Texto con la entrevista a Mons. Hoser

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Su excelencia, le agradezco sinceramente esta entrevista. El mundo se ha detenido ante el coronavirus. ¿Usted ve algo positivo, algo bueno que podría surgir de este gran drama?

La epidemia nos sorprendió con su alcance, tiene un alcance global, por lo que la llamamos pandemia. En este momento, ha afectado la mayoría de los países y de la sociedad, y al mismo tiempo, ha causado la desaparición de la vida social y económica. Por otro lado, los fieles sienten grandes obstáculos para acceder a las prácticas religiosas públicas, a menudo, las iglesias simplemente son inaccesibles, están cerradas o hay reglas, como por ejemplo la limitación de un determinado número de fieles que pueden ingresar a una iglesia. Además, ésta es una situación sin precedentes, porque durante los desastres naturales o guerras del pasado, las personas acudieron en masa a las iglesias, mientras que ahora están privadas de ello. Sin embargo, se quedan en casa y es una gran oportunidad para las familias que no han tenido tiempo de estar juntas, porque como resultado del trabajo de los padres, la estancia de los niños en las escuelas y guarderías, experimentaron una situación en la que no hubo relaciones familiares, los padres no hablaban con los niños, ni los niños con los padres, los hermanos se reunían con menos frecuencia, no había comidas familiares y la oración común en las familias había desaparecido. Este tiempo es una oportunidad para que las familias renazcan en la vida en común y es por eso que este tiempo es completamente único para nosotros. Honestamente, además de toda la situación detallada en las estadísticas sobre los contagiados, las estadísticas de los enfermos, de los curados, etc., también tenemos las estadísticas sobre la economía y las perspectivas para el futuro, pero por otro lado tenemos un signo para todo el mundo, ya que ésta es una gran humillación para aquellos que parecían gobernar el mundo, para aquellos que crearon, hoy en día, la única ideología importante de este mundo, y es la ideología de las ganancias; las ganancias que eran el objetivo de toda la economía mundial, asociaciones empresariales dominaban los gobiernos estatales y países enteros y todo esto, por así decirlo, se ha venido abajo. Estamos experimentando una gran renovación espiritual, una renovación espiritual que requiere de nosotros que reflexionemos sobre nuestra forma de vivir, sobre nuestro estilo consumista de vida, sobre la civilización de la basura que está inundando el mundo entero y, al mismo tiempo, de las ideas que son basura. Y estas ideas no dan ni sentido ni perspectiva de vida, volvemos a lo más básico y, de hecho, este tiempo para los fieles es tiempo de reflexión cuando el acceso a los sacramentos es difícil y algunos ya desean que llegue el momento en el que podrán recibir los sacramentos. Tal es la situación general, algo parecido está sucediendo en nuestra tierra, en Medjugorje.

Los peregrinos solían venir a Medjugorje durante todo el año. Y ahora pueden recibir el mensaje de Medjugorje solamente en sus hogares, en algunas parroquias, en grupos pequeños. Sin embargo, tenemos la retransmisión en directo que siguen más de tres millones de personas, ¿se podría decir que estamos viviendo una realidad espiritual nueva en Medjugorje?

Medjugorje, antes que nada, parece un desierto, en el sentido de que no hay gente en las calles, o muy pocos, no hay rastro de peregrinos ni de los habitantes de Medjugorje, nuestros feligreses no han tenido acceso a la iglesia debido a las altas demandas de prevención sanitaria. Sin embargo, hay familias unidas, de varias generaciones, que todavía tienen la costumbre de rezar juntas, y sobre todo la práctica de rezar el rosario. Por otro lado, está la transmisión al mundo entero de esta liturgia, típica de Medjugorje: la Santa Misa, la adoración y, de esta forma, se mantiene la conexión entre Medjugorje y los peregrinos que también sienten el anhelo de este lugar y esperan el momento en que puedan regresar a Medjugorje.

Esta semana, para ser precisos, el 12 de mayo, se cumplió un año desde que el Papa Francisco autorizara las peregrinaciones a Medjugorje. ¿Cuáles son sus recuerdos a ese acontecimiento tan grande para todos nosotros?

