¿La Virgen se sigue apareciendo en Medjugorje?

Compartir:

Hace 40 años que millones de peregrinos acuden a una vidente que seguiría conversando con María

Peregrinos en Medjugorje
Peregrinos en MedjugorjeFEHIM DEMIREFE

Como él, millones de personas se han plantado en esta localidad cerca de la frontera con Croacia para recuperar una fe perdida o reafirmarla aún más. El tirón de Medjugorje ha levantado no pocas sospechas en Roma. Justo en esta semana se cumplen 40 años de unas supuestas apariciones que arrancaron en la Yugoslavia comunista de 1981, cuando un par de adolescentes aseguraron haber visto una figura luminosa en pleno campo, la silueta de la madre de Jesús que les llama a rezar por la paz. De aquellos infantes, solo Mirjana Dragicevic-Soldo defiende haber continuado sus citas con María una vez al mes prácticamente hasta hace un año. El 18 de marzo de 2020 Mirjana habría mantenido su última conversación con la madre de Jesús. Según los testigos de este encuentro, tras este suceso, la vidente abandonó el lugar llorando y pidió estar sola.

El expediente sobre la veracidad de estos sucesos sigue abierto en manos del obispo polaco Henryk Hoser, nombrado por el Papa Francisco como visitador apostólico en la parroquia de Medjugorje. «Mientras la Iglesia lo estudia, sigue el criterio de la prudencia. Y lo hace con una praxis normal, un análisis y seguimiento. Lo que sucede es que mientras no se terminen los fenómenos no se puede dar ningún veredicto», detalla el padre Agustín Giménez González, asesor en España de la Fundación y director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid.

«Es un lugar donde se nota la presencia maternal de la Virgen, una herramienta de evangelización y conversión. Sin que tú hagas nada, Ella hace algo en ti», explica Onieva con serenidad, alejado de cualquier postureo pseudomístico. «Yo he sido un creyente de toda la vida y sé que los conversos buscan transmitirte con insistencia en todo momento lo que sienten. Yo no soy así, pero es verdad que he experimentado un cambio en mí y en mi entorno. En mi caso, se ha convertido en faro y luz de mi vida», comenta Onieva.

Al igual que sucede con Lourdes y Fátima, hay quien contempla Medjugorje como un negocio a la manera de un parque temático mariano. «Cuando llegas puedes ver el negocio por todos los lados: el hotel, las tiendas, las restaurantes… Es verdad que donde está el hombre está la miseria. Eso puede suceder en el entorno, pero la gente que va, va a rezar y a hacer ejercicios espirituales muy intensos», comenta Paco Rebollo, que se dejó caer por allí con su mujer y sus tres hijas por primera vez en 2013: «Siempre me he considerado creyente, pero llevaba treinta años sin pisar en condiciones en una iglesia. Allí me reafirmé como cristiano, que Dios existía, pero yo dudaba. Pasé de la idea de un Dios castigador a un Dios misericordioso».

Compartir: