Dos amigos de Austria, Herbert Fuik de Graz y Herbert Fuchs, ámbos de Viena, pusieron, en acción de gracias a la Gospa, las cruces de madera del Monte Krizevac, el 8 de agosto de 2001. Las cruces fueron colocadas junto a los relieves de bronce, obra del famoso escultor italiano Carmello Puzzolo. Estas cruces sustituyeron a las que estaban allí desde el principio y que Dios fue desgastando por medio de las condiciones meteorológicas. Cada vez que vienen a Medjugorje, suben y vuelven a pintarlas.

En agosto de 2001, estos dos agentes de policía piadosos, trajeron estas cruces de madera elaborados a partir de las maderas más finas. Colocarlas allí les llevó tres días. Mientras las ponían, la temperatura llegó hasta los 40 º C. Llevaron a la espalda el agua y el cemento necesarios para cada una de las estaciones. Las viejas cruces reemplazados, han sido enviadas a todos los rincones del mundo. Una de esas viejas cruces ha terminado en México, en el santuario de la Virgen de Guadalupe. Otra de ellas está en la casa de los padres de Herbert Fuik, quién vino a Medjugorje en estos días, con su esposa, y nos habló de esto y de su experiencia de Medjugorje.

“Mi amigo Herbert Fuchs llegó a Medjugorje mucho antes de viniera aquí por primera vez. Le rogó que viniera aquí con él. Cuando llegamos, vimos cómo habían sido destruidas las antiguas cruces y llegamos a la idea de hacer las nuevos. Hablamos de esto con el P. Slavko Barbaric a quien le pedimos permiso. Se alegró de ello e hicimos las catorce cruces en Austria para después llevarlas a Medjugorje. Sólo pudimos estar en Medjugorje los tres días que tardamos en hacer todo el trabajo. El 8 de agosto de 2011, colocamos esas nuevas cruces y convirtiéndose en una experiencia muy especial para nosotros. Estoy muy orgulloso de haber tenido el privilegio de hacer algo así “- dijo Herbert Fuik.

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