Entrevista a Marija por P. Livio

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P. Livio: Queridos amigos, aquí tenemos en directo a Marija de Medjugorje que nos comunicará el mensaje de la Reina de la Paz de hoy 25 de marzo 2019, fiesta de la Anunciación.

P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Buenas tardes padre Livio y una feliz fiesta a todos! Un saludo especial a todos los radioyentes. También hoy, como cada 25 de mes, y coincidiendo con la fiesta de la Anunciación y además con el comienzo de la primavera, la Virgen nos ha dado un mensaje muy bello. El mensaje dice así:

“¡Queridos hijos! Este es un tiempo de gracia. Así como la naturaleza se renueva para una vida nueva, también vosotros estáis llamados a la conversión. Decidíos por Dios. Hijos míos, vosotros estáis vacíos y no tenéis alegría, porque no tenéis a Dios. Por eso orad hasta que la oración se convierta en vida para vosotros. Buscad en la naturaleza a Dios que os creó, porque la naturaleza habla y lucha por la vida, y no por la muerte. Las guerras reinan en los corazones y en los pueblos, porque vosotros no tenéis paz y no veis, hijos míos, al hermano en vuestro prójimo. Por eso volved a Dios y a la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada”

P. Livio: Marija, este mensaje parece retomar el tema de la Cuaresma.

Marija: Exactamente. Es una invitación a la conversión. A pesar de que, siendo hoy la fiesta de la Anunciación, yo esperaba un mensaje un poco más festivo digamos. De todas maneras, se veía que era fiesta en el Cielo porque la Virgen ha llegado, ha dado el mensaje y se ha ido, siendo muy corto el tiempo de la aparición. Yo me he sentido un poco celosa de la fiesta que tienen hoy en el Cielo.

P. Livio: ¿Iba vestida de oro?

Marija: Sí, la Virgen ha venido hoy con el vestido dorado, al igual que en todas sus fiestas, ha dado el mensaje muy cuaresmal, pero se la veía muy de fiesta.

P. Livio: Entonces, ¿la aparición ha sido muy corta?

Marija: Sí, la aparición ha durado muy poco.

P. Livio: ¿Sabes porque te hago esta pregunta? Porque la aparición de Mirjana del 2 de marzo también fue muy breve.

Marija: Sí, sí. Hoy ha sido especialmente breve. Aunque en estos días, como yo tengo la aparición a diario, normalmente, está más tiempo con la oración y encomendando a tantas personas que nos lo han pedido. Lo más bonito de todo es que cuando le pedimos a la Virgen orar por algunas personas, lo hace con mucho fervor, y a veces incluso en lengua aramea. Por lo tanto, la aparición dura más cuando la Virgen ora. Hoy ha sido muy corta porque cuando es un día de fiesta como hoy, la Virgen parece tener prisa en volver al Cielo para vivir la fiesta.

P. Livio: Es decir, que la Virgen es muy libre de elegir el tiempo de duración, a veces mucho, a veces poco.

Marija: Es verdad, no depende de nosotros la duración de la aparición. Lo veo en muchas ocasiones. Muchas veces la Virgen respeta también nuestro tiempo. Es muy bello ver que cuando es nuestro cumpleaños y nos acercamos a Ella, nos da un beso, nos abraza, y después nos habla solo un poco de algo más privado para nosotros. Esto nos hace sentir esa fuerte unidad que tenemos con la Virgen y esa felicidad que Ella nos está dando.

P. Livio: Marija, pero tú has tenido a veces apariciones que han durado incluso una o dos horas ¿verdad?

Marija: Sí, es cierto. Una vez yo estaba en una comunidad haciendo unas jornadas de intensa oración y cuando la Virgen se apareció, me dijo que quería orar sobre cada uno de los miembros de esa comunidad. Fue algo maravilloso, en primer lugar, porque en esa comunidad había oración continua y adoración toda la noche. Al estar fuera de Medjugorje era mejor para mí porque en el pueblo estábamos siempre con tantos peregrinos que a veces no sabíamos ni siquiera quien éramos de la fatiga que sentíamos. Durante el día venían peregrinos a nuestras casas y durante la noche o la mañana muy temprano aprovechábamos para orar, dejando solo tres o cuatro horas para dormir. La verdad es que estábamos exhaustos. Pero, de vez en cuando, había alguna comunidad que nos invitaba y en esa ocasión en que yo estaba en esa comunidad, fue un tiempo muy especial con la Virgen. Ella oró con nosotros y por nosotros estando mucho tiempo. Verdaderamente, fue un tiempo de gracia muy grande para mí, por su presencia, pero sobre todo para la comunidad dando mensajes y orando sobre nosotros. Fue algo muy bonito porque yo veía a la Virgen que oraba, pero los consagrados y sacerdotes no sabían cuando la Virgen oraba sobre ellos. La gente se acercaba y yo les tenía que decir “ahora ya puedes ir” cuando la Virgen terminaba. La Virgen oraba en lengua aramea y yo no entendía lo que estaba diciendo. Le pregunté y me dijo que era su lengua materna.

P. Livio: Marija, siguiendo con este tema, creo que ha habido veces en que la Virgen no se ha aparecido. Me acuerdo que durante una semana entera la Virgen no se te apareció y te causó mucha tristeza, ¿verdad?

Marija: Sí. Hubo un periodo en que la Virgen nos pedía sacrificios. A Vicka mucho más, pero también a los demás. Eran para nosotros momentos de gran penitencia y meditación sobre la gracia que era ese tiempo con la Virgen, de esa gracia que Dios nos daba sin haberla ganado. Todavía hoy, de los seis, somos tres los que seguimos recibiendo esta gracia cada día: Iván que está en América, yo que estoy en Italia o en Medjugorje y Vicka que está en Medjugorje o en Croacia debido a la terapia que recibe por la enfermedad de su espalda, lo que le lleva a pasar allí incluso meses. Por este motivo, podemos decir que somos un pueblo privilegiado. Una vez fui con mi hermano a Alemania, donde permanecí un tiempo. También fui a Escocia con el padre Slavko, donde estuvimos en una comunidad. En cada lugar, hubo una gran felicidad y en muchas ocasiones, la Virgen oraba por la comunidad, por alguna persona en concreto de esa comunidad o por alguien de los alrededores y eso fue siempre una gracia muy grande. Me acuerdo que una vez fui a Ibiza, con el padre Paolo de donde él es obispo. También, siguiendo el consejo del papa Juan Pablo II, fuimos a Rusia para rehacer el acto de consagración. Allí vivimos momentos que humanamente podían parecer absurdos, pero a través de la fe, eran momentos de una gran gracia. Recordemos que, durante setenta años, muchas iglesias estuvieron cerradas y en esa ocasión volvieron a abrirse. Yo fui la que llevaba en brazos la imagen de la Virgen al entrar en las iglesias y ¿si supieras, padre Livio, lo que aquello significaba para mí? ¡Sentí tal ternura y emoción esos días! Fueron dos semanas de viaje. Partimos de Viena a Moscú en coche e íbamos de una parroquia a otra viendo cosas increíbles. La Virgen nos había dicho que reconociéramos a todos los hombres como hermanos. Un día, tuve una bellísima experiencia en Ucrania, en aquella época todavía formaba parte de Rusia. Había dos iglesias, una católica y la otra ortodoxa pegadas una a la otra. Había muchísima gente que vino por la aparición y también por la presencia del obispo de Roma. Había muchos sacerdotes, pero la iglesia era demasiado pequeña y había mucha gente enferma y ancianos. Para los jóvenes no importaba si debían estar sentados fuera en el prado. Pero, en un santiamén, sacaron fuera todos los bancos de la iglesia católica y también de la ortodoxa, quitaron una red que había de separación entre las dos iglesias y allí yo vi la unidad de los cristianos. En esos momentos, sentí una felicidad inmensa en mi corazón al ver al pueblo de Dios unido en oración con la Virgen. Se hicieron bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, matrimonios. Estuvimos desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche. Nos sentíamos exhaustos, pero felicísimos. Las iglesias que lucían de nuevo recién pintadas, después de haber servido como almacenes de fertilizante químico, y las familias llevaban de nuevo a los altares, con lágrimas en los ojos, las esculturas de los santos (Santa Ana, San Antonio, etc.) que habían guardado en sus casas durante setenta años.

Livio: Marija, volviendo al mensaje de hoy. Estamos en plena Cuaresma y, por lo tanto, de camino hacia la Pascua. Me impresiona que por tres veces seguidas la Virgen nos habla de la naturaleza. En enero, nos habló de la semilla de la fe y de la esperanza que debemos hacer crecer con el calor de nuestro corazón. En febrero, la Virgen también habló de la naturaleza diciendo que también nosotros nacemos a una vida nueva en el amor de Dios. Este mes, también la Virgen habla de la naturaleza que se renueva, diciendo que la naturaleza lucha por la vida y no por la muerte. Esta referencia a la Pascua, evidentemente es nuestra vida espiritual que debe salir del pecado mortal con la muerte para encontrar la vida nueva, la vida de la gracia.

Marija: Exactamente. Lo más bonito que yo veo en este mensaje es que la Virgen nos da coraje diciendo que debemos luchar al igual que lo hace la semilla para salir fuera de la tierra. Debemos luchar por salir de ese encierro de la fe. Me acuerdo que cuando había el comunismo se decía que la fe debía ser una cosa privada, de familia. En cambio, no es así. Yo no tengo que decir que todos deben ir a la iglesia, pero sí puedo actuar con toda libertad, con la felicidad de demostrar la experiencia que he hecho de Dios. Ahora, en primavera empiezan los encuentros de oración. Tenemos los encuentros que se organizan en Medjugorje, también los llamados “Family Day”. Todo esto, nos ayuda a renovarnos, a fortalecer nuestra fe. Hay muchos cristianos en el mundo que dan su vida por la fe, en cambio en Europa parece que nos hemos vuelto indiferentes. Mueren sí, pero están lejos, y nosotros aquí pensamos que no molestamos a nadie y nos quedamos tranquilos. En cambio, debemos irnos con la idea de lo que la Virgen nos dice hoy, es decir, ir con el corazón abierto, como San Francisco, viendo al prójimo como a un hermano. Era tal el amor que San Francisco sentía por Dios, que quería que todos se acercasen a Él y a la Virgen. También nosotros con nuestra vida, con nuestro ejemplo y nuestro testimonio podemos hacerlo.

P. Livio: Es muy fuerte la frase que la Virgen dice: “vosotros estáis vacíos y no tenéis alegría, porque no tenéis a Dios.”

Marija: Cierto. Tantas veces la Virgen ha dicho que sin Dios no tenemos futuro. ¿Qué nos puede dar el hombre? ¡Nada! El hombre, a pesar de sus diferentes creaciones, no tiene esa creatividad. Hoy en día, el hombre se deja influenciar mucho por los medios de comunicación y se vuelve como una oveja. No tienes más que subirte a un tren y ves que cada uno va por su cuenta usando el ordenador o el teléfono sin tener ningún contacto humano. La Virgen nos pide que nos renovemos, que nos renovemos a una vida nueva, a una vida de conversión. Yo me acuerdo que en los primeros años las personas que venían a Medjugorje no se quedaban indiferentes, sino que cuando volvían a sus casas involucraban a otras personas explicando cómo la Virgen se aparecía, cómo habían pasado toda la noche en la cima de la colina, diciéndoles lo bonito que era, e invitándoles a ir con ellos para que pudieran tener también ellos esta experiencia. Cuando se tiene experiencia de Dios y de la Virgen, experiencia de la oración, cada vez sientes más necesidad de ello. Es como si nuestra alma y nuestro cuerpo no encontraran la paz sin Dios. Nosotros debemos acercarnos a Dios y verle en cada cosa. La Virgen nos dice esta tarde que debemos buscar a Dios en la naturaleza porque allí podemos luchar, amar, crecer… En primavera, ¿Cuantas variedades de color verde podemos distinguir? ¡Parece el Paraíso en la tierra!

P. Livio: Me ha sorprendido esta frase: “La naturaleza lucha por la vida.” Así también nosotros debemos luchar por nuestra conversión, salir de nuestros sepulcros para ser personas vivas en esta Pascua. La conversión es una lucha continua para que venza la vida en nosotros.

Marija: Sí, porque la Virgen nos llama a una vida nueva y en esta vida nueva estamos llamados a dar ejemplo, a dar testimonio y a parecernos cada vez más a Ella. La Virgen era humilde, pero activa. Recordemos el Evangelio en el que, cuando Jesús ya había muerto, María era activa con los apóstoles impulsándoles a orar y llegó el Espíritu Santo. La Virgen había vestido bien a su Hijo, por eso iban a jugarse a los dados el manto de Jesús. Es decir, no lo querían tirar o romper porque era algo valioso. También nosotros debemos vivir y vestirnos dignamente. Tantas veces vemos en África personas que son muy pobres, pero tienen su dignidad. También nosotros, a pesar de nuestras dificultades, preocupaciones, enfermedades, etc. debemos comportarnos dignamente como hizo Jesús porque hemos sido creados a su imagen y quiere que reflejemos con nuestra vida lo que somos. Nosotros somos muy valiosos a los ojos de Dios.

P. Livio: Marija, queremos poner en práctica esta invitación que la Virgen nos hace a la conversión, a la vida nueva diciendo: “Volved a Dios y a la oración.” Si oramos encontramos a Dios, si no lo hacemos, vamos al vacío, a la vida de lo efímero. Es decir, ahora que estamos a mitad de camino de la Cuaresma, debemos hacer un buen examen de conciencia y dedicar algún tiempo del día a la oración.

Marija: La Virgen al principio, cuando era Cuaresma, nos pidió hacer ayuno a pan y agua los viernes, después nos pidió también los miércoles. Nos pedía una renuncia concreta, pero sobre todo al pecado empezando así una nueva vida. Cada uno de nosotros sabe lo que tiene que hacer. Debemos reflexionar en el silencio de nuestra habitación acerca de lo que debemos cambiar, pero al mismo tiempo, con la ayuda de la oración. Yo me acuerdo que muchos días iba a la colina haciendo el Via Crucis ayunando a pan y agua. Yo nunca hice ayuno los cuarenta días, pero comíamos solo verdura y frutas. Entonces éramos jóvenes y nos sentaba bien. Es decir, el ayuno es siempre algo bueno porque nos refuerza, nos purifica. También los médicos de hoy en día dicen que el ayuno dos días a la semana es favorable para el cuerpo ya que siendo una máquina que trabaja, cuando se para, descansa. Cuando Dios creó al hombre hizo el domingo para descansar y orar para estar con Él. Pues con el organismo es igual. La Virgen cuando nos pidió el ayuno, nos dijo que, con el ayuno y la oración, incluso las guerras podríamos detener. Las guerras del mundo, por supuesto, pero también las de nuestro corazón. Por lo tanto, si somos cristianos, cristianos marianos, debemos seguir adelante.

P. Livio: Muchas gracias Marija. Esperemos vencer estas guerras de nuestros corazones para llegar con paz a la Pascua y te encomiendo a todos nuestros enfermos y a toda la familia de Radio María para que pueda vivir una santa Cuaresma.

Marija: Con todo corazón. Yo también escucho Radio María con alegría y le agradezco a Dios que nos haya dado esta gran familia. Es una gracia muy grande, no solo para Italia, sino para muchos países, siendo así las manos abiertas de María.

P. Livio: Gracias de nuevo Marija.

TRADUCCIÓN: Equipo de Amor de Déu
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