Esta madrugada ha fallecido la querida fundadora de la Comunidad Cenáculo, Madre Elvira, Comunidad, que quienes han peregrinado a Medjugorje, tuvieron la oportunidad de conocer más de cerca,  y sobre lo que la comunidad ha hecho y hace en la vida de miles de jóvenes que han sido rescatados del infierno de las adicciones.

Desde la Fundación Centro Medjugorje nos unimos en oración y agradecimiento a Dios por su fecunda vida… y por su nacimiento al Cielo.

A continuación compartimos íntegro el comunicado oficial de la Comunidad Cenáculo:

Saluzzo, 3 de agosto de 2023

«Y cuando digan: “¡Elvira ha muerto!”, ustedes deben cantar, deben bailar y festejar… ¡porque estoy viva! ¡Ay de ti si dices: “Pobrecita…”! ¡No, nada de “pobrecita”! Me voy muy tranquila y feliz y canto… ¡ya estoy cantando! Delante de mi se abrirá algo inmenso… ¡la vida no muere!».

Con estas palabras repetidas a lo largo de los años, Sor Elvira Petrozzi, conocida como Madre Elvira, preparó a sus colaboradores y a los jóvenes de la Comunidad Cenáculo, que ella fundó, para su paso a la vida eterna.

A los 86 años, rodeada de la oración y del cariño de toda la “gran familia” de la Comunidad Cenáculo, Madre Elvira ha regresado serena a la casa del Padre.

Concluyó su peregrinación terrena en la Casa de Formación de la Comunidad Cenáculo de Saluzzo (Cuneo), en via Pagno 115, donde vivió los últimos años de enfermedad, atendida por las Hermanas de la Comunidad. Esta mañana, jueves 3 de agosto de 2023, a las 3:50, rodeada por todas las hermanas de la casa en oración, apenas terminado el canto de la Salve Regina abrió de par en par sus grandes ojos luminosos y se entregó con confianza al abrazo misericordioso del Padre y a la ternura de María Santísima.

Consumida por una vida vivida con extraordinaria generosidad e intensidad en el amor y en el servicio a los pobres y necesitados – especialmente a los jóvenes desamparados y perdidos en las adicciones y en una vida que ha perdido el sentido – y probada en estos los últimos años por la Cruz, Madre Elvira siguió hasta el final, con fe, determinación, valentía y total abandono en Dios, dando testimonio de su inmenso amor por la vida.

Ya durante los días de la Fiesta de la Vida, que tuvo lugar del 13 al 16 de julio, miles de jóvenes, padres y amigos pertenecientes a la “gran familia” de la Comunidad, que habían venido de muchos países para festejar el 40° aniversario de la Comunidad Cenacolo, se reunieron en torno a ella en intensa oración y con profundo cariño, para agradecerle y acompañarla en el paso a la vida eterna.

Después de la Fiesta, una multitud de personas – jóvenes de nuestras fraternidades y misiones, “hijos de la Comunidad”, amigos- se acercó a la Casa de Formación para dar su último adiós, una caricia, un beso, un gracias. La expectativa de su nacimiento al Cielo se ha extendido más allá de todas las previsiones humanas, llenándose de oración y de cariño, y dando emoción y gratitud al corazón de todos aquellos que han podido saludarla y darle gracias, primero que todos los chicos y chicas de las casas de la Comunidad.

Como ha hecho siempre durante su vida, Madre Elvira ha querido entregarse a todos hasta el final, hasta el día del cumplimiento de la promesa del Padre sobre su vida.

Agradezcamos juntos al Señor por esta vida tan preciosa que ha ayudado a tantas vidas a resucitar, a reencontrar la esperanza y las ganas de vivir! El velatorio tendrá lugar en la Casa de Formación de las Hermanas Misioneras de la Resurrección en en via Pagno 115, Saluzzo, donde Madre Elvira ha vivido sus últimos años de vida terrena.

Es posible visitar sus restos mortales desde mañana, viernes 4 de agosto, en los horarios de las 9 a las 12 y de las 14 a las 18.30, hasta la fecha del funeral, que será comunicada cuanto antes. Cada noche a partir de mañana, viernes 4 de agosto, a las 20.30 horas se rezará un Santo Rosario, abierto a todos, en la colina de San Lorenzo en Saluzzo, en el lugar donde nació la Comunidad Cenáculo.

¡Están todos invitados, al recibir esta noticia, a hacer una bonita sonrisa a Madre Elvira y a darle las gracias por su vida vivida en plenitud! ¡Que desde el cielo vele e interceda por nosotros!

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