Excelentísimo Monseñor Stanislaw, Reverendo Padre Rubén, Párroco de nuestro Santuario Virgen de Cotoca, muy querida Familia Ortiz – Barboza, Miembros del Apostolado de María Reina de la Paz, Ingenieros de Obra, Personal de trabajo en todas las áreas administrativas de esta magnífica obra y a cada uno de los trabajadores, fiscales, obreros, albañiles, todos, todos los que están aquí y quienes nos acompañan desde lejos.

Hoy es un día de acción de gracias. Desde las primeras horas de la mañana nuestros corazones han estado enlazados en oración sintiendo la emoción de ser parte de una etapa muy hermosa, que no solo supera nuestros sueños, sino que con renovado entusiasmo, se abre al compromiso de servir a nuestra Iglesia y sus comunidades.

Podría decir con absoluta sencillez: no sé en que nos hemos metido, pero creo que esa pregunta – ninguna de nosotras – quienes formamos este pequeñísimo y humilde apostolado – se ha cuestionado, pues desde que abrazamos la espiritualidad de la Reina de la Paz – dijimos SI a ciegas, – con el deseo simple de convertirnos en los brazos extendidos de la Virgen que nos llama a todos a la conversión.

Definitivamente hoy es un día de gozo, cargado de profunda gratitud y que tiene muchos canales para empezar a decir gracias.

El primero va para Dios, nuestro Señor, nuestra inspiración y nuestro consuelo. Es el Quien nos provee desde la voluntad y la entrega para cumplir con Sus propósitos. A nuestra Madre que abre su manto de amparo y protección y nos recuerda cada día que somos sus queridos hijos.

A nuestro querido Monseñor Stanis aquí presente que nos acoge con paciencia, aún a sabiendas que nos equivocamos, pero que a pesar de cualquier error, él se nos da a nosotras; está ahí siempre como el buen Pastor.

Hoy tb quiero recordar al Padre Ricardo Campos que sabemos nos mira desde el Cielo. El fue el gran artífice para llegar hasta este día, que nos hace felices. Por todas esas tardes, meses y años de su sencilla y amorosa compañía animándonos en la fe, hoy no puede pasar desapercibido. Se llevó consigo nuestras confesiones, dudas y temores y nos dejó a cambio el insistente deseo de responder al llamado de la Reina de la Paz.

Ese llamado insistente, aunque para algunos imperceptible, tocó a uno de una manera muy particular: el Arq. Rubén Darío, un discípulo que bastó solo con mirar a la Reina de la Paz en la Colina de las Apariciones para volver sus propios ojos a Dios, con todas sus fuerzas, con todas sus energías; las mismas que las ha volcado hoy aquí, en cada diseño, en cada línea, en cada hora de su día a día, dándonos junto a su esposa Yorana, su hermana política Rose Mery, sus hijas, su familia entera y su equipo fiel de servidores, una gran ofrenda que sin duda se convertirá en la fuente de inspiración, no para pocos, sino para muchos que aunque accidentalmente lleguen aquí,- al contemplar este espacio dedicado a la gloria de Dios, – puedan experimentar el amor de Dios en sus vidas.

Nuestro respeto y gratitud eternas en nombre de todos y cada uno los aquí presentes querido arquitecto. Que la Reina de la paz lo bendiga siempre y que nos bendiga a todos para que de la misma manera, nosotros entreguemos lo mejor de nosotros al servicio de la Iglesia y nuestro pueblo.

¡Alabados sean Jesús y María!

Palabras de agradecimiento en el día de la Entronización de la Reina de la Paz en la Ciudad El Triunfo el Sabado 14 de Mayo, 2022

Entronización Virgen

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