La aparición a Mirjana Dragicević este año fue privada, en familia.

Afuera nos congregamos alrededor de cien personas, la mayoría croata, algunos de habla inglesa, mi amiga y yo de Perú, un grupito de la India y quizá algún peregrino más de otros países.

La aparición fue alrededor de las dos de la tarde, todos los que estábamos afuera permanecimos en silencio, orando… en un  ambiente diferente, no hubo multitud, no tuvimos que ir horas antes.

 La situación mundial que vivimos, hace que también esta aparición haya transcurrido de esta manera; se echó de menos el ambiente que hay durante la espera: rezo del Santo Rosario en diferentes idiomas, cantos…pero tuvo su encanto, fue con recogimiento y silencio.

Al finalizar, salió Micki que siempre acompaña a Mirjana, y nos dijo que en unas horas estaría el mensaje traducido a los diferentes idiomas, y que la Virgen nos había bendecido y también bendijo los artículos religiosos que habíamos llevado.

Eso nos dio gran alegría, pues si bien nosotros no vemos a la Virgen, estamos seguras que Ella sí nos vio, así como todo lo que traíamos en el corazón.

                                                                                                                                                                   Sonia Pacheco (Fundación Centro Medjugorje)

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