Esta noche quedó oficialmente inaugurado el Puente Pelješac que, después de 304 años, volvió a unir el extremo sur de Croacia con el resto del país. Recordemos que, sobre la costa del Adriático, en una longitud de 21 kilómetros, Bosnia y Herzegovina tiene su salida al mar, lo que hace que Croacia geográficamente esté dividida en dos.
Esta es una gran noticia, no solo para el pueblo croata, sino también para los miles de peregrinos que cada año vienen a Medjugorje a través de Dubrovnik. Ya no va a ser necesario cruzar tres fronteras para llegar a este pedazo de Cielo en la tierra. Esto va a facilitar mucho el flujo vehicular, y acortar los tiempos de viaje y las largas esperas en cada paso fronterizo cuando había mucho tráfico. El viaje desde Medjugorje hasta el aeropuerto de Dubrovnik, que solía durar entre 3 y 5 horas, se verá notablemente reducido, lo cual será beneficioso para los peregrinos. Además, quienes viajen a la isla de Badija a los retiros del P. Jozo, llegarán allí en menos de tres horas.
En la ceremonia de apertura ha estado presente toda la cúpula del gobierno croata. El presidente del gobierno, Andrej Plenković, dijo que “se había realizado el sueño croata” y los medios de comunicación titularon que era un “día histórico para Croacia”.
Este puente es uno de los proyectos más grandes de la Unión Europea. Tiene una longitud de 2.404 metros, con dos carriles de tránsito y sus respectivas dársenas para emergencias y 32.5 kilómetros de carreteras de acceso. Este monumental proyecto costó 420 millones de euros, de los cuales la UE aportó 330 millones y se estuvo construyendo durante 4 años, un total de 1.277 días. Tiene 12 pilotes que lo sostienen y un ancho de 23 metros y, desde el fondo del mar hasta la superficie del puente hay 56 metros. Pesa 5 veces más que la famosa Torre Eiffel y se utilizaron en su construcción más de 65.000 toneladas de acero, unos 70.000 metros cúbicos de cemento, más de 19.000 toneladas de armadura y un rosario. Sí, han leído bien: un rosario. El rosario fue incrustado en uno de los pilotes que sostienen el puente. Signo claro de la fe católica del pueblo croata, y de poner en las manos de nuestra Madre, la Virgen María, a todos los que vayan a circular por el Puente Pelješac, llamado así por la península a la que une con el resto del país.
La celebración comenzó a las 20.30 horas para culminar una hora y media después con los fuegos artificiales, al mismo tiempo que se escuchaba la “Oda a la Alegría”, el himno oficial de la UE, y sonaban las campanas de todas las iglesias de la diócesis de Dubrovnik. Minutos antes de la inauguración del puente, sobre las 22 horas, el obispo de la diócesis, Mons. Glasnović bendijo esta obra magnífica de ingeniería.
El Puente Pelješac abre para el tráfico regular a la medianoche de hoy, 26 de julio de 2022. El primer vehículo en cruzar el puente ha sido una Rimac Nevera. Es el primer automóvil diseñado, desarrollado y producido en Croacia. Este Nevera es el primer hipercoche eléctrico del mundo llevado a la producción en serie.
El puente de Pelješac une el cantón de Dubrovnik con el resto de la geografía croata y tiene un rosario en su estructura. Que también nosotros seamos puentes de unión con nuestro prójimo, teniendo el rosario en nuestra mano y rezándolo con el corazón, como nos pide y enseña nuestra Madre, la Reina de la Paz.