¡Mi corazón estalla de alegría! Jesús y María me han elegido y me han llamado a ser sacerdote para siempre.  El amor de la Reina de la Paz y sus mensajes me han acompañado en todo momento a lo largo del proceso de formación en la Comunidad Evangelizadora Mensajeros de la Paz.

La presencia maternal de la Virgen María la he experimentado desde pequeño. Recuerdo como mi corazón se llenaba de gozo y le cantaba así: “Tengo en casa a mi mamá, pero mis mamás son dos. En el cielo está la Virgen que es también mamá de Dios. Las dos me quieren a mí, las dos me entregan su amor. A las dos las busco y las llamo, y a las dos las quiero yo.”

Uno de mis sueños era peregrinar a Medjugorje, y en el año 2014, tuve la gracia de haber sido llamado para acompañar con la música, enseñanzas y oraciones a un grupo de peregrinos de Argentina y de otros países de América Latina.  El 2 de noviembre de ese mismo año la Virgen nos decía: “A todos les abro mi Corazón lleno de amor y los bendigo con mis manos maternas. Soy su madre que los comprende…Los necesito a ustedes que han sido iluminados por la luz y que han comprendido la verdad. Los invito a adorar a mi Hijo, para que vuestra alma crezca y alcance una verdadera espiritualidad…”

¡Fue una experiencia maravillosa! ¡Realmente en Medjugorje se unen el cielo y la Tierra! ¡Gracias Madre Mía por haberme llamado y darme la gracia de haber respondido a tu llamado!

Padre Gastón Kitegroski Cemp

www.comunidadmensajerosdelapaz.org

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