Oremos para poder abandonarnos totalmente a Jesús
“¡Queridos hijos! ¡Hoy los invito a orar por la paz! En este tiempo, la paz está especialmente amenazada y les pido que renueven el ayuno y la oración en sus familias. Queridos hijos, deseo que comprendan la seriedad de la situación y que comprendan que mucho de lo que va a suceder depende de su oración. ¡Pero ustedes oran poco! Queridos hijos, estoy con ustedes y los llamo a que, con seriedad, comiencen a orar y ayunar como lo hacían en los primeros días de mi venida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”
(Mensaje del 25 de julio de 1991)
Recemos el Rosario de la Paz
(Credo y los 7 Padrenuestros, Avemarías y Glorias)
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.