El día 14 de marzo, aprovechando la estancia del patronato en Medjugorje para la doble celebración, tanto del XII Congreso Iberoamericano como del Retiro Internacional organizado anualmente por los franciscanos, tuvimos la oportunidad de ser recibidos por el nuevo Enviado Especial del Papa en Medjugorje, Mons. Aldo Cavalli.

Sin duda, fue un día alegre para todos nosotros quienes esperábamos con impaciencia que el Papa Francisco enviara a Medjugorje a un nuevo representante tras la partida del añorado Mons. Hoser.

Para tal encuentro, estuvimos presentes Fr. Danko Perutina, como precursor de la Fundación Centro Medjugorje para países de habla hispana; Oriol Vives y Luis Miguel Onieva, como presidente y vicepresidente de la Fundación, respectivamente; Filka Mihalj, como patrón; Cristina Manso, como responsable de relaciones internacionales. Y, finalmente, el P. Inocencio Llamas como asesor espiritual. Sandra Barisic, también patrón de la Fundación, nos acompañó en esta ocasión con la oración.

Desde el inicio, la reunión estuvo presidida por la naturalidad y afabilidad de Mons. Aldo, lo que nos brindó la oportunidad de mostrarle y entregarle un dosier con el origen y misión de la Fundación, las Revistas que editamos y explicarle de forma general nuestros proyectos y deseos. A todo ello, prestó especial atención y trató de atender, una por una, nuestras peticiones.

En un momento dado, Mons. Cavalli señaló: “Estoy contento de esta Fundación, han venido para rezar y formarse”. Y añadió que “es necesario recordar que el Papa está mirando a Medjugorje de forma muy clara, no sólo ha enviado a un obispo como encargado, sino que VIVE con los franciscanos”. Mons. Aldo tuvo palabras de elogio hacia la comunidad franciscana por el modo de ofrecer “una Liturgia muy bien hecha”, concluyendo que “los franciscanos trabajan bien y mucho”.

Tras esta reunión salimos alegres por haber sido recibidos por un padre cordial, lleno de simpatía y con la firme voluntad de cumplir con la misión papal en esta bendecida tierra que es Medjugorje; también nos marchamos muy contentos y con la ilusión de cumplir con las tareas encomendadas por Mons. Cavalli para el buen desarrollo de la Fundación.

Esperamos poder cumplir con estos deseos y seguir trabajando con más ánimos, si cabe, para seguir extendiendo el amor de Jesús por la Humanidad a través de la Virgen María, Reina de la Paz.

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