Durante este verano se anunció que el 13 de Octubre, día de la Jornada Mariana del año de la fe, el Papa Francisco consagrará al mundo al Inmaculado Corazón de María, para lo que ha pedido que se lleve a Roma la imagen original de la Virgen de Fátima.

Con independencia de que el Papa consagrará al mundo en virtud de la potestad que ostenta como Vicario de Cristo sobre toda la tierra, sobre los hombres y particularísimamente los cristianos, una consagración despliega la plenitud de sus efectos cuando se prepara debidamente y se hace voluntariamente, de corazón. En este último caso, los efectos del acto que realizará el Papa serán amplificados de forma inconmensurable por la decisión personal de vivir o interiorizar la consagración, es decir, de adoptar una actitud ante la vida que se abraza con las limitaciones propias de todo ser humano. Por ello, y por los razonamientos que siguen, se invita a preparar la Consagración que realizará el Papa durante los 33 días previos, es decir comenzando el 10 de Septiembre (Preparación Totus Tuus propuesta por San Luis María Grignión de Montfort que utilizó Juan Pablo II).

Información extraída del documento preparado por: MATERNIDAD ESPIRITUAL DE SACERDOTES

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