Entrevista a Marija por P. Livio

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P. Livio: Buenas tardes Marija

Marija: Buenas tardes padre Livio. Hoy es 25 de marzo, día de gran fiesta, la fiesta en la que la Virgen pronunció el “Sí”, y también día de la aparición extraordinaria, que os explicaré después de leer el mensaje. Esta mañana me he levantado con las letanías cantadas en la colina de las apariciones, por un grupo procedente de un país de Europa del Este, y de esta forma he empezado mi día con alegría en el corazón. Hoy la Virgen nos ha transmitido un mensaje muy bello, que os voy a leer con todo mi corazón:

“Queridos hijos, también hoy estoy con vosotros para deciros: hijos míos, quien reza no le tiene miedo al futuro y no pierde la esperanza. Vosotros habéis sido elegidos para llevar alegría y paz, porque sois míos. He venido aquí con el nombre de Reina de la Paz, porque el diablo quiere la aflicción y la guerra; quiere llenar vuestro corazón con el miedo al futuro; y el futuro es de Dios. Por eso, sed humildes y orad, y dejad todo en manos del Altísimo que os ha creado. ¡Gracias, queridos hijos, por haber respondido a mi llamada!”

P. Livio: Ahora, Marija, explícanos la aparición de hoy, que has definido como extraordinaria.

Marija: Sí, padre Livio, porque hoy, cuando se me ha aparecido la Virgen, era bellísima, como siempre, y esto hace levitar nuestro deseo del Paraíso. Hoy, con este “Sí” de la Virgen, que se ha convertido en madre de nuestro Redentor, tenía el deseo de agradecerle todo ello, no solo por su “Sí”, no solo por su presencia entre nosotros; para mí este momento ha sido muy conmovedor, para decirle a la Virgen: “gracias por tu presencia entre nosotros”. Le he pedido que hiciera que nosotros también podamos pronunciar ese “Sí”, contestar afirmativamente a su llamada, contestar con nuestra vida, con todo nuestro ser, a este gran don que la Virgen nos ha ofrecido. En el momento de transmitir su mensaje, la Virgen ha sido maravillosa: yo estaba llorando de alegría, porque sentía la proximidad del Paraíso, y como siempre he sentido ese deseo tan fuerte de ir con Ella. La aparición de hoy ha sido especial porque normalmente, cuando la aparición cae en un día de fiesta, Ella llega, transmite su mensaje, reza sobre nosotros, nos bendice y se va; en cambio, hoy la Virgen se ha quedado más tiempo, y yo tenía la sensación de que gozaba al quedarse con nosotros, aquí en la tierra, y esto es algo extremadamente raro y me ha provocado una profunda emoción. He sentido que su presencia es una invitación a nosotros para ser santos como Ella, para decir “Sí” con nuestra vida como hizo Ella. El Espíritu Santo actúa a través de nosotros. Por esto la aparición de hoy me ha resultado extraordinaria.

P. Livio: Marija, hoy la Virgen llevaba un traje majestuoso, ¿verdad?

Marija: Sí, siempre que se aparece en un día de fiesta, Ella lleva trajes dorados, y hoy también su traje era muy majestuoso, como bordado en oro.

P. Livio: Marija, yo me acuerdo – porque me lo habéis contado vosotros – que el 25 de marzo la Virgen es feliz porque Ella también ha recibido una gran gracia, ya que ese día descubrió haber sido elegida para algo extraordinario, y la primera vez, el 25 de marzo de 1982, la Virgen bailaba de alegría. ¿Tú te acuerdas de ello?

Marija: Yo no me acuerdo muy bien de ese día, pero sé que habitualmente es un día de gran fiesta. Yo, hoy, rezando el rosario, he ido recogiendo las primeras flores de los campos que hay aquí alrededor de Medjugorje para hacer un ramo de flores de primicias primaverales para Ella. Cuando pensamos en Ella, nos sentimos todos como niños, porque Ella es nuestra gran Madre, nuestro modelo, nuestra estrella que nos ha permitido enamorarnos de Ella y así nos ha llevado a su Hijo Jesús.

P. Livio: Marija, a la Virgen ¿le gustan las flores?

Marija: Miles de veces le hemos regalado flores, y Ella se muestra siempre muy contenta.

P. Livio: Marija, la siguiente es una pregunta inevitable, puesto que ya es la tercera vez, en los últimos meses – octubre, febrero y ahora – que la Virgen habla de guerras y de desorden, y que para evitar todo esto hay que rezar y ayunar. Me acuerdo de que en el mensaje del segundo día de las apariciones, el 26 de junio de 1981, ella hablaba de la paz, pero entonces se refería a la guerra en contra de Dios, y de la paz con Dios. Me parece entender, pues, que en primer lugar hay la guerra contra Dios, que provoca la guerra entre nosotros, así que, si queremos paz en la tierra, debemos reconciliarnos con Dios.

Marija: Es así, exactamente así. Es esto lo que la Virgen nos pide. Es fácil que llegue la guerra, porque el diablo va trabajando: nosotros tenemos un proverbio que dice que el diablo nunca duerme. Incluso hoy en día, que nos parece que hemos progresado mucho, sigue habiendo este peligro, esta inquietud y esta búsqueda del desquite. El hombre se siente fuerte cuando empuña un arma, y se siente seguro. En cambio, si apartamos a Dios, solo obtenemos que se vaya perdiendo el respeto: no sólo por la vida, sino por la propia dignidad de ser humano. El hombre ha llegado a legalizar el asesinato de sus propios hijos, y hablo del aborto. Esto significa que ya no creemos en Dios. Esta pandemia misma, si tuviéramos fe y orásemos, estoy segura que acabaría una vez por todas.

P. Livio: Marija, quisiera hacerte una pregunta algo especial: según tu opinión, ¿debemos temer más al virus o a la guerra?

Marija: Siempre digo que debemos temer más por nuestra alma. ¿Qué es la vida? Un soplo, nada más que un soplo. Si no nos esforzamos en pensar en nuestra alma, empezamos a sufrir angustia, miedo, falta de tranquilidad; luego empezamos la guerra con Dios, y eso es lo peor. Yo estoy convencida de que una persona que reza está en condición de luchar contra cualquier tipo de enfermedad, por grave que sea. Si rezamos, luchamos y ganamos. Sin Dios no tenemos futuro.

P. Livio: Marija, este mensaje de hoy transmite seguridad, fuerza, majestuosidad, pero hay esta frase que me parece muy fuerte: la Virgen dice que el futuro es de Dios, o sea que el futuro no es del mundo, nosotros no podemos establecer el futuro – ni siquiera tenemos en nuestras manos el presente, ¿cómo podríamos decidir el futuro? –. El futuro está en manos de Dios, y la única solución es creer y confiar.

Marija: Así es. Por esto la Virgen nos impulsa a rezar, con humildad. Confiad todos en las manos del Altísimo, que os ha creado. Es necesario que confiemos más en Él. Porque la vida y la muerte están en las manos de Dios.

P. Livio: Marija, Dios es nuestro futuro, nosotros caminamos hacia Dios, esto no se discute. Cuando la Virgen dice que hemos sido elegidos para llevar la alegría y la paz, otros podrían pensar que ellos no han sido elegidos. ¿Tú que les dirías?

Marija: Todos somos elegidos, pero depende de nosotros cómo contestar. La Virgen nos llama a todos, e incluso en el sufrimiento obtenemos la alegría y la paz. ¿Qué quieres que te diga, padre Livio? La Virgen nos llama a la santidad, y ya sabes que los santos son santos y también un poco locos.

P. Livio: Marija, a pesar de las dificultades que nos provoca el virus, con el confinamiento, las restricciones etc., ¿tenemos que hacer un esfuerzo para confesarnos, en estos días de Pascua?

Marija: Yo creo que la confesión, por Pascua, no es una obligación sino una necesidad, para alcanzar la santidad. Santidad, santidad y santidad. Sin santidad no hay humildad. Santidad significa conversión, significa sacramentos, significa no simplemente una buena confesión, sino, a través de esa confesión, empezar una vida nueva, una vida en la gracia.

P. Livio: Ahora, Marija, acabemos nuestra conversación con las habituales oraciones.

TRADUCCIÓN: Equipo traductores de Amor de Déu

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