P. Livio: Queridos radioyentes, tenemos a Marija en directo que nos dará el mensaje del día 25 de junio 2021, cuarenta aniversario de las apariciones de la Virgen en Medjugorje.

P. Livio: ¡Buenas tardes Marija!

Marija: ¡Hola padre Livio! Un saludo a todos los oyentes de Radio María. Aquí en Medjugorje hay muchísima gente, tanta, que nadie se lo esperaba. Estamos celebrando cuarenta años con la Virgen y con gran gozo en el corazón tal como Ella ha dicho en el mensaje que nos ha dado.

“Queridos hijos: Mi Corazón está alegre porque a lo largo de estos años veo vuestro amor y vuestra apertura a mi llamada. Hoy os llamo a todos: orad conmigo por la paz y la libertad, porque Satanás es fuerte y quiere, con sus engaños, alejar de mi Corazón maternal a cuantos corazones sea posible. Por eso, decidíos por Dios para que estéis bien en la tierra que Dios os ha dado. Gracias por haber respondido a mi llamada.”

P. Livio: Es un mensaje que, como a menudo, está lleno de esperanza y de alegría y también de ánimo para nosotros ya que dice que ve nuestro amor y nuestra apertura.

Marija: Es un mensaje muy bello, el cual esperábamos con gran alegría, sobre todo ahora que se cumplen los cuarenta años. La Virgen estaba muy feliz y se ha quedado un buen rato con nosotros. Todo ha sido muy especial. En estos días, aquí en Medjugorje, parecía el Paraíso, sobre todo ayer y hoy que hemos rezado día y noche. Las colinas y la iglesia estaban llenas de peregrinos. Nadie esperaba que hubiesen venido tantos. Una reacción, no solo del pueblo croata, sino de todo el mundo. Eso sí, han venido menos grupos de italianos, de hecho se echaban en falta, estaban solamente los más atrevidos, pero no los grupos organizados.

P. Livio: Sí Marija, yo me he informado y los que han venido lo han hecho por su cuenta porque el Ministerio de Sanidad no permite viajar a Bosnia hasta el 31 de julio, por este motivo, no había grupos organizados. Por lo tanto, creo que a partir de primeros de agosto habrá gran cantidad de italianos.

Marija: Seguramente. Esta tarde había muchos sacerdotes, inscritos había trescientos ochenta y siete, más otros muchos que no estaban inscritos y que han estado confesando día y noche por lo que eran más de cuatrocientos. Es decir, que Medjugorje ha vuelto a estar en su esplendor como en los pasados años. De hecho, para el festival de los jóvenes nos debemos organizar bien porque parece que vendrán predicadores, digamos de alto nivel, por no decir nombres.

P. Livio: Sí, bueno, pero basta que esté la Virgen, porque lo que Ella dice, no lo puede decir otro. He visto las fotos en las que la explanada se ve tan llena, o más que en el festival de jóvenes.

Marija: También ha sido muy bonita la procesión. Esta mañana, me he levantado a las cuatro y media, como cada día de la novena para ir a la colina de las apariciones, aunque había grupos que lo han hecho por un año entero del cual yo formo parte cuando estoy aquí en Medjugorje. A las cinco, la colina ya estaba muy llena, y todavía ahora, desde la ventana, puedo ver las luces de los peregrinos. Algunos van en grupo y otros que se unen a nosotros como el grupo de Radio María. Hoy estaba aquí el director de Radio María de New York transmitiendo. La verdad es que, aquí en Medjugorje, estamos viviendo un momento de Pentecostés después del covid.

P. Livio: Entonces, ¿tú crees que sea una esperanza para todo el mundo?

Marija: Precisamente, leyendo este mensaje, la Virgen por enésima vez, nos pide orar por la paz y la libertad porque Satanás es fuerte. Creo que estas tres palabras son la clave del mensaje. Estamos llamados a ser felices como lo era la Virgen hoy, así como lo estamos también nosotros en estos días, sobre todo porque Ella sigue estando todavía entre nosotros. También, durante la homilía, el sacerdote ha dicho que recemos para que la Virgen se quede con nosotros muchos años más. Que estos cuarenta años sean solo el principio del camino junto a Ella, agradeciéndole a Dios por todo lo que nos está dando.

P. Livio: Marija, tengo una pregunta importante para ti. He visto todos los mensajes que la Virgen te ha dado en estos cuarenta años, es decir, los oficiales de la parroquia, y solamente en nueve ocasiones ha usado la palabra libertad y todas las veces que las ha usado antes del mensaje de hoy, hacía siempre alusión a la libertad interior, la libertad ante de Dios. Pero esta vez en cambio, me parece que la palabra libertad tiene un sentido más importante todavía. Porque la paz es la paz del corazón, pero también la paz de la familia, la paz social, digamos la paz del mundo. Entonces, aquí la palabra libertad junto con la de paz, pienso que la Virgen se refiera a la libertad interior, pero también a la libertad exterior. Es decir, según mi interpretación, Satanás nos quita, obviamente, la libertad interior con el pecado, pero ahora, con el pensamiento único, con los medios de comunicación, con los estados totalitarios, Satanás quiere quitar la libertad religiosa, la libertad de culto, la libertad de la Iglesia, la libertad de enseñanza, la libertad de los padres a enseñar la fe. ¿No te parece que tenga ese significado tan amplio la palabra libertad?

Marija: Para mí, durante este tiempo del covid, con todos los medios de comunicación, cuando lees los periódicos, yo que he vivido el comunismo, me parece como si llegase una dictadura. En Argentina, por ejemplo, todo está cerrado, la gente no puede salir del país. He recibido mensajes de gente que quería venir a Medjugorje en este aniversario, pero les ha sido imposible. Es una dictadura diabólica, por eso la Virgen dice que oremos por la paz y la libertad porque Satanás es fuerte y con sus engaños quiere llevarse todos los corazones que le sea posible. Yo creo que, en este momento, todos los proyectos satánicos a los que nombran como libertad, nos quieren quitar la libertad. Con la palabra de no molestar, aunque yo creo que no molesto a nadie si llevo una cruz, pero con la excusa de no molestar a otros, nos prohíben llevar la cruz, o de hablar o testimoniar nuestra religión y nuestra fe. Por esto, yo creo que la Virgen empieza un nuevo mundo. Esta mañana, hacia las diez, ha llegado a mi casa un hombre con una gaita, acompañado de su esposa con un ramo de rosas, tocando y cantando las canciones de la Virgen. Nos hemos acercado a la imagen de la Virgen poniendo a sus pies las flores y hemos orado juntos (sabes, en estos días, nunca había visto llevar tantas flores a la Virgen). Ese señor ha dicho que venían a dar gracias a la Virgen porque él estaba perdido con la adicción al alcohol, se había separado de su esposa y que hacía cinco años, que aquí en Medjugorje, había empezado una nueva vida. Ahora siente sus manos extendidas con su canto a la Virgen y dando alegría a los demás. ¡Cuántos ejemplos como este hemos tenido aquí en Medjugorje durante estos años! ¡Es fantástico sentir tantas manos extendidas, tanta gente tocada en el corazón por la Virgen y por el buen Dios que han empezado una nueva vida!

P. Livio: En cualquier caso, la Virgen nos pone siempre en guardia de Satanás. Una vez dijo que “siega las almas”, es decir, que quiere alejarnos de la Virgen. Marija, se requiere mucha oración, pero también el discernimiento, el ayuno, los sacramentos, es decir, debemos amarnos por encima de esta presión que Satanás hace a través del mundo. Debemos vigilar mucho la puerta del corazón.

Marija: Sí, nosotros, aquí en Medjugorje, pensamos que este año, a pesar del virus que ha causado tanta confusión y desorden en los corazones, ha sido un tiempo de pararse, un momento de relajación y de oración. Creo que Medjugorje retoma con más fuerza ya que la Virgen no deja de aparecer, no deja de llamarnos, no deja de alegrarse con nosotros preparando un gran proyecto, un proyecto mucho más grande de lo que nosotros podemos pensar. Recordemos que la Virgen dice que Dios le ha permitido estar con nosotros y nos dice continuamente que nos decidamos por Dios para poder estar bien. Hoy en día, hay tantas enfermedades psíquicas y morales porque no se cree en la Providencia. La Virgen nos dice siempre que no debemos preocuparnos para poder estar bien en la Tierra que Dios nos ha dado. Dios nos ha dado esta Tierra y quiere que estemos bien en ella. Dios no quiere el sufrimiento, Dios cura, Dios da alegría, Dios es la felicidad, Dios ha resucitado. Por esto, nosotros debemos creer que Dios resucitado camina con nosotros, que un cristiano no es un hombre muerto, sino un cristiano resucitado con alegría que camina con Dios y Su Madre.

P. Livio: Marija, quiero preguntarte como iba vestida hoy la Virgen. ¿Llevaba el vestido dorado?

Marija: Sí, la Virgen llevaba el vestido dorado y se la veía muy feliz. La Virgen no solamente ha dado el mensaje, sino que además, hemos conversado un poco. Le hemos preguntado varias cosas, una de ellas a través de un obispo de Ucrania, donde ahora hay guerra, y que estaba junto a mí durante la aparición. La Virgen ha orado en arameo, su lengua materna, como suele hacer. Es una oración intensa que nosotros hemos reconocido que era por la paz de ese país y por tantos otros donde hay inquietud y guerra, donde hay vientos de odio. Le hemos pedido que Ella reine en nuestros corazones, en nuestras familias y en el mundo entero. La Virgen, con tanto gozo, ha aceptado nuestras oraciones y peticiones y nos ha dicho que las presentará a su Hijo Jesús.

P. Livio: Es verdad que no es la primera vez que ora en arameo. ¿Se trata realmente de la lengua que Ella hablaba cuando vivía aquí en la Tierra?

Marija: Sí, una vez nos dijo la Virgen que esa era su lengua materna.

P. Livio: Pero Ella también habla croata.

Marija: Sí claro, con nosotros habla croata porque sino no la entenderíamos. Para nosotros, cada vez, en el momento de la aparición, y hoy de manera especial, sentimos algo que no se puede describir. Ver a la Virgen que nos sonríe, que nos ama y verla feliz, nos hace sentir en el Paraíso. Este Paraíso es el que queremos transmitir a todos los oyentes de Radio María. Esa felicidad que nosotros hemos sentido durante la aparición, esa seguridad, esa paz en el corazón que experimentamos estando con Ella, esa paz con Dios y con nosotros mismos. Estamos en las manos de Dios y la Virgen nos protege bajo su manto como cuando una madre tiene en brazos a su hijo. Esto nos hace sentir un gran deseo de ir al Paraíso, pero creo que la Virgen todavía no nos quiere en el Paraíso porque todavía tiene algún proyecto con nosotros.

P. Livio: Sí, claro.

Marija: Nosotros, cuando es el momento de la aparición, tenemos ganas de decirle a la Virgen que nos lleve con Ella porque es demasiado hermoso y no queremos alejarnos de Ella. Es como un pedazo de Cielo que cuando llega nos envuelve, nos toma y nos cubre como si lo hiciera bajo su manto como en un sueño y cuando volvemos a la realidad nos decimos: “Es verdad que estamos viviendo esta gracia, es verdad que la Virgen se aparece a nosotros, es verdad que nos da todos esos mensajes tan bonitos” y sentimos una felicidad inmensa en nuestro corazón. Cada vez decimos que el Señor es grande y misericordioso. El Señor es bueno y nos está dando a Su Madre, la comparte con nosotros. Esto es maravilloso. No basta una palabra, no basta un día, no basta una vida entera para agradecer todos los dones que Dios nos da.

P. Livio: Esta es ya la cuarta vez que la Virgen dice que se puede ser feliz ya aquí en la Tierra a pesar de las cruces, la fatiga y el dolor, pero que, la felicidad del corazón, es un anticipo del Paraíso.

Marija: Sí, exactamente. La Virgen, con su presencia, nos lleva al Paraíso porque Ella tiene una mirada mucho más amplia que la nuestra. Ella lo mira todo con los ojos del Cielo, con una mirada de eternidad a donde quiere llevarnos a todos. Es por esto que, también hoy, hemos hecho la oración de consagración personal para parecernos al corazón inmaculado de María y ser sus manos extendidas en este mundo. Esto nos llena de felicidad porque el Señor nos ha elegido, porque quiere compartir con nosotros la presencia de la Virgen y de modo especial con la parroquia de Medjugorje. En estos días, subiendo la colina, después de la Santa Misa o en la sacristía, muchas personas, incluso con lágrimas, me hablaban con tanta gratitud dando gracias a Dios por todo lo que está haciendo a través de esta pequeña y también pobre parroquia. De hecho, la Virgen nos dijo que había encontrado todavía la fe viva y que por esto estaba aquí. Esta gratitud la hemos sentido también en estos nueve días de la novena que hemos hecho con los diferentes coros de la parroquia de Medjugorje: coros de jóvenes, coros de ancianos, coros grandes, coros pequeños y coros instrumentales. Estamos orgullosos con nuestros coros que han ofrecido su tiempo durante esta novena de los cuarenta años cantando con alegría y dignidad a la Virgen. Todo junto, así como se siente mi voz, es pura felicidad, aunque ahora ya está en el ocaso porque llevo desde la mañana hablando, orando, gozando de esa felicidad en el corazón a pesar del sufrimiento, porque esta mañana he hablado con Vicka que no está bien, Mirjana tampoco y Ivanka no ha podido subir al altar porque le parecía que se iba a desmayar ya que estaba tan emocionada que solo pensarlo le temblaban las piernas. Yo, ayer, durante la novena, rezando el Magnificat, en un cierto punto me paré y tuve que decirle a Ivan que me ayudase. Es una emoción muy grande ver a tantas personas, tantos corazones que cantan, que oran de rodillas, que van a las colinas… ¡Es una cosa increíble! Me parece volver a los primeros años, pero con un número de personas más grande. Estamos todos bajo un efecto de shock positivo. Nadie se esperaba tantos peregrinos presentes, pero también hemos tenido muchos que se han conectado por diferentes medios de comunicación. Hoy, por ejemