Oh Señor Jesús,  Tú dijiste que el que coma de este pan, vivirá para siempre.  Señor, Tú  nos has dado Tu Cuerpo como alimento,  como el Pan de Vida, el alimento que nunca perece. Haz que precisamente en Él, encontremos nuestra seguridad, que no pueda perecer, porque no puede pasar.

Señor, muchas veces tenemos hambre en nuestra vida, y tratamos de alimentarnos del alimento que perece. Tratamos de dar sentido a nuestra vida, y muchas veces, en ello nos alejamos de Ti, entonces,  tenemos  hambre.

Ayúdanos, Oh Señor,  que siempre te busquemos, que te encontremos,  que te reconozcamos.  Quédate cerca de nosotros, llévanos a Ti,  para que en Ti podamos tener vida eterna.

 

Señor, Tú hablas en los corazones de cada uno de nosotros.  Tu voz, siempre igual, nos dice: “Busca Mi Rostro, busca el Rostro de Dios “.

Señor,  haz que te busquemos en  nuestra vida, haz que te busquemos sin parar, sí, para que podamos entrar en Tu Reino, el Reino del Amor y de la Paz.

Danos de Tu Paz, Oh Señor, la misma paz que Tú has dado a Tus discípulos cuando te apareciste a ellos en el día de Tu Resurrección.  Concédenos a  nosotros también Tu Paz, concédenos la fuerza de poder llevar esa paz al mundo entero.

 

Señor, son muchas las gracias que Tú nos das, y nosotros nos damos cuenta de ellas, muy poco.

A menudo te buscamos en lugares equivocados, y a menudo no te vemos alrededor de nosotros en las cosas sencillas,  en los hermanos necesitados.

Señor, haznos testigos  tuyos, para que llevemos Tu Amor a este mundo. Enciende el fuego de Tu Amor en nuestro corazón.  Que Tu Espíritu,  a través de nosotros, lleve la luz de la Resurrección  y de la esperanza al mundo.

 

Oh Dios, que en este Admirable Sacramento,  nos dejaste el Memorial de tu Pasión,  te pedimos nos concedas venerar de tal modo los Sagrados Misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,  que experimentemos constantemente el fruto de Tu Redención.  Tú que vives y reinas,  por los siglos de los siglos.  Amén

 

FRA. ZVONIMIR PAVIČIĆ

Compartir: