Ayer, domingo, día 2 de abril, el enviado especial del Vaticano, aprovechó para subir por primera vez a la Colina de las Apariciones acompañado por algunos franciscanos de la Parroquia de Santiago. Rodeado por los peregrinos que estaban allí, Mons. Hoser aprovechó para dirigir a los presentes unas palabras al pie de la blanca estatua de la Virgen en el luminoso día que le recibió.

Compartir: