide que recemos por los que no rezan y creamos por los que no creen.

Nos regaló unas estampas de la Virgen para recordar ese día, en el que de una pequeña aldea de Herzegovina vino una persona que decía que se le apareció la Virgen y es verdad. Nos pidió que demos testimonio de amor en nuestras familias; todo depende de nosotros y de nuestra libertad, para decidirnos por el Bien o por el Mal, y si nos decidimos por el Bien, nuestra Ciudad será santa y actuaremos igual que los antiguos apóstoles.

Nos dijo que íbamos a estar en sus oraciones y en sus apariciones pediría por nosotros.

Marija terminó contestando a unas preguntas que habían formulado los asistentes y rezando la oración que en principio rezaban los videntes con la Gospa, siete padres nuestros, siete avemarías y siete glorias, todos de rodillas en comunión espiritual.

Y no hubo tiempo para más, pues Marija debía coger un vuelo a mediodía para volver a su lugar de residencia.

Breve fue este primer encuentro de Sevilla con Marija, pero intenso, y esperamos que no sea el último, pues el testimonio y el ejemplo de estas personas son importantísimos siempre, pero aún más en la época en que nos ha tocado vivir, donde parece que el hombre le ha dado la espalda a Dios. Debemos poner a Dios en primer lugar en nuestra vida, de la mano de la Virgen María; y Marija, con su testimonio, ha pretendido acercarnos más a Ella.

L. Miguel Onieva Giménez
 

Compartir: