Siete puntos para incorporar a nuestra vida espiritual

 

Buen día queridos hermanos, es una alegría encontrarme nuevamente con ustedes, gracias al mensaje mensual de nuestra querida Madre, Reina de la paz.

 

A continuación iré compartiendo contigo las reflexiones que me han suscitado este Mensaje, a la vez que le pido a la Virgen Santísima que interceda por nosotros, para que podamos transformarlo en vida.

 

“… que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre ustedes y les dé la conversión.”

 

Por medio de estas palabras, la Virgen Santísima nos invita a revivir y renovar el espíritu del cenáculo en Pentecostés.  Por mandato de Jesús, ella junto a los discípulos y a un grupo de mujeres, permanecían reunidos en la misma habitación en la que Jesús había instituido el Sacerdocio y la Eucaristía. Pero esta vez estaban reunidos en oración, en obediencia Jesús, esperando la llegada del Espíritu Santo.

 

Esta es una invitación que nuestra Madre nos hace, para permanecer fielmente en el cenáculo de nuestros grupos de oración, orando, sirviendo y pidiendo en cada encuentro que podamos recibir una nueva efusión del Espíritu de Dios.

 

La Reina de la Paz en este mensaje, nos recuerda que sólo el Espíritu Santo nos ayuda a convertirnos diariamente.

 

¿No es acaso lo que les sucedió a los apóstoles que vencieron los temores, las inseguridades y un montón de defectos que les impedían salir del encierro, para proclamar que Jesús había resucitado?

 

¿Y no sucede lo mismo en muchos grupos y comunidades, donde a causa de una oración que por no ser hecha desde lo profundo del corazón, invocando al Espíritu Santo, hace que en nuestros grupos no haya suficiente conversión y fuerza evangelizadora?

 

Sin embargo Nuestra Madre nos anima a orar con confianza, para que no dudemos que si así lo hacemos, el Espíritu Santo hará maravillas en nosotros y a través nuestro.

 

Efectivamente, en estos días en que hemos celebrado el Congreso Internacional de María Reina de la Paz que se realizó en Argentina, hemos experimentado como, a través de la oración en comunidad, el Espíritu Santo ha despertado en todos nosotros un gran anhelo, y es el de seguir dejándonos transformar, para ser las manos de la Virgen en los diversos países donde vivimos.

 

“Abran sus corazones y lean la Sagrada Escritura, para que, por medio de los testimonios, también ustedes puedan estar más cerca de Dios.”

 

Pero no es suficiente orar, no es suficiente pedir el Espíritu Santo… Estos dos pasos previos deben ser acompañados con la actitud consciente y permanente de abrir el corazón, leer y meditar la palabra de Dios y dar testimonio a todos de lo que hemos experimentado y recibido.

 

Esto el Señor nos lo enseña a través de las palabras de los apóstoles Pedro y Juan, en Hechos 4:20, cuando dicen: “Nosotros, no podemos callar lo que hemos visto y oído”.

 

¿Como hicieron estos dos hombres -escasos en conocimiento llenos de inseguridades y temores- para ser los pilares de la en los comienzos de la Iglesia?

 

Yo creo que pudieron hacerlo porque vivieron estos siete puntos que nos enseña Nuestra Madre en este mensaje:

  1. Permanecer junto a ella.
  2. En oración.
  3. En comunidad.
  4. Pidiendo el Espíritu Santo.
  5. Leyendo y meditando la palabra de Dios.
  6. Abriendo diariamente el corazón y la mente a lo que Dios tenía para pedirles.
  7. Y dando testimonio entre todas aquellas personas que aún no habían tenido la experiencia del amor de Dios.

 

Pienso que si tratamos de poner en práctica estos siete puntos, entonces será mucho más fácil vivir lo que la Reina de la Paz nos pide en la última parte del mensaje: “busquen sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejen las terrenales a la tierra, porque Satanás los atrae al polvo y al pecado. Ustedes están llamados a la santidad y han sido creados para el Cielo. Por eso, busquen el Cielo y las cosas celestiales”.

 

¿Qué te parece si a lo largo de este mes, y hasta el próximo 25, nos tomamos tiempo para meditar y tratar de poner en práctica, de manera personal y también en nuestros grupos estos siete puntos?

 

Que la Reina de la Paz te conceda su bendición maternal; y yo te bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Padre Gustavo E. Jamut

Oblato de la virgen María

 

P.D. Si conoces algún joven de 18 a 30 años que necesita hacer un camino de discernimiento vocacional, proyecto de vida y sanación interior, puedes comunicarlo con un hermano de nuestra Comunidad Evangelizadora Mensajeros de la Paz. diegoarmandopaz@hotmail.com

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