Marco Bonafaccia, de 42 años, dirige un grupo de oración que se reúne en la Basílica de Santa Anastasia de Roma. Ha estado en Medjugorje de peregrinación con su esposa y lo tuvimos como invitado en Radio Mir Medjugorje, donde nos habló de su experiencia de Medjugorje y del grupo de oración que dirige. Declaró que vino por primera vez en el año 2002:

 

“Yo tenía relación con Jesús y con el Espíritu Santo, pero nunca le rezaba a la Virgen. Como mucha gente me hablaba de Medjugorje, mi primera visita la hice por curiosidad y tuve la oportunidad de tocar la viva presencia de la Virgen con mis propias manos: eso me cambió y mi fe se convirtió en una fe mariana. A través de María pude entender mucho más de Jesús y del Espíritu Santo. Cuando vine por primera vez yo era muy escéptico pero, tras participar en el programa vespertino de oración, quedé muy impresionado por todos los peregrinos que me rodeaban. Pude ver los planes que la Virgen tenía para mi: me los puso justo delante. Me sucedían cosas extrañas, como encuentros fortuitos y otras cosas que no sabía cómo explicar… Pude tocar la presencia de la Virgen con la mano y sentir que estaba viva y que venía todos los días para cada uno de nosotros.

 

Tras regresar de Medjugorje, todo había cambiado. Comencé a rezar el Rosario, a hablarle a la Virgen como Intercesora de todas las gracias. Mi único deseo era estar aquí -incluso veía por internet el programa vespertino de oración todos los días. Echaba de menos este cielo, este lugar, el silencio, las personas… Pasados 20 días, regresé y me quedé durante un mes y medio para entender mejor lo que sucedía en Medjugorje. Me enamoré de este lugar tras el Festival de la Juventud del 2002. La Gospa me había preparado muchas cosas que pude ir descubriendo con el tiempo.

 

Uno de los grandes milagros que realizaron la Gospa y el Espíritu Santo en mi vida tuvo lugar en el 2011, tras  numerosas peregrinaciones. Por aquel entonces, yo había formado un pequeño grupo de oración: era un grupo de oración carismático. En esos encuentros especiales de Medjugorje, tuve la bendición de poder hablar con Vicka, la vidente. Me dijo que sería estupendo que se fundara un grupo de oración en Roma. Me sorprendió mucho y le dije que lo intentaríamos. En aquel momento, tenía en mis manos el libro de los mensajes de la Virgen. Lo abrí y leí un mensaje de 1984, en el que la Gospa hablaba de la Adoración al Santísimo. Sentí la necesidad de iniciar la Adoración del Santísimo en Roma al estilo de Medjugorje. Fui al Centro de Adoración Eucarística de la Basílica de Santa Anastasia en Roma justo cuando el Director de dicho centro iniciaba la Adoración del Santísimo -este templo lleva abierto 15 años con el Santísimo expuesto. Tras mi visita, me dijo que podíamos organizarlo allí.

 

Escogimos los sábados como día de encuentro, como día consagrado a la Virgen. Tenía claro que Ella quería que se iniciase con la Adoración al Santísimo. En septiembre de 2011 traje a los primeros 50 peregrinos. Como fruto de dicha peregrinación se produjeron muchos milagros -tanto curaciones a nivel físico como espiritual. Todos me dijeron que querían continuar rezando en Roma, de modo que seguimos con las Adoraciones y recibimos inmensas gracias y bendiciones. Todos los sábados vienen más de 500 personas, incluso en agosto, aunque sea época de vacaciones. Estamos a 1 km del Vaticano y somos la comunidad de oración más cercana, por lo que vienen muchos sacerdotes. Se están produciendo numerosas conversiones, muchas personas están descubriendo una vida nueva. Procuro traerlas varias veces al año. Medjugorje es mi nueva vida”, declaraba Marco. También nos comentó que su grupo de oración ha iniciado muchas otras obras de caridad y que en la actualidad colaboran con una Diócesis de Malawi.

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