Al comenzar el mes de mayo, que está dedicado de manera especial a la Santísima Virgen María, en Medjugorje son miles los peregrinos que llegan a este lugar de oración y paz procedentes de todo el mundo.

El primero de mayo, la Iglesia celebra la fiesta de San Jose Obrero, y la santa misa vespertina a las 18 horas, en el altar exterior de la iglesia Santiago Apóstol de Medjugorje, fue celebrada por fray Alojzije Slavko Anđelić y con él participaron otros 113 sacerdotes. Como cada día, la santa misa fue precedida por el rezo del rosario que comenzo a las 17.00 horas.

“Todos conocemos al menos de biología lo suficiente como para saber que las ramas no crecen solas, sino que crecen adheridas a un tronco. Asimismo, en las vides, los sarmientos, crecen sobre la vid, sobre el tronco. Una vid puede sobrevivir sin ramas, pero las ramas no pueden sobrevivir sin la vid. Todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y la vida provienen a los sarmientos de la vid. Usando esta imagen de vides y sarmientos, el Señor Jesús también nos dice que nuestra vida está en Él. Si no estamos, como los sarmientos en la vid, conectados a ella, no podemos vivir, no podemos dar fruto. Sin Él estamos muertos. Él es el único camino a la vida. Aparte de Jesús, no hay otro camino, dijo fray Alojzije al comienzo de su homilía, añadiendo que mientras nosotros permanezcamos en Él y Él permanezca en nosotros, no se separará de nosotros.

“El Señor, mientras caminaba sobre la tierra, anunció la conversión. La conversión es un proceso continuo de volverse al Señor. Por eso toda nuestra vida debe estar en el Señor. Todas nuestras fuerzas, todos nuestros esfuerzos deben centrarse en Él. Y la oración es la escuela de esta vida. En la oración, nos dirigimos constantemente a Dios, elevamos nuestra mente y nuestro espíritu hacia Él. Permanecemos en Él a través de la oración. Es especialmente importante la manera con la que nos relacionamos de cerca con Jesús y aprendemos a amarlo. Y así permanecemos en Él, dijo el fray Alojzije Slavko Anđelić, señalando que al permanecer en el Señor reconocemos que Él es el Amor mismo y nos esforzamos por amarlo con nuestro amor.

En su sermón también se refirió a San José, a quien la Iglesia celebra hoy.
“En el día de hoy, en el que el mundo celebra al trabajador, la Iglesia instituyó la fiesta de San José Obrero para mostrarnos la actitud correcta hacia el trabajo. San José es un ejemplo de trabajo, no principalmente porque fuera carpintero, sino porque todo lo hizo en Jesús, centrado en Él. Es ‘un modelo de consagración silenciosa y fiel del trabajo diario’. Podemos decir que Él, como sustentador de Jesús, centrado en Jesús, hizo todo en el Nombre de Jesús. Ofreció todo su trabajo, toda su vida como ofrenda, como sacrificio al Señor, por Cristo, con Cristo y en Cristo. Con su trabajo mostró cómo permanecer en Jesús. De él aprendemos también otro aspecto de la permanencia en el Señor: ofrecer todo nuestro trabajo, toda nuestra vida como sacrificio a Dios, en Jesús, con él y por él”, dijo fray Alojzije.

Concluyendo su sermón con las palabras: “Muchas almas acuden a este lugar para ser ayudadas por la intercesión de la Virgen María. A lo largo de la historia de la Iglesia, allí donde se apareció, invitó a la gente a quedarse con Jesús. Si tomamos todas las apariciones reconocidas de la Santísima Virgen María, podemos extraer de todos los mensajes estas palabras clave: conversión, sacrificio, oración, Eucaristía. Todo esto sólo lo podemos vivir en la Iglesia, en su Cuerpo místico. Por tanto, permaneciendo fieles a la santa Iglesia, recibiendo los santos sacramentos, viviendo la conversión, orando fervientemente, ofreciéndonos en sacrificio, permanezcamos en el Señor Jesús, confiando en la intercesión de su Santísima Madre María y de su Purísimo Esposo José. Amén.”

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