28 de septiembre de 1999

Nuevamente saludo a todos los que siguen los mensajes de María y que ahora meditan sobre el mensaje de este mes. En primer lugar quiero que todos recuerden el mensaje del mes pasado. En agosto María nos llama a adorar a Dios descubriendo la belleza y el amor con el que nos creó y a descubrir Su misericordia hacia todas las criaturas. María nos llama también a renovar la oración de gratitud para que nuestra oración pueda brotar de nuestros corazones al igual que el agua fresca del manantial. Este mensaje no nos dijo nada nuevo, porque ya sabemos todo eso, pero podemos pensar en aquello por lo que María y Mirjana oran el día dos de cada mes: los no creyentes, aquellos que aún no han experimentado el amor de Dios. Esto ocurre cuando muchos cristianos dicen: "Yo creo", y lo que quieren decir es: "Yo sé". T °odo cristiano sabe ciertamente lo que debe hacer, y muchas veces no lo hace porque le falta el amor para hacerlo. Solamente el amor nos puede dar ese impulso necesario para comenzar. No debemos estar en contra del conocimiento, debemos tratar de saber cada vez más, pero el conocimiento solo no es precisamente lo que llamamos fe. Sobre la base del conocimiento, se desarrollan otras dimensiones, como: adorar a Dios, desarrollar una nueva relación hacia Dios, honrar a Dios, admirar la belleza y el amor de Dios a través de toda la naturaleza, descubrir Su misericordia por la que nunca nos rechaza aún cuando seamos pecadores y repitamos los pecados. Siempre nos acepta y así esta gratitud permanecerá y crecerá en nuestros corazones. Cuando vemos y experimentamos todo lo que Dios hace por nosotros, lo que Dios es para nosotros, solo nos queda agradecer y por ello María nos llama, y también las Sagradas Escrituras, a expresar nuestro agradecimiento siempre. María manifestó esto en muchos mensajes. Nuevamente quiero poner énfasis en la profundidad del amor con que todos hemos sido creados. Solamente cuando hayamos comprendido que nuestra vida es un regalo del amor de Dios, un maravilloso regalo de amor creador de Dios, podremos aceptar nuestra vida con amor, amarnos a nosotros mismos como un regalo de Dios y proteger nuestra vida de toda destrucción. Solamente cuando amamos nuestra vida como un regalo de Dios, tendremos la fortaleza para luchar contra el pecado, porque el pecado siempre destruye este don. Así, nos resultará más fácil descubrir la necesidad de recurrir a la Confesión, para pedir perdón y para recibir esa sanación interior. Solamente cuando comprendemos que nuestra vida es un regalo de Dios, aceptaremos a los demás como creaciones maravillosas de Dios. Solo así podemos tener esperanza de que cesen todos los abortos y que sean imposibles de cometer, porque ¿quién querrá destruir este maravilloso regalo de Dios? Del mismo modo, no serán posibles las otras formas de destrucción como las drogas y el alcohol. Lo único que quedará en nuestro corazón es la gratitud, alegría y asombro hacia el amor y el poder creador de Dios. Esto es lo que María quiere: enseñarnos una nueva relación hacia Dios. Acá podemos descubrir la metodología utilizada por María. En los mensajes no habla mucho sobre el pecado y en muchos de ellos dice que Medjugorje se ha convertido en el confesionario del mundo. María quiere encender la luz del amor en nuestros corazones y solo con esta luz podremos reconocer el pecado y arrepentirnos de haber destruido la vida. Es así como nace el deseo de la Confesión, de pedir perdón y la consecuente sanación interior. Nuestro método es algo diferente. Fácilmente criticamos, juzgamos y gritamos y ante esta conducta, los corazones simplemente se cierran y cesa todo el crecimiento espiritual. El método de María es el mejor – tratar de encender el amor en todos los corazones. Tratemos de seguir aprendiendo de María este modo de comportarnos.

Con respecto a los tres videntes que aún tienen sus apariciones diarias, Iván se encuentra en los Estados Unidos, Marija se encuentra en Italia y Vicka no ha hablado con los peregrinos desde hace dos meses a causa de un problema en la garganta, pero esperamos que pronto ella también podrá continuar dando su testimonio. Mirjana, Jakov e Ivanka tienen su encuentro anual con María y Mirjana ora junto con María el día dos de cada mes.

Durante estos meses, hemos tenido cada vez más peregrinos de todo el mundo. En este momento hay peregrinos de Italia, de Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos, Francia, Rumania, Hungría, Polonia, Eslovenia, de la República Checa, Ucrania y también de Corea, Canadá y demás. También en este momento se encuentran aquí entre 450 y 500 sudamericanos que representan a todos los Centros de la Paz y muchos Grupos de Oración que se han estado reuniendo durante algunos años aquí para celebrar el Congreso. El programa consiste en escuchar charlas de los Franciscanos y de los videntes, también hay charlas de personas que han venido aquí con ellos. Luego sigue el programa vespertino en la Iglesia con nosotros. Este Congreso es una buena escuela para todos ellos, ya que les brinda un nuevo impulso a su trabajo. Oremos para que crezcan buenos frutos en los corazones de todos los asistentes.

También quiero mencionar que el lunes pasado, 20 de septiembre, vino el Arzobispo Georg Eder de Salzburgo, Austria. Esta no era su primer visita, pero quiero mencionar su visita porque dijo algo muy importante. Cuando leemos los mensajes de María estos son muy simples y a veces se repiten y no dicen nada nuevo. Pero él nos dijo que a él los mensajes le resultaban difíciles antes de venir aquí, ya que como Teólogo siempre buscaba Teología y Filosofía profunda y no obtenía mucha en los mensajes. Pero a partir de su primer visita a Medjugorje en enero último, acepta los mensajes simplemente y ellos le recuerdan a cómo su madre solía hablarle. El Arzobispo Georg Eder pertenecía a una familia de cinco hermanos y aún recuerda claramente cuán a menudo su madre le decía, "¡Cuántas veces tengo que repetirte las cosas!" Desde entonces, nos dice que estos mensajes son tan hermosos, tan profundos y de gran utilidad para él y que lee un mensaje cada noche y siempre encuentra algo que le recuerda a su propia madre.

HOY LOS INVITO NUEVAMENTE A QUE LLEGUEN A SER PORTADORES DE MI PAZ

Como todos sabemos, no es la primera vez que María nos llama de esta forma. El tercer día de las apariciones, el 26 de junio de 1981, Marija Pavlovic nos dijo que vio a María llevando una cruz y llorando dijo su primer mensaje sobre la paz, "Paz, paz, paz y solo paz. La paz debe reinar entre Dios y el hombre, y entre ustedes mismos. Oren y ayunen y así podrán prevenir la guerra y las catástrofes naturales". A partir del mensaje de ese día, María nos ha llamado a la paz muchas, pero muchas veces. Si leemos los mensajes podremos ver cuántas veces Ella ha repetido este llamado. La paz es el anhelo más profundo del corazón del hombre. Todo lo que el hombre hace, ya sea lo bueno y lo malo, responde a su búsqueda de la paz. Existen dos caminos hacia la paz. El primer camino hacia la paz es el camino que nos mostró Jesús, solo tendremos esa paz cuando nos ofrecemos a los demás por amor, cuando nos amamos los unos a los otros, cuando nos perdonamos unos a otros, cuando nos reconciliamos, cuando nos ayudamos mutuamente, cuando somos buenos y pacientes para con los demás. Esta es la verdadera paz anunciada por los Profetas desde el principio. Pero también existe otro camino, que se percibe como el camino más sencillo hacia la paz en donde la persona desea para sí la paz a costa de los demás. Los falsos profetas siempre anunciaron este camino sencillo sin mencionar el pecado y sin requerir la conversión. Podemos afirmar que a los falsos profetas siempre les resultó más fácil reunir a sus seguidores que a los verdaderos profetas, porque el trabajo en el interior de la persona es siempre difícil y costoso. Desde luego, nosotros queremos decidirnos por el verdadero camino hacia la paz y por la paz a la que nos llama Nuestra Señora. La palabra utilizada en la Biblia para referirse a la paz es SHALOM. Originalmente, esta palabra significaba estar "entero" o estar "intacto". Por lo tanto esta palabra significa mucho más que no estar en guerra o tener un acuerdo que garantiza la paz entre los hombres, significa la plenitud del ser en el sentido físico, mental e inclusive espiritual. Este tipo de paz es el resultado de la cooperación del hombre con Dios, siendo Dios un Dios de la paz. Él desea la paz para nosotros, pero nosotros también debemos decidirnos por la paz. Así, con la gracia de Dios, cooperaremos con Él. Aquel que se abre a Dios mediante la oración y el ayuno, que pide perdón a través de la Confesión, que diariamente lucha contra sus propios impulsos negativos, tendrá la paz. Y solo aquel que tiene paz en su corazón puede das esta paz a los demás. La paz que existe dentro de nuestro corazón fluye hacia la familia, de la familia hacia la Iglesia y de la Iglesia hacia toda la comunidad y el mundo entero. El camino de la paz es difícil y de no ser así, la paz reinaría en el mundo hace mucho tiempo. La tarea más hermosa que se le puede asignar a una persona es llevar la paz y ofrecer la paz a los demás, pero a su vez es la más difícil de todas porque deben morir en nosotros muchas cosas: nuestro egoísmo, envidia y todos los demás aspectos y sentimientos negativos de nuestra personalidad. María es optimista porque está convencida de que nosotros podemos ser portadores de la paz. Estoy seguro de que muchas personas renovarán su decisión por la paz y que hoy mismo estarán dispuestos a perdonar, a amar más, a reconciliarse más fácilmente, porque estas son las condiciones para llegar a la paz verdadera. Luego María nos habla sobre la proximidad de Dios.

DE MANERA ESPECIAL AHORA, CUANDO SE HABLA DE QUE DIOS ESTA LEJOS Y EN VERDAD NUNCA HA ESTADO MAS CERCA DE VOSOTROS

Todos hemos tenido la experiencia de que cuando no nos va bien y tenemos problemas, inmediatamente pensamos que Dios no nos escucha, que no nos ayuda y que por lo tanto está lejos e inclusive ausente. Fundamentalmente, debemos estar conscientes de que Dios está cerca de nosotros, tal como dice san Pablo cuando dice que estamos "en Él y nos movemos dentro de Él". Dios siempre está cerca de nosotros, lo que sucede es que nosotros cerramos nuestro corazón a Él y tomamos distancia. En efecto, cada pecado nos aleja de Dios y constituye un obstáculo para que Dios esté en nuestro corazón. Y si cerramos nuestro corazón a Dios, entonces ciertamente no nos irá bien. Los problemas y las dificultades pueden llegar tan lejos, que la persona en su amargura termina apartando a Dios. Pero los problemas y las dificultades también pueden ayudar a la persona a comprender que no puede vivir sin Dios y así probablemente se abra a Dios. Esta es la oportunidad de toda la humanidad. Cuando nosotros, a través de nuestra actitud de vivir sin Dios, llegamos a un camino sin salida, también estamos listos para dar vuelta rápidamente y así convertirnos. Con respecto a la presencia de Dios, si miramos rápidamente la Biblia, podremos ver que Dios está constantemente presente. Cuando Dios se reveló al profeta Moisés, se identificó como el Dios que conoce a Su pueblo, que conoce los sufrimientos de Su pueblo y que también desea salvar a Su pueblo enviándole a Moisés. La presencia de Dios puede percibirse a través de diferentes signos. Alguien una vez contó las veces que en la Biblia de alguna forma u otra dice "no teman, estoy con ustedes", unas 350 veces. El nombre de Jesús es "Emmanuel" que significa "Dios con nosotros", y esto también significa Su presencia. Jesús eternizó Su presencia al tomar el pan en Sus manos y decir "Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes". En muchas oportunidades Jesús dijo a sus Apóstoles, "Estaré con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos". De manera especial, la presencia de Dios se nos promete a través del Espíritu Santo quien nos conducirá y nos introducirá en la verdad que de otra forma no tendríamos. Dios está con nosotros. Pero en la Santa Eucaristía se nos da el principal elemento, por decirlo de alguna manera, de la presencia de Dios. Nuestra vida cambiará completamente cuando hayamos comprendido que Dios está con nosotros bajo la forma de pan. Al comprender la presencia de Dios en nosotros, el primer fruto será liberarnos de todo temor, porque todos los temores que generalmente vienen de la niñez siempre están relacionados con la ausencia de la persona amada. Cuando una persona amada, el padre o la madre, está ausente, se lleva esta herida durante toda la vida y la persona siempre vivirá con temor. El temor se irá cuando la persona amada vuelve, cuando uno siente, ve y escucha este amor tan necesitado. La experiencia principal de muchas personas hoy, es el temor, viven un temor existencial. Este temor es comprensible porque la persona ha estado alejada de Dios y la sanación interior se producirá solamente cuando abrimos nuevamente nuestro corazón a la presencia de Dios entre nosotros. Si investigamos el fenómeno de Medjugorje, es importante destacar que María constantemente nos invita a que asistamos a la Santa Misa y a la Adoración. Es bueno escuchar que muchos grupos de oración han vuelto a practicar la Adoración. Algunos grupos de oración han organizado Adoraciones permanentes, porque sus miembros están dispuestos a estar en presencia de Jesús durante una hora o más cada semana. La salvación del hombre está ligada a ahondar en la presencia de Jesús, y esto es lo que María quiere que hagamos. Por eso Ella dice, "Cuando adoran a mi Hijo, estoy con ustedes" y en otra oportunidad, "enamórense de Jesús en la Santa Eucaristía". Se refiere a la experiencia de tener a Jesús cerca de nosotros, y de esta experiencia de estar cerca de Dios obtendremos la paz y de la paz podrán crecer todas las demás cualidades positivas. En la Confesión también deberíamos tener una experiencia especial de la proximidad de Dios. La persona que se abre al Sacerdote y a Dios y que dice sus pecados y muestra sus heridas experimentará al Dios omnipresente, que perdona, que sana las heridas y que libera al corazón para estar nuevamente en presencia de Dios. Y así haremos todo lo que podemos para aceptar al Dios omnipresente y para permanecer en Él en todo momento. Luego María dice …

LOS INVITO A QUE, LEYENDO LA SAGRADA ESCRITURA, RENUEVEN LA ORACIÓN EN VUESTRAS FAMILIAS

Tendríamos que contar todos los mensajes para saber cuántas veces María nos llama a hacer esto. La oración en familia es muy importante. Si los padres oran con sus hijos a la noche y a su vez escuchan la palabra de Dios, tendrán la fuerza necesaria para amarse uno a otro durante toda la vida, para perdonarse mutuamente y para vivir en paz con todas las personas. Esta educación continuará a través de las generaciones y traerá consigo el bien a todo nivel. El hecho de que los niños y los jóvenes de hoy tengan tantos problemas y dificultades es un signo de que no han sido introducidos a la presencia de Dios. ¡Existen tantas cosas y situaciones que distraen a los jóvenes y que los pueden alejar de Dios! Es por eso que la tarea principal de los padres no es solamente trabajar para brindar el bienestar material de sus hijos sino también trabajar para que los niños tengan la oportunidad de experimentar el amor de Dios y su proximidad, para que luego ellos siempre elijan el camino que Dios tiene preparado para ellos. Nos es fácil, pero es definitivamente muy importante que pensemos y trabajemos para que esto ocurra. Con esto María también nos promete su propia ayuda. Luego María dice …

Y EXPERIMENTEN EL GOZO EN EL ENCUENTRO CON DIOS, QUIEN AMA INFINITAMENTE A SUS CRIATURAS

También María menciona el amor de Dios en el mensaje del mes de julio, y nuevamente quiero poner énfasis en que nuestra primera intención en nuestras oraciones siempre debe ser experimentar el amor de Dios. Dios nos ama infinitamente, y esta es simplemente la verdad primera en cuanto a lo que se refiere a Dios con respecto a nosotros. Solamente podremos experimentar un verdadero gozo cuando encontramos el amor de la persona que nos ama. Para poder experimentar a la persona que nos ama y el gozo que viene de ese amor, uno debe decidirse a dedicar el tiempo necesario porque sin ello esto sería imposible. La gran gracia que han recibido muchos peregrinos que han venido a Medjugorje es el decidirse a tomarse el tiempo para estar con Dios y para escuchar Su palabra y comentarla con los demás. Y ahora, viendo el mensaje completo, podemos decir que nos prepara para el mes de octubre que también está consagrado a María de manera especial. Por eso Ella nos llama nuevamente a la oración en familia. Esto puede organizarse fácilmente, por ejemplo recitar el Rosario y al mismo tiempo leer textos relacionados con los misterios. Al hacer esto, uno crea una buena oración en familia y al mismo tiempo crea la experiencia de estar cerca de Dios y de vivir la alegría que trae aparejada. Espero y a la vez oro para que Dios nos de a todos nosotros la paz verdadera, para que todos seamos portadores de la paz, para que nos revele Su proximidad, y para que nuestras familias se abran al llamado de María. Así Dios nos dará todas las gracias para que comprendamos que Él es el Dios del amor y de la paz. Entonces oremos…

Dios, nuestro Padre amoroso, en nombre de Tu Hijo, Jesús, Rey de la Paz, junto con María, Reina de la Paz, ahora queremos pedirte que nos reveles Tu presencia, que en todas las cosas experimentemos Tu proximidad. Danos la gracia, a través de Tu presencia, de recibir Tu paz, para que sea posible una buena relación hacia nosotros mismos, hacia los demás, hacia Ti y hacia toda Tu creación. Te rogamos, Señor, sana nuestras heridas, perdona nuestros pecados, líbranos de los malos hábitos y de todo aquello que nos aleja de Tu presencia y que nos impide tenerte en primer lugar en nuestras vidas. Te pedimos, oh Padre, bendice a nuestros padres, a todas las madres y a todos los padres, para que puedan orar con sus hijos y meditar Tu palabra y así la puedan comprender, y tomando Tu palabra adquieran la sabiduría el amor y la fortaleza para sus vidas. Te pedimos en nombre de todos aquellos que se han alejado de Ti y que dicen que eres un Dios lejano, de aquellos que han quedado solos en sus sufrimientos y que en sus corazones llevan su amargura y acusaciones hacia Ti, dales la gracia de abrirse a Tu amor. Bendice a todos los que debido a la falta de amor humano, no creen en Tu amor y que debido a la falta de amor de aquellos que los rodean, no pueden sentir Tu amor hacia ellos. Padre, toca el corazón de Tus hijos que viven en la oscuridad y alejados de Ti para que puedan encontrar el camino hacia Ti a la luz de Tu amor por ellos. Especialmente, te pedimos en nombre de todos los jóvenes que buscan la paz por el camino equivocado y que se están destruyendo, otórgales la paz. Llama nuevamente a todos aquellos que se encuentran en un camino sin salida y que no saben hacia donde ir. Envíales a alguien que les de testimonio de Tu verdadera paz. Padre, danos toda la alegría del encuentro Contigo, Padre amoroso, en la oración. También te pedimos por todos aquellos que están enfermos, por todos aquellos que sufren por causa de la guerra o catástrofes naturales. Envíales a todas estas personas a alguien que les dé paz interior en Tu nombre. Bendícenos Señor, y cólmanos de Tu paz, por Cristo, Rey de la Paz, Amen.

Fra Slavko Barbaric
Medjugorje; Septiembre 28, 1999

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