P. Livio: Queridos amigos, tenemos aquí en directo a Marija de Medjugorje que nos comunicará el mensaje de la Reina de la Paz del día de hoy 25 de enero 2022.

P. Livio: ¡Hola Marija!

Marija: ¡Hola padre Livio! Un saludo cordial a todos los oyentes de Radio María. Hoy, 25 de enero, como cada 25 de mes, la Virgen nos ha dado el siguiente mensaje:

“Queridos hijos: Hoy os invito a regresar a la oración personal. Hijos míos, no olvidéis que Satanás es fuerte y quiere atraer hacia sí mismo cuantas almas sea posible. Por eso, estad vigilantes en la oración y decididos en el bien. Yo estoy con vosotros y os bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

P. Livio: Entonces Marija, esta tarde has tenido la aparición.

 Marija: Sí, como cada tarde, gracias al Cielo, la Virgen también se ha aparecido hoy y nos ha dado un mensaje muy bonito en el cual nos llama a la oración personal.

P. Livio: Marija, quería hablarte precisamente de este punto, porque en estos últimos cuatro mensajes, la Virgen nos dice que debemos volver a la oración. Hoy además ha añadido que debe ser personal, pero de esto hablaremos más tarde. El hecho de que en estos mensajes la Virgen nos invite a la oración, quiere decir que la escuchamos, pero que no lo hacemos. ¿Qué te parece que deberíamos hacer en concreto?

Marija: Verás, en este tiempo, la Virgen ha pedido a nuestro grupo de oración estar más en contacto con la naturaleza, a pesar del frío y así poder sentir esa brisa de oración personal. También al principio de las apariciones, cuando la Virgen nos pidió orar, nosotros intentábamos hacer nuestra oración personal con nuestro grupo de oración y con los mensajes que ella nos daba. Los mensajes han sido siempre muy precisos, como el de hoy que nos llama a la oración personal. Pero me acuerdo que también nos decía que lo hiciéramos con otra persona que nos pareciera antipática, o que no nos gustara tanto del mismo grupo de oración y fuéramos a rezar juntos. La verdad, es que fue una experiencia muy fuerte. Una vez fui con una chica que me parecía antipática, pero era porque no la conocía. Después de haber subido al Krizevac rezando juntas y de haber conversado en la cima, mi opinión sobre ella cambió totalmente. Muchas veces juzgamos a las personas sin conocerlas y creo que esto también puede ser una buena oración personal. Se puede redescubrir la oración de diferentes maneras. Me acuerdo que cuando venían peregrinos de otros países: Italia, España, Portugal, Alemania, Inglaterra… les decíamos que si querían aprender algo de la lengua croata, lo mejor era empezar con el Padrenuestro, Ave María y Gloria. En nuestra lengua hay palabras que tienen varios significados, pero el padre Slavko tomaba siempre la que tenía el significado bíblico que era la más bella y completa para la traducción de los mensajes. Esto ayuda también para hacer la oración personal. Yo me acuerdo mucho de todas las maneras en que, al principio, hacíamos nuestra oración personal. Me acuerdo de las oraciones de santa Brígida, de tantas novenas, devociones, oraciones varias que, ni en una vida entera llegaríamos a conocer. En Medjugorje hay un grupo de oración que va siempre a las colinas y que se extiende cada vez más con el deseo de aumentar siempre la oración. También es una manera de mantenerse en forma, así cuerpo y espíritu van juntos. A veces, se va a pie rezando hacia poblaciones cercanas y es bueno para los pulmones y te hace sentir más vivo.

P. Livio: De todas formas, yo creo que cuando la Virgen habla de oración personal se debe distinguir de la oración espontánea, te explico. Para mí, la oración personal quiere decir que uno habla de tú a tú con Jesús o con la Virgen y abre su corazón haciéndole preguntas, pidiéndole perdón… Es decir, se habla sabiendo que te escuchan. Una vez tú me dijiste que tu madre no te escuchaba como lo hace la Virgen, ¿verdad? Para mí esa era la oración personal, pero cuando vine a Medjugorje aprendí un tipo de oración que no conocía, especialmente en tu grupo. Allí conocí la oración espontánea cuando alguien del grupo hablaba unos minutos mientras los demás escuchaban. ¿Es esta para ti la oración personal, o es algo distinto?

Marija: Seguramente es una oración personal lo que nos hace crecer. Cuando uno consigue expresar una oración delante de otras personas, significa que ya hay un camino recorrido porque ello requiere todo un proceso. A veces se siente vergüenza o inseguridad, como por ejemplo, para leer la Sagrada Escritura delante de los demás y todo eso son pequeños progresos, pequeños escalones que conseguimos subir como crecimiento espiritual y también personal en la fe. Me acuerdo de una experiencia muy bonita cuando una vez, precisamente en enero, la Virgen nos mandó ir al campo y volver con algo que nos hubiera hablado de Dios. Un chico volvió con un ramo grande, otro con un poco de musgo, otro con una pequeña flor, y así cada uno de nosotros encontró alguna cosa. Cuando se apareció la Virgen nos dijo que del mismo modo que habíamos encontrado algo que nos había hablado de Dios en la naturaleza, a pesar de ser riguroso invierno, también en las personas que nos podían parecer pecadoras o alejadas de Dios, podíamos encontrar en su interior algo que les podía ayudar a crecer en el camino de la santidad. Ese fue un descubrimiento muy bonito para todos nosotros. Es decir, aún en las personas más alejadas, podemos encontrar algo bueno.

P. Livio: Marija, hoy en día, vivimos en un mundo en el que parece que Dios no exista. ¿Te parece que pueda existir una persona que nunca sienta la necesidad de rezar? Yo pienso que no puede existir una persona así.

Marija: No lo sé, pero yo creo que en los momentos de dificultad llamamos a Dios o bien con otro nombre pagano, pero, en lo más íntimo del corazón, se le llama. Es como cuando uno muere y no sabemos si en aquel momento aquella persona ha pedido ayuda a Dios o no. Es decir, esto es un secreto, pero yo creo que sí. El ser humano tiene la necesidad de lo sobrenatural y creo que cuando está a solas consigo mismo, habla con Dios. Esto lo descubriremos cuando estaremos en el Paraíso.

P. Livio: Sí, también porque el Espíritu Santo es el primer misionero, es Él que va en busca de los corazones alejados.

Marija: Sí, se dice que el Espíritu Santo sopla como quiere, donde quiere y cuando quiere. Como con Radio María que uno buscaba un canal y le salía siempre ese y se convirtió escuchando esa radio. Son experiencias muy bonitas porque Dios habla de mil maneras. Dios obra a través de la Virgen, a través de los santos, como se sirve también de nosotros pobres pecadores cuando a veces con una pequeña cruz, o con el rosario ponemos una carcoma en el corazón de los que lo ven. También con nuestros testimonios, con nuestro ejemplo de vida hay muchas personas que se acercan a Dios. Yo conozco muchos sacerdotes que encontraron su vocación aquí y muchas personas convertidas después de escuchar los testimonios de estos sacerdotes y el de los videntes y muchas personas curadas, no solamente del alma, sino también del cuerpo.

P. Livio: Sí, no hay duda que para uno que va a Medjugorje, lo que más impresiona, más allá de la parroquia y de la explanada, son los caminos que llevan al Krizevac y al Podbrodo siempre llenos de gente que reza y así, durante cuarenta años. ¡Es realmente una cosa maravillosa! Es decir, es un pedazo de Cielo, ya que quien llega a Medjugorje se pone a rezar. Esta es una gracia especial que no he encontrado en ningún otro santuario, al menos no tan intensamente.

Marija: Yo creo que Fátima es lo que más se parece, también como paisaje. Me acuerdo de cuando yo fui que se va caminando del Santuario a donde se apareció el ángel. Pero en Medjugorje hay más lugares donde los peregrinos pueden ir caminando. Me acuerdo que un sacerdote americano, de un grupo que vino no hace mucho, llevaba un jersey de los que hacen las abuelas aquí en Medjugorje y cuando le dije que me gustaba, me contestó que una mañana en medio del campo había una abuela que estaba haciendo uno, le preguntó si tenía uno para él y ella, a su manera, le dijo que se lo traería a la mañana siguiente. Al día siguiente le trajo un jersey, hecho por ella, con dibujos en blanco y gris ya que se trataba de un sacerdote. Ese sacerdote estaba tan contento que dijo que ese jersey iba a ser su preferido después de su vestimenta sacerdotal. Decía que así cuando la gente le viera con ese jersey y le dijesen lo bonito que era, él podría decir que lo había comprado en Medjugorje y así de este modo podría entablar una conversación acerca del lugar y de lo que aquí sucede. Son tantas las ocasiones que surgen para poder hablar de esto, sobre todo a través de las experiencias personales. La persona que ha venido a Medjugorje y se ha encontrado con Dios y con la Virgen, no puede permanecer callada sino que sentirá en su corazón que debe dar testimonio e involucrar a los demás después de una experiencia así. Nosotros hablamos de Dios y de la Virgen porque los hemos encontrado, porque los amamos con todo el corazón y con toda el alma.

P. Livio: Marija, ¿nos podrías contar cuales eran las oraciones que la Virgen os pedía al principio de las apariciones y si Ella rezaba con vosotros? Cuéntanos algo de los primeros tiempos.

Marija: La verdad es que no sabíamos muchas oraciones. Al principio la Virgen cantaba con nosotros y rezaba con nosotros el Padrenuestro y cuando rezábamos el Ave María la Virgen se quedaba en silencio y muchas veces sonreía. La Virgen estaba siempre muy contenta cuando nosotros rezábamos. La Virgen nos decía que si nosotros rezábamos, Ella podía interceder por nosotros y usar esas oraciones para ayudarnos. Nosotros rezábamos las oraciones tradicionales como el Padrenuestro, Ave María y Gloria, también la Salve Regina, el Angelus etc.

P. Livio: Háblanos de la devoción del rezo de los siete padrenuestros, avemarías y glorias, que además hace poco propusimos aquí en Radio María.

Marija: Los siete padrenuestros, avemarías y glorias empezaron porque esperando a la Virgen rezábamos el Padrenuestro, Ave María y Gloria, uno detrás de otro hasta que llegaba Ella y muchas veces llegaba cuando terminábamos el séptimo. Después ya fue Ella quien nos pidió que lo rezáramos siete veces. También en la iglesia de Medjugorje, cada tarde, después de la Santa Misa, los sacerdotes se arrodillan y rezan el Credo y los siete padrenuestros, avemarías y glorias en agradecimiento a la Virgen por su presencia y para ponernos bajo su protección. Después descubrimos que esa oración era una oración de devoción como lo es la de los siete dolores de la Virgen, pero esto nosotros no lo sabíamos a pesar de que nuestras abuelas ya las rezaban. En estos días se hace la preparación de los terciarios franciscanos y en la parroquia de Medjugorje pueden entrar laicos como terciarios franciscanos y estas personas rezan unas oraciones especiales a san Francisco, a Santa Clara y a otros santos franciscanos. Mi abuela cuando murió le pusieron un cordón franciscano alrededor de la cintura y me acuerdo que cuando era la fiesta ella iba a la iglesia con el cordón puesto para demostrar que ella era terciaria franciscana. La Virgen nos ha ayudado durante estos años a seguir estas devociones, oraciones, novenas, ofrecimientos… También nos enseñó muchas pequeñas oraciones como el acto cotidiano de custodia a la Virgen que podemos hacer cada uno de nosotros. En estos días podemos rezar para que Dios nos dé un buen presidente para el estado italiano del cual hay mucha necesidad.

P. Livio: Estoy de acuerdo ya que la oración hace milagros y de hecho yo le pido, desde hace días, a la Virgen que salga elegida una persona que haga el bien por Italia. Pero ahora Marija quería continuar lo de antes ya que me interesa mucho. Me parece que la Virgen, desde el principio, empezó a rezar el Credo como oración, ¿verdad?

Marija: Sí, pero no solo el Credo, también muchos cantos. Me acuerdo que un canto que nosotros hacíamos a la Virgen decía que Ella era la Reina de nuestro pueblo y todavía ahora, cuando cantamos esa canción, sentimos en nuestro corazón un pequeño estremecimiento de felicidad y de emoción porque nosotros como pueblo, no solamente yo, sino también mis padres, mis abuelos y mis bisabuelos la cantaron con todo el corazón. Cuando se canta este canto, no solamente pones el corazón de todo nuestro pueblo en manos de la Virgen sino mucho más porque tenemos la certeza de que la Virgen es nuestra Madre, nuestra Reina, la protectora de nuestro corazón, de nuestra familia, de nuestro pueblo y del mundo entero.

P. Livio: Es decir, que la Virgen despertó la fe con las oraciones tradicionales para que vosotros las pudierais vivir de nuevo y revivirlas.

Marija: No solamente revivirlas, porque hacer ese canto de consagración a la Virgen frente a Ella, era una cosa inexplicable, una emoción tan grande que no puedo expresar porque es de corazón a corazón.

P. Livio: Marija, pero las jaculatorias son también importantes. Creo que una vez la Virgen dijo que llenáramos el día de pequeñas oraciones, ¿verdad?

Marija: Sí, si. Las jaculatorias se aprenden rezando, poniendo algo tuyo, de tu propio corazón.

P. Livio: La Virgen despertó la fe con las oraciones tradicionales, pero creo que también os exhortó a poneros una pequeña cruz, una medallita, esas pequeñas cosas para que Satanás supiera que le pertenecíais a Ella, ¿verdad?

Marija: Sí, siempre. La Virgen siempre nos ha invitado a llevar algo bendecido. Para nosotros era normal la Sagrada Escritura, el rosario, la alfombrilla para arrodillarnos que nos llevábamos para no ensuciar el vestido o en invierno para evitar el frío de las piedras. Ese, ahora, lo encontramos en las tiendas de souvenirs, de esponja. Me acuerdo que en los primeros años, con el padre Slavko, después de la aparición y antes de la misa se hacían las letanías y con él aprendimos a hacer unas letanías cantadas más modernas, no eran las que se cantaban en los cementerios cuando se hacía la bendición de los cantos que eran más repetitivas. En cambio, las que hacíamos nosotros eran más expresivas para los jóvenes y nosotros estábamos muy contentos de hacer esas letanías con el padre Slavko. Últimamente ha venido un grupo de Polonia en el que son todo hombres, es un movimiento surgido de un sacerdote que, una vez en la colina de las apariciones, durante una aparición tuvo una experiencia mística, oyó a la Virgen y a partir de eso empezó a crear un grupo de oración que después se convirtió en un movimiento en el que cuando un miembro se consagra a este movimiento, cantan un Rosario de una forma muy bonita. Yo la primera vez que les escuché cantar ese Rosario, todos arrodillados, me impresionó mucho. Es decir, la experiencia de unos es una riqueza para otros, como cuando nosotros cantamos en croata el Ave María y gusta tanto a quien lo escucha. Ahora, también aquí a veces antes de la aparición, hacemos el Rosario cantado y yo, a menudo, también lo canto cuando estoy sola en casa mientras hago la limpieza y me da mucha felicidad.

P. Livio: El Rosario cantado debe ser una cosa maravillosa, solo que debe durar al menos una hora.

Marija: Pero no importa padre Livio porque es muy bello. Verás, un día lo grabaré y te lo mandaré. Así te acordarás de todos los cantos que habíamos hecho juntos en la colina de las apariciones cuando tú venías con nosotros.

P. Livio: Sííí, yo hice una grabación de todos esos cantos.

Marija: Son todas esas cosas que nacen del corazón y además se dice que quien canta, reza dos veces. Es decir, el corazón feliz sabe transmitir y yo espero que seamos siempre más y más los que cantemos a la Virgen.

P. Livio: Sí Marija, estoy seguro de que llegará ese momento.

P. Livio: Dime Marija, siento una curiosidad. ¿Cómo canta la Virgen?

Marija: Celestialmente. Cuando Ella canta es algo bellísimo. En los primeros años, la Virgen cantaba con nosotros los cantos que eran tradicionales y que nosotros ya sabíamos y nos gustaban. No se pueden traducir, pero uno de los cantos es parecido al Gloria, gloria, aleluya, pero no con las palabras y música americanas. En la lengua croata, en cambio, es tan bonito, yo diría que es espectacular porque cuando lo cantas es un momento de verdadera adoración, un momento en el que te pones completamente en manos de Dios y le damos Gloria.

P. Livio: Marija, tú has visto el Paraíso, el infierno y el purgatorio. Cuando has visto el Paraíso, ¿has escuchado cantar a los ángeles?

Marija: No, eso fue Vicka. Nosotros lo vimos como mirando por una ventana, como si fuera un vídeo.

P. Livio: Yo pregunté a Vicka si la Virgen cantaba mejor que los ángeles y ella me respondió que el canto de la Virgen era muy superior. Cierto, ¡la Virgen es la Reina de los ángeles!

Marija: Sí, yo pienso que los ángeles se adaptan a Ella porque la Virgen es su Reina y también la nuestra. Yo no sé cuánto sentimos en nuestro corazón esa sensibilidad, pero yo creo que una persona que ama a la Virgen, tiene esa sensibilidad. En cambio, una persona que no ama a la Virgen, no lo puede ni siquiera entender. Yo siempre digo que rezando se aprende a rezar y aumenta la necesidad de estar con Dios. La persona cuanto más ora, siente cada vez más profundamente ese vínculo con Dios, con la Virgen, con los santos, etc.

P. Livio: Marija, podemos lanzar un llamamiento a muchos grupos de oración italianos para que aprendan a cantar el Rosario entero.

Marija: ¡Qué bien! Sí, sí.

Livio: Si tú me mandas la música o una parte, yo lo pongo en la radio y así lo aprenden.

Marija: Perfecto, lo haré. Además no es tan difícil, pero primero lo debemos traducir, porque ahora lo sé solo en croata.

P. Livio: Vale, ya lo haremos. Así, lo podremos difundir en toda Italia.

Marija: ¡Estupendo!

P. Livio: Marija, antes de terminar, dime por favor, unas palabras sobre la oración familiar.

Marija: En los primeros días de las apariciones, la Virgen nos pidió poner la Sagrada Escritura en un lugar visible en nuestras casas. Todos empezamos a hacer un pequeño altar en nuestra casa. No sé si te acuerdas padre Livio que cada sábado por la mañana nuestros padres, sobre todo las madres, salían a bendecir la casa, el establo y todo lo que les pertenecía. Estas costumbres, con las apariciones, se volvieron todavía más importantes. Por ejemplo, me acuerdo que, como novedad, cada vez que se salía de casa, mamá se santiguaba. Como ya sabes padre Livio, aquí hay la costumbre que cuando hay una boda, el sacerdote ata con su estola la mano de los esposos con una cruz entendiendo así que lo que Dios une, no lo puede separar el hombre. Por este motivo, en la habitación matrimonial se pone una cruz por encima del cabezal de la cama. Todas estas costumbres, la Virgen las enriqueció haciéndonos poner la Sagrada Escritura en casa y así también empezamos a poner una estatua de la Virgen, también una de san Antonio, al que tenemos mucha devoción, o del arcángel san Miguel, etc. También poníamos una cajita donde se ponía dinero para los sacerdotes misioneros que venían a veces a concelebrar la misa y nos contaban de su misión y así teníamos un dinero para darles. La Virgen nos pidió rezar los Siete padrenuestros, avemarías y gloria, después una parte del Rosario y más adelante nos pidió el Rosario completo. Siempre era un poco más, pero debo decir que cada familia deseaba hacer alguna cosa. Por ejemplo, mi madre tenía mucha devoción a san Antonio y mi padre, riéndose, le decía que mejor terminar con las gracias de san Antonio, porque ellos estuvieron tres años de su matrimonio sin hijos y después tuvieron seis (se ríe). Mi padre nos enseñó oraciones que había aprendido de sus padres y así cada familia hacía siempre un poco más. Obviamente, hacíamos también las oraciones para nuestros difuntos, para las almas del purgatorio, para los enfermos, para los más necesitados, etc. Por esto, cuando le preguntamos a la Virgen por qué se aparecía en Medjugorje, nos dijo que porque aquí había encontrado todavía un fe viva.

P. Livio: Ciertamente. Bueno Marija, esta tarde hemos dicho cosas muy bonitas, pero creo que hemos llegado al momento de acabar el programa. Gracias por tu testimonio y te encomiendo a toda la familia de Radio María.

Marija: De todo corazón padre Livio.

Compartir: