28 de febrero de 1998

Saludo a todos los que leerán esta reflexión y que siguen los mensajes de Nuestra Señora. Espero también que este mensaje, que María nos dio el Miércoles de Ceniza, sea un nuevo impulso y un buen comienzo para este tiempo santo y de gracias. Como siempre, quisiera primero recordar el mensaje de Enero. En él, María nos invitaba a mejorar nuestro corazón con la oración a fin de que esté más abierto a la Palabra de Dios y a través de ello, fuera llenado por ella. También nos pidió cuidar que Satanás no pudiera hacer con nosotros lo que él quiera. Pero el punto central fue su recordatorio de que la Misa no debe convertirse en un hábito, sino que debe transformarse en vida. Esto significa que quienes perdonan en casa, se reconcilian y hablan y leen sobre Dios, quienes oran con otros y se dan a los demás, quienes están dispuestos a hablar con ellos, ofrecen palabras de aliento a los que están tristes y llevan palabras de esperanza a los desesperados — todos ellos demuestran que la Misa se ha convertido en su vida. Y es que todo lo que está contenido en la Misa y nos sucede en la Misa debe también, a través nuestro, suceder a los demás — perdón, hablar de Dios y ofrecerse por los demás. Es así, dice María, que creceremos en santidad y tendremos necesidad de la santidad. Así pues, nunca debemos olvidar que o bien nos hacemos santos porque participamos en la Santa Misa o nos quedamos en el mayor de los egoísmos. Esto, porque en la Misa pedimos perdón, escuchamos la Palabra de Dios, rogamos a Quien se ofrece por nosotros y El nos dice una sola palabra y nos sana; pero luego, en nuestra vida, no estamos dispuestos a hacer lo mismo por los demás. Dios nos proteja y nos impida caer en esta clase de egoísmo y nos conceda la gracia de vivir la Santa Misa tal como debe ser y de un modo digno de Dios.

Por el momento, Vicka, Jacov, Mirjana e Ivanka están todos aquí en Medjugorje, mientras que Marija está en Italia e Ivan en los E.U. Ivan deberá volver a fines de Febrero y seguramente también Marija y su familia estarán aquí en algún momento durante la Cuaresma. Creemos que las apariciones continúan para los cuatro y tampoco ha cambiado nada para Mirjana e Ivanka. Ambas tienen su aparición anual y Mirjana tiene un encuentro con María el día 2 de cada mes, durante el cual oran juntas por los no creyentes.

Actualmente tenemos aquí un buen número de peregrinos, aunque todo está tranquilo. Así que la temporada real aún está por comenzar. Según sabemos, un gran número de grupos vendrán en la próxima temporada. Vino un Obispo Auxiliar de Canberra, Australia –Mons. Patrick Power– y ésta es ya la segunda vez que está aquí, aunque la primera vino de incógnito. Esta vez vino junto con peregrinos y en la Misa vespertina del Miércoles de Ceniza nos dirigió unas palabras antes de la bendición. Nos dio su testimonio y expresó su gratitud por todas las buenas experiencias que él, sus peregrinos y los miembros de su familia habían tenido en Medjugorje. Después nos dio su bendición episcopal. Estamos agradecidos por su presencia entre nosotros y esperamos que a partir de ahora vengan más Obispos junto con los fieles.

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Como siempre, nuestra Señora nos dio un mensaje en el que dice…

TAMBIEN HOY ESTOY CON USTEDES

… y éste fue también el último pensamiento que expresó en el mensaje de Enero — que Ella está con nosotros y que intercede ante Dios por nosotros para que podamos cambiar nuestro corazón. Sin embargo, esta repetición debemos entenderla con respecto a la Cuaresma. María estuvo presente a lo largo de la vida entera de Jesús — desde la Anunciación hasta Su Muerte y Su Resurrección. Habría que recordar, para todos los que rezan el Vía Crucis en el Monte Krizevac, que el escultor Carmelo Puzzolo incorporó en sus relieves de bronce algo que los Vía Crucis clásicos no contienen. Normalmente, María es representada tan solo en cuando mucho tres o cuatro de las Estaciones, pero en el Vía Crucis de Carmelo, Ella está presente en todas ellas, excepto en la Agonía en el Huerto de Getsemaní. El artista dice que él descubrió a María aquí en Medjugorje, como la Madre que está siempre presente. No obstante, si Ella hubiera estado presente en Getsemaní, dice Carmelo convencido, la agonía no hubiera sido posible. Así, María está con Jesús por doquier y es fiel. Es así como debemos entender, pues, estas palabras y especialmente si sufrimos o tenemos dificultades. En este tiempo, María nos llama de nuevo a la oración, pero esta vez no sólo a eso sino…

NUEVAMENTE LOS LLAMO A TODOS A QUE SE ACERQUEN A MI POR MEDIO DE SUS ORACIONES

Este es otro criterio por el cual podemos entender nuestra oración y encontrar una razón más para orar. Existe siempre el peligro de que no nos acerquemos más a Dios o a María en la oración, porque no los estamos buscando a Ellos sino que sólo buscamos ayuda y pedimos una solución a nuestros problemas. De este modo, nuestros problemas, dificultades o intenciones se interponen entre nosotros y Dios, entre nosotros y María y, así, no llegamos a encontrarnos con Ellos y nuestro corazón no cambia. Por tanto, a través de la oración, este ‘acercarse’ o ‘estar más cerca’ debiera ocurrir también. Mientras más nos acerquemos a María y a Dios mismo, más paz, gozo, fe y esperanza habrán en nuestro corazón. María además…

DE MODO ESPECIAL, LOS INVITO A LA RENUNCIA EN ESTE TIEMPO DE GRACIA

Sé que en muchos idiomas esta idea de la ‘renuncia’ es de hecho algo negativo, pero eso está equivocado porque es absolutamente algo positivo. Por ejemplo, piensen simplemente en que están trabajando en algo y sus manos están cargadas de cosas y de pronto, inesperadamente, allá en el horizonte, ven a una persona muy amada y a la que extrañan mucho. Lo dejarán todo o sencillamente tirarán las cosas al suelo. Harán a un lado todo lo que les impide correr a esa persona tan amada. Aquí también existe un propósito — hacer a un lado las cosas para poder reunirnos con esa persona. ESTE es el propósito de la renuncia. Representa la libertad en nuestro corazón de las cosas, de las dependencias o de la gente que pudiera impedirnos encontrarnos con Dios o con María. Es en esta libertad y en este amor que podemos encontrarnos con Ambos y luego permanecer cerca unos de otros. Aquí debemos preguntarnos muy específicamente qué es lo que nos impide acercarnos más a Dios o a María y qué nos aparta de los demás. Es eso a lo que debo renunciar para ser libre. Cada uno de nosotros seguramente ya habrá pensado en lo que hará a este respecto durante la Cuaresma, este tiempo de gracia. Es un tiempo de gracia porque a lo largo de él queremos estar especialmente cerca de Jesús sufriente.

HIJITOS MEDITEN

Meditar significa tratar de encontrar el centro de las cosas y en este mensaje, la meditación es o será posible si renunciamos. Quien renuncia, quien practica la renuncia, abandonará todo lo que lo distrae, que lo aparta y por tanto, guarda el equilibrio y busca lo que es central. Todos corremos el peligro de quedarnos en lo superficial, así que tomarnos el tiempo para meditar significa concentrarnos en lo que es importante y, a través de la renuncia, distanciarnos y liberarnos de todo lo que no lo es.

Y VIVAN, POR MEDIO DE SUS PEQUEÑOS SACRIFICIOS

María dice que son nuestros sacrificios, nuestros "pequeños sacrificios", lo que nos ayudarán a vivir…

LA PASION Y MUERTE DE JESUS POR CADA UNO DE USTEDES

De nuevo, si renunciamos y nos liberamos, a través de esas ofrendas y renuncias, descubriremos la Pasión y la Muerte de Jesús.

SOLO SI SE ACERCAN A JESUS, COMPRENDERAN EL AMOR INCONMENSURABLE QUE EL TIENE POR CADA UNO

Aquí de hecho descubrimos el propósito de la Cuaresma, el propósito del Vía Crucis y el propósito de los Misterios Dolorosos del Rosario. Esto de ningún modo significa que sólo debamos pensar en los sufrimientos de Jesús y en todo lo que padeció por cada uno de nosotros, sino más bien que en Su sufrimiento, en Su Cruz y en Su Muerte, descubramos Su amor por cada uno de nosotros. El no salvó al mundo por Su sufrimiento sino por medio de Su amor que estuvo y aún está dispuesto a padecer por nosotros. Alguien escribió una vez que el único amor creíble es el amor crucificado. Todos los que dicen que aman a alguien pero, cuando surgen los problemas y las dificultades, no están dispuestos a ofrecerse ellos mismos, demuestran en tales circunstancias que nunca amaron y no saben lo que es el amor. El amor auténtico, el amor de Jesús, no sólo está dispuesto a sufrir sino también a morir. Cuando descubramos que Jesús realmente nos amó y nos ama de este modo, nuestro corazón será sanado también y estará dispuesto a abrirse a los demás. Por eso, María nos dice…

A TRAVES DE LA ORACION Y LA RENUNCIA ESTARAN MAS ABIERTOS AL DON DE LA FE

La fe significa confiarse a Dios, dejarse guiar por El, permitirle que nos hable y ser más sensibles a Su Palabra. Esta es la fe que todos necesitamos y especialmente cuando sufrimos. Si el corazón se abre a la fe, entonces, al mismo tiempo, se abre al amor. En este mensaje, María subraya…

Y EL AMOR A LA IGLESIA Y A LA GENTE QUE LOS RODEA

Todos nosotros somos Iglesia, pero igualmente la jerarquía entera. Sabemos que en ciertos países y, de algún modo, en todas partes, la Iglesia está siendo atacada y criticada hoy a causa de errores y debilidades que han sido descubiertas en su interior y a las cuales se les da gran publicidad en la prensa. Así, la desconfianza entra en los corazones de los fieles y muchos abandonan la Iglesia, muchos otros ya no desean colaborar con los Sacerdotes, los Obispos y el Papa, aún cuando fueron bautizados como católicos y anteriormente practicaron su catolicismo. Esto no concierne a una crítica sino simplemente a un llamado para que, en esta Cuaresma, pensemos y tratemos todos esos problemas y que, haciéndolo así, podamos crecer en el amor a la Iglesia. Si tenemos éxito en ello también seremos capaces de amar a todas las personas que nos rodean. Al final, María dice…

YO LOS AMO Y LOS BENDIGO

Este es el amor, un amor maternal, que pude conmover nuestro corazón y que, en estos 16 años y 8 meses, ha ayudado a muchos, muchísimos peregrinos a abrirse a Dios y a recorrer un nuevo camino. La bendición de María, siendo una bendición maternal, seguramente nos acompañará y esto, especialmente en este tiempo de Cuaresma. Creo, una vez más, que es importante recalcar aquí que la oración y el ayuno no son un fin en sí mismos, sino más bien el camino o los medios para abrir el corazón a los dones de la fe y el amor que nos son dados por Dios a través de María y que dan sus frutos en nuestro amor a la Iglesia y a toda la gente que nos rodea. Por tanto, es mucho muy importante que durante este tiempo de gracia vivamos realmente de tal modo que nuestros corazones puedan cambiar, que nuestras familias se renueven, que en este año del Espíritu Santo, El se manifieste en verdad a través nuestro. Les deseo a cada uno de ustedes una Cuaresma enriquecedora y en ese espíritu, quisiera orar con ustedes y por todos ustedes.

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Oremos…

Dios, Padre nuestro, Te damos gracias por habernos dado a Tu Hijo, Jesucristo, y haberlo enviado a este mundo como nuestro Mesías, nuestro Salvador y Redentor. Te damos gracias por Su Pasión, Su Cruz, Su Muerte y Su Resurrección. Danos la gracia de poder acercarnos más a El en este tiempo, para que podamos comprender Su amor inconmensurable y que Su amor nos conmueva de tal modo que cambie nuestro corazón. Junto con María, Te pedimos, oh Padre, la gracia y la fortaleza de renunciar a todo lo que dificulta u obstaculiza nuestro caminar hacia Ti, hacia María, hacia la Iglesia y hacia la gente que nos rodea. Te pedimos también la fuerza, oh Padre, de vivir nuestros pequeños sacrificios, a fin de que podamos seguir a Jesús. Danos Tu Espíritu de Sabiduría y Amor para que podamos ser capaces también de meditar y concentrarnos en lo que es importante en la vida y seamos así testigos de Tu amor. Te pedimos, oh Padre, el don de la fe para todos los que la han perdido y especialmente para quienes, a causa del sufrimiento, han perdido la fe y la esperanza. Te presentamos a la Iglesia entera, a todas las personas que en este momento guían a la Iglesia en Tu nombre — el Papa, los Obispos, los Sacerdotes y los miembros de todas las órdenes religiosas. Te presentamos a todos los que han abandonado la Iglesia, a todos los que la critican, la acusan o la atacan. Que sus corazones sean sanados a fin de que la Iglesia pueda cumplir su tarea en estos tiempos. Señor, que todos los pueblos que están en conflicto unos con otros alcancen la gracia de la reconciliación. Por medio de Tu Espíritu sana todo lo que impide esa reconciliación. Danos la gracia de poder sentir Tu amor también a través de María y podamos recibir su bendición. Bendice a nuestros enfermos, bendice a los jóvenes y a todos los que en este momento no creen en Tu amor y misericordia. Bendice a todos los que no creen que todo sucede para bien. Bendice a todos los que no creen en la vida eterna y en la resurrección y que a través del camino del sufrimiento, todos nosotros Te alcanzaremos en Tu gloria. Bendícenos, protégenos y danos la paz. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Fra. Slavko, Medjugorje,
Medjugorje, Febrero 27 de 1998

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