Fue una gran alegría para todos nosotros en Medjugorje y recuerdo que tuvimos el privilegio de anunciar al mundo esta declaración de la Santa Sede en la iglesia de Santiago Apóstol, que es el patrono de los peregrinos, desde ahí partió esta buena noticia. Os recordaré el contenido de esta declaración: no hay impedimentos para organizar peregrinaciones a Medjugorje, todas las categorías de personas que componen la Iglesia pueden participar, comenzando por la jerarquía, y esto abarca a la jerarquía más alta de cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes de todo el mundo. De este modo, todas las personas pueden venir sin preocupaciones a este lugar con más tranquilidad aún a partir de esta declaración. Allí las personas realmente encuentran lo que han perdido en su vida, recuperan el encuentro con Alguien que les está esperando allí, y ese es Dios, ese es el Señor Jesús, esa es la Madre de Dios. Fue una gran alegría que se extendió por el mundo entero, porque enfatiza el papel universal de este santuario, que es visitado por peregrinos de todos los continentes, un santuario abierto precisamente a la universalidad de la Iglesia. Estamos contentos por ello y esto también muestra el futuro de Medjugorje, que debe vivirse al ritmo del corazón de la iglesia universal.

Desde la perspectiva del año que acaba de cumplirse de esta declaración ¿Cómo valora esta decisión y sus frutos?

Esta decisión ha traído frutos visibles con el aumento del número de peregrinos y el número de sacerdotes que los acompañan, también nos han visitado altos encargos de la iglesia, desde el Festival de Jóvenes del año pasado hasta que estalló esta epidemia. Supongo que, después de la epidemia, cuando pase, los peregrinos regresarán a este lugar tan carismático, porque es el lugar donde brilla la luz del Evangelio, la luz de Cristo.

Esta semana es muy rica en contenido mariano. El 13 de mayo fue el aniversario de las apariciones en Fátima y del atentado a Juan Pablo II. ¿Se acuerda usted de ese trágico día? ¿Qué es lo que pasó entonces, como se enteró usted?

Nos enteramos cuando estaba de misión en Ruanda. Ésta fue una noticia trágica que nos paralizó a todos de alguna manera. Me enteré de ello por el arzobispo André Perraudin, nos encontramos en una parroquia, él, recuerdo, vino a mediodía y me contó la noticia. Todos oramos por la salvación de San Juan Pablo II. Las horas posteriores al atentado, nos quedamos sin aliento, reviviendo el dramáticas acontecimiento, la lucha por su vida en el Hospital Gemelli y, finalmente, la rehabilitación lenta, larga y difícil, con las complicaciones que la acompañaban, lo que tuvo como resultado el lento regreso del Papa a sus actividades habituales. Pero ya desde la cama, desde la ventana del hospital, bendecía a los que estaban frente al hospital rezando por él.

El mismo Juan Pablo II decía que la mano de la Virgen guió la bala de Ali Agca. Gracias a la Virgen que desvió la bala, él sobrevivió. La bala no tocó los órganos vitales y sobrevivió.

Por supuesto, el Santo Padre mismo dijo que Nuestra Señora dirigió esta bala que pasó por alto sus órganos vitales, por lo que hoy esta bala se encuentra en la corona de Nuestra Señora en Fátima, dado que el día del atentado era el aniversario de las apariciones de Fátima y el Santo Padre fue un distinguido papa mariano; él, a su vez, tuvo como lema episcopal: “Totus Tuus Maria”, “Todo tuyo María”. Toda su vida vivió una profunda espiritualidad mariana que trajo desde su propia casa, y que luego él mismo moldeó. En el trabajo en la cantera, llevaba en su bolsillo la libreta de San Louis Maria de Montfort sobre la devoción a la Bienaventurada Virgen María, y más tarde, a lo largo de toda su vida, enfatizó y desarrolló la mariología del siglo XX, en el espíritu del II Concilio Vaticano y de la Constitución de la Lumen Gentium,  éste fue el punto de partida de toda su reflexión. También fue el sucesor del papa mariano Pablo VI quien sabía que la crisis posconciliar estaba causando el abandono de la piedad mariana como piedad popular, que les parecía indigna de los intelectuales de la Iglesia abierta, por lo que el Santo Padre Pablo VI publicó tres documentos importantes sobre el tema del culto mariano, especialmente el básico “Marias cultus“. Juan Pablo II ya desde el principio se confió a María y constantemente hablaba de ella, hacia peregrinaciones a los santuarios marianos, por lo que su primer viaje a México tenía como objetivo visitar a Nuestra Señora de Guadalupe. Y posteriormente, a lo largo de su pontificado, visitó cientos de santuarios marianos, y gracias a él, la imagen de la Madre de Dios se colocó frente al Palacio Apostólico y es visible desde toda la Plaza de San Pedro. Esto también muestra el amor de Juan Pablo II por la Bienaventurada Virgen María.

El pontificado de Juan Pablo II coincidió en el tiempo con el desarrollo de la devoción a la Madre de Dios en Medjugorje. Su excelencia, ¿usted conoce la opinión de Juan Pablo II sobre lo que sucedía en Medjugorje, sobre la devoción a la Madre de Dios?

Juan Pablo II desde el principio fue muy favorable y estuvo interesado en los acontecimientos de Medjugorje como hoy estamos descubriendo, porque el culto mariano que estamos desarrollando allí (Medjugorje) es la devoción a la Reina de la Paz, que tiene profundas raíces en las apariciones de Fátima. Hoy recordamos, las primeras apariciones que tuvieron lugar en el llamado Valle de la Paz en 1917, y como 8 días después el Papa Benedicto XV introdujo la invocación de la Reina de la Paz en las letanías lauretanas. Estas apariciones protegían nuestro futuro del conflicto, llamando a la conversión, y la conversión supone la introducción de la paz entre el hombre y Dios, es la conversión, la paz de Dios en el corazón del hombre. Porque, antes que nada, la inquietud habita en cada uno de nosotros y hace que esa inquietud irradie negatividad en nuestro entorno. Hasta que no nos reconciliemos con Dios, tendremos grandes dificultades para reconciliarnos con el prójimo, hasta que podamos vivir con los demás como hermanos e hijos del mismo Dios.

Ya que hablamos de Fátima, debo preguntarle sobre lo que a veces inquieta a muchas personas. ¿Conocemos todas las apariciones de Fátima? ¿Están publicadas en algún lugar? ¿Sabemos lo que la Madre de Dios quiso comunicarnos?

Creo que el misterio es algo que siempre descubrimos solo parcialmente, no tenemos ninguna certeza absoluta en ese campo, pero lo que se ha publicado muestra más o menos el significado de estas apariciones y su necesidad para el mundo de hoy, porque estas apariciones tienen lugar en una perspectiva apocalíptica, es decir, en el futuro y en la lucha constante entre el bien y el mal, la lucha constante por el reinado de Cristo, para que su adversario, el príncipe de este mundo, ya no sea visible.

Volvamos a Medjugorje. Numerosos peregrinos se preguntan si este año se podrá participar en el Festival de Jóvenes y en otros acontecimientos religiosos que se celebran en Medjugorje.

Todos anhelamos el Festival de Jóvenes, porque ese es el evento más importante de todo el año litúrgico en Medjugorje, pero, por supuesto, dependemos de la situación epidemiológica. Si sigue igual, este año, desafortunadamente, solo habrá un encuentro virtual con Medjugorje, pero no real, ni físico, donde la gente pueda venir, no solo porque las fronteras estén cerradas, sino que el transporte público tampoco funciona, por lo que ni siquiera hay condiciones para llegar allí y, por lo tanto, lo más probable es que el Festival de Jóvenes no se celebre este año.

Su excelencia, ¿cuándo se podrá tomar la decisión final sobre la celebración del Festival de la Juventud?

Tal vez a finales de junio, porque necesitamos tiempo para prepararnos, no solo con respecto al lugar y la organización del festival, sino también los peregrinos necesitan tiempo para poder obtener toda la documentación necesaria para poder viajar en los medios de transporte, etc. para poder llegar a Medjugorje.

Su mensaje para todos nuestros espectadores, los peregrinos de Medjugorje, los amigos de este lugar. Su excelencia, ¿qué quiere decirles al final de este encuentro?

Queridos amigos de Medjugorje, queridos peregrinos, queridos parroquianos, me dirijo a vosotros con una gran petición, y es que viváis en el espíritu de la esperanza, porque Medjugorje tiene la tarea de despertar la esperanza en las personas, la esperanza teológica, la esperanza de Dios, lo que significa que Dios es siempre el que nos guía con gran amor y misericordia, que nos envía a la Madre de Dios para que nos lleve a Él.  Ella siempre nos muestra a Jesús, como sucede en Medjugorje, y os ruego que seáis realmente sembradores de paz, de confianza y de la presencia de Dios, que no nos abandona en estos momentos. Cuidad de vuestros viñedos, y olivares, ellos recuerdan a la Tierra Santa, donde Jesús estuvo y vivió. Pero Él sigue acompañándonos a través de los siglos, nos envía a Su Madre para protegernos, para ser la protectora de nuestra paz interior, familiar y social. Por lo tanto, seguiremos conectados a través de los medios de comunicación que están muy activos actualmente, para que podáis uniros espiritualmente a Medjugorje, orando por el momento en que nos volvamos a encontrar allí y le podamos dar gracias a Dios por todos los dones que hemos recibido. ¡Alabados sean Jesús y María!.

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