Hermanos y hermanas, esta tarde hablaré en francés.

Hoy somos muy numerosos y representamos a la gran familia medjugoriana, familia que está dispersa por todo el mundo.

El pasado jueves estuve en Viena donde participé de la noche de oración medjugoriana en la Catedral de San Esteban. La Catedral estaba abarrotada y eso que la Catedral es más grande que esta Iglesia.

Como familia de Medjugorje en el mundo, tenemos una gran responsabilidad; una de estas responsabilidades es el conocimiento de la Sagrada Escritura, que es una de las 5 piedras de Medjugorje, cada día en la misa la Palabra del Señor se expone aquí en plenitud. Esta Palabra de Dios es el alimento para nuestro corazón. Si cada día siguen la lectura, podrán ver que siempre responde a las situaciones existenciales de cada uno de nosotros. Aquí encontrarán la luz, la luz que ilumina sus tinieblas, la luz que les hace ver el camino, por eso no lo vemos, Jesús dice: cuando se enciende una lampara, es necesario ponerla en un lugar visible, para que así todo el que entra pueda ver la luz.

¿De dónde viene esta luz? En la Sagrada Escritura la palabra “luz” es usada otras 600 veces. El evangelista San Juan es un teólogo de la luz, él explica de dónde viene la “luz” y cómo comportarse con ella.

El Evangelio según San Juan dice que por la Palabra de Dios todo fue creado, sin ella no hay nada, ella es la luz y la luz es la vida de los Hombres. En esta Palabra de Dios, que es Jesucristo, está la luz, está la vida, la vida para los hombres, Juan agrega que la luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no la recibieron.

Nosotros comprendemos que la luz del Señor es más fuerte que la oscuridad. Y esta “luz” que es la vida, es más fuerte que la muerte. Luego, necesitamos comprender bien, que esta luz que nos ilumina, ilumina también la relación entre Dios y nosotros, y entre nosotros y Dios. Esta relación es lo más importante en nuestra vida porque esta es la relación que nos da la vida, nos hace ver qué somos, nos hace ver por qué vivimos, nos hace ver el propósito de nuestra vida, nos dice por qué vivimos.

Esta relación con Dios es la clave de nuestra relación con los demás. Cuánto más fuerte es nuestra relación con Dios, más fuerte será nuestra relación con el prójimo, con aquellos que viven en nuestra casa y aquellos que viven fuera de la casa. Aquellos que interrumpen nuestra relación con Dios están perdidos, estas son personas que no saben de dónde venimos, a dónde vamos y qué hacemos, pues están inmersos en la oscuridad donde hay tristeza, depresión… que les lleva directos al fin de sus vidas.

Esta luz es tan importante que a diario, en cada momento, debemos elegir lo correcto. Somos iluminados por esta luz del Señor, para iluminar a todos a nuestro alrededor. Nosotros compartimos esta luz sobre aquellos que tienen la lámpara que ilumina todo. Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo”, esto dijo a los apóstoles. Los que caminan en la luz no tropiezan porque él es la luz de este mundo. Los que caminan en la oscuridad tropiezan porque no tienen la luz en ellos.

Foto: medjugorje-info.com

Jesús dice que ésta es su Palabra, no es cualquier Palabra. Y les dice caminad de forma que estéis en la luz, para que la oscuridad no os detenga. Aquellos que caminan en la oscuridad no saben a dónde van, hacia donde están caminando.

Esta luz del Señor, hoy en la lectura, nos da la lista de aquello que debemos hacer. Como queda en nosotros iluminar con esta luz, en primer lugar, que es la luz del amor; segundo, no renunciar al bien que puedo hacer; a menudo decimos que no podemos hacer nada, sin embargo, siempre podemos hacer algo, ya sea algo concreto de forma material, un gesto, una palabra, o quizás ofrecer el ayuno por alguien; nosotros podemos dar la luz. No digas a tu prójimo “vete y vuelve mañana” si tienes alguna cosa que puedes darle en el momento hazlo porque Dios ama al que “da” al instante.

¿Cómo podemos iluminar a nuestro alrededor?: no trames el mal a tu prójimo, mientras él vive confiando en ti. Insisto en la necesidad de vivir en la confianza. Es la confianza que se tiene fruto del amplio conocimiento de una persona. Si no cuidamos la confianza de alguien, la perdemos; pues esta confianza que tenemos desde hace mucho tiempo se va en un instante.

No luches sin motivo contra nadie, si no te ha hecho nada malo. No provocar discusiones por nada, por culpa del egoísmo, de la falta de confianza, por las presunciones de alguien, viviendo como un hombre violento irritándose por cualquier suceso. Hay personas violentas que han hecho mucho daño a su prójimo. Al Señor le causa horror el perverso, mientras ama a las personas sencillas. Nosotros podemos ser luz, al menos si acogemos la enseñanza que nos da hoy la lectura del libro de los proverbios, hoy esta Santa Misa la celebramos en unión con una organización que se llama “Ayuda a la Iglesia necesitada” la cual es una gran familia, es conocida también en inglés, en alemán, es una organización que ayuda a la Iglesia que está en dificultad.

Nuestra Iglesia está en peligro, no solamente desde el exterior a causa de la persecución, aunque el cristianismo hoy es la región más perseguida del mundo; la otra dificultad es la crisis interior de la Iglesia, esta crisis viene de la falta de fe en los laicos, sacerdotes y obispos, ellos son los que han perdido la luz a lo largo de su camino, por medio de cosas que son grandes pecados. El gran pecado de los laicos es la apostasía. EL Papa San Juan Pablo II y Benedicto XVI decían que el hombre vive como si Dios no existiera, ellos no están iluminados por una verdadera luz, están en las tinieblas.

Esta dificultad que tiene la Iglesia es un desafío y también la posibilidad de retornar a esa verdadera y auténtica Iglesia. Ustedes saben que las obras humanas vienen del hombre y el hombre ha nacido del polvo y cada uno de nosotros, cada fiel, es como una célula en el cuerpo místico de Cristo; nosotros hacemos que este cuerpo místico de Cristo esté inmerso en la humanidad. Ustedes saben que un cáncer comienza a crecer desde dentro de las células, células que están sanas por el cuerpo, entonces somos nosotros los que vemos las células del cuerpo místico de Cristo, las células que viven la plenitud de la vida.

La Iglesia de Cristo es una familia universal, una familia que está en todo el mundo; Medjugorje se ha convertido en una imagen de esta universalidad de la Iglesia. Yo pienso que los peregrinos que vienen aquí vienen al menos de unos 80 países del mundo, tenemos un maravilloso Festival de Jóvenes en agosto que reunió jóvenes de 72 países, y así nuestra familia medjugoriana debe difundirse por todo el mundo, para hacerse presente en todo el mundo. Nuestra Reina, nuestra Madre es nuestra guía y nos lleva a lo largo de este camino de la luz que está cerca de cada uno de nosotros; y si se acercan y dicen “qué debo hacer”, les envía hacia Cristo.

Ustedes pueden expresar esta devoción mariana cuando están horas delante de la Iglesia ante la estatua de la Virgen, cuando suben el Kricevac donde Jesús ha muerto, cuando pasan horas frente al Cristo resucitado. De este modo bajamos a la fuente de la Iglesia, la Iglesia que nace de Cristo, nacida de su costado atravesado y vemos que la Iglesia es la nueva Eva nacida del nuevo Adán, la personificación de la nueva Eva es la Bienaventurada Virgen María que es la Madre de la Iglesia, el nuevo Adán es Jesucristo que es la cabeza de la Iglesia, estemos orgullosos porque somos cristianos, bajemos a la fuente de la luz, de la vida, así ayudaremos a la Iglesia que está en crisis.

Medjugorje se ha convertido en un lugar donde llega esta renovación de la Iglesia, la resurrección de la Iglesia.

Continuemos caminando a lo largo de este camino de la luz, siguiendo al Señor que nunca se queda en silencio.

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