“¡Hemos contratado arquitectos, estamos construyendo un Medjugorje nuevo!”

De este modo tan entusiasta, el Enviado Especial del Papa Francisco para Medjugorje resaltaba uno de los cambios que se producirán en Medjugorje como resultado de su misión, en la entrevista mantenida con Darko Pavičić para el diario bosnio Večernji list, en el segundo día del año que acaba de empezar.

Señaló, una vez más, que su presencia en Medjugorje obedece a una decisión del Santo Padre, quien lo “envió como visitador apostólico con un papel específico para la parroquia de Medjugorje, enfatizando de este modo la importancia de Medjugorje y su significado”. En otro momento de la entrevista añadió que “la atención del Santo Padre por el desarrollo pastoral que tiene lugar en Medjugorje es muy importante”. Las estadísticas demuestran que aumenta el número de peregrinos que vienen de todo el mundo y que después de su regreso a casa hacen todo lo posible para seguir viviendo en el espíritu y la devoción que encontraron en Medjugorje.

Pavičić resaltó el hecho tan “interesante de que el Nuncio Apostólico en Bosnia-Herzegovina, Monseñor Luigi Pezzuto, eligiera precisamente Medjugorje para enviar un mensaje de paz del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Paz diciendo que estamos en un lugar santo donde veneramos a María como la Reina de la Paz”. Para Mons. Hoser éste es un hecho más que demuestra la preocupación del Santo Padre por el desarrollo de la pastoral […] al comprobar el carácter internacional de Medjugorje y la presencia de numerosos peregrinos que vienen aquí para celebrar el Año Nuevo. “Es una llamada a la paz porque el primer día del Año Nuevo no solo es una importante celebración mariana sino también es el Día Mundial de la Paz, por lo que el Nuncio presentó el contenido del mensaje del Papa Francisco enviado a todo el mundo”.

En su segunda estancia en Medjugorje, que aprovecha para seguir familiarizándome con esta realidad compleja y rica, destacó dos aspectos de su misión: por una parte, el plano espiritual que aquí alcanza una gran profundidad y el segundo punto es el desarrollo material: “la infraestructura actualmente disponible es muy sencilla en comparación con la cantidad de peregrinos no sólo venidos de Bosnia-Herzegovina, Croacia y otros países balcánicos, sino procedentes de todas partes del mundo”.

Ante la pregunta sobre si tiene autoridad de gestión, Mons. Hoser respondió de forma clara que sí tiene “autoridad para actuar aquí, por ejemplo, en relación con las nuevas comunidades en Medjugorje cuya posición aún no se ha institucionalizado y cuya situación no está formalizada. La Santa Sede me ha dado plena autoridad no solo para conocer su situación, sino para actuar o posiblemente aprobar su presencia, siempre que estén en consonancia con las normas de la ley eclesiástica”. Además, señaló la importancia y competencia para fomentar un número suficiente de confesores, establecer un número mínimo de confesores fijos y, por otra, proponer unas bases para los sacerdotes que acompañan a los peregrinos durante la peregrinación.

En cuanto a su relación con el obispo local Mons. Ratko Peric quien, como es sabido está contra el fenómeno de Medjugorje, se supo que antes de Navidad, le había visitado en Medjugorje. Mons. Hoser señaló que su misión “es complementaria […] hay áreas reservadas para el obispo local y otras que competen a mi autoridad y que debo llevar a cabo de acuerdo con el mandato que recibí”.

Por otra parte, señaló la buena colaboración con los hermanos franciscanos que sirven a la parroquia de Medjugorje, valorando su gran experiencia en la guía de santuarios “yo diría que tenemos una cooperación sincera y fructífera”.

Ensalzó el desarrollo de la liturgia y de otras formas de devoción llevada a cabo por los franciscanos que son todas ellas “correctas desde el punto de vista de las enseñanzas de la Iglesia y de los reglamentos litúrgicos”.  Como mejoras a nivel espiritual señaló seguir trabajando en la formación de las catequesis a los peregrinos, congresos, seminarios, retiros, renovaciones espirituales para los sacerdotes, frailes, etc. Y en cuanto a mejoras estructurales dijo que “ya hay un grupo de arquitectos preparando proyectos para cubrir el altar exterior y la construcción de la capilla de Adoración perpetua”. Se trata de desarrollar un espacio para las celebraciones litúrgicas que se cubrirá para preservar a los peregrinos de las condiciones climáticas, el calor en verano y el frío en invierno.

En cuanto a los videntes, afirmó no haberse encontrado con ellos desde la primera de las visitas a Medjugorje, el próximo “encuentro será en un futuro. Hablé con algunos videntes durante la primera visita. Mi función especial no es investigar las apariciones ni el aspecto dogmático de estas apariciones  sino solo la atención pastoral”.

Preguntado por el informe del cardenal Camillo Ruini sobre Medjugorje dijo que no está publicado oficialmente […] así que no puedo comentar el informe. En cambio el informe elaborado por él, enviado el año pasado, fue “un gran informe y fue positivo. Y ahora estoy en condiciones de confirmar el informe del año pasado y ampliarlo con los cambios que he encontrado, los nuevos elementos que he visto y que no había comentado en el último informe”.

Mons. Hoser fue también muy explícito al referirse a la fe del pueblo croata: “La fe es una parte muy poderosa de la identidad del hombre y de la sociedad de los croatas. Para los croatas, la fe católica es un aspecto muy poderoso que ha salvado la existencia de su sociedad durante los últimos siglos que fueron muy difíciles, por ejemplo durante la ocupación turca. Creo que el número de croatas que vienen aquí confirma su apego a la fe católica, tienen una fe profunda y llena de entusiasmo. Esta es la identidad de los croatas, y no solo de Bosnia y Herzegovina, sino también de la República de Croacia y de otros países vecinos, porque los idiomas son similares en Serbia, Eslovenia, etc. Y esa es su denominación común”.

Sobre las similitudes de las apariciones de Medjugorje con las de Ruanda, donde estuvo destinado durante años, afirmó que, “según los videntes en ambos sitios las apariciones comenzaron en 1981; en Medjugorje en junio y en Ruanda en noviembre de ese mismo año. En ambos sitios faltaba la paz. La guerra en los Balcanes fue dura y difícil, y en Ruanda fue una guerra civil, un genocidio, que duró cuatro años y que también tuvo sus trágicas consecuencias”.

Finalmente, el periodista señaló el simbolismo del alojamiento destinado para Mons. Hoser, la antigua oficina parroquial donde el padre Jozo Zovko escondió a los niños y donde también tuvieron lugar diversas apariciones.

Mons. Henryk Hoser concluyó la entrevista con el siguiente mensaje:  “Oremos juntos por la decisión final sobre estos acontecimientos y para que se tome una decisión definitiva mientras nosotros vivamos”.

  • Fuente: vecernji.ba 02/01/2019
  • Autor: Darko Pavičić
  • Traducción: Fundación Centro Medjugorje (Diana Délic)
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