Oremos hoy para que todos los cristianos conozcan la importancia de la renuncia y del ayuno

“¡Queridos hijos! En este tiempo cuaresmal los invito a la renuncia interior. El camino que los conduce a ello pasa a través del amor, el ayuno, la oración y las buenas obras. Solamente con una total renuncia interior, ustedes reconocerán el amor de Dios y los signos del tiempo en que viven. Serán testigos de esos signos y comenzarán a hablar de ellos. Hacia eso deseo conducirlos. ¡Gracias por haberme respondido!”

(Mensaje del 18 de marzo de 2006 – Aparición anual a Mirjana)

 

Recemos el Credo, 5 Padrenuestros, Avemarías y Glorias por la Iglesia

1º Padre nuestro, Ave María y Gloria: Por la Iglesia universal

2º Padre nuestro, Ave María y Gloria: Por las intenciones del Santo Padre, el Papa

3º Padre nuestro, Ave María y Gloria: Por todos los sacerdotes, religiosos y religiosas en nuestras parroquias

4º Padre nuestro, Ave María y Gloria: Por todos los sacerdotes y religiosos que están en dificultad, crisis o enfermedad

5º Padre nuestro, Ave María y Gloria: Por las nuevas vocaciones

 

Credo

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria al Padre

Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

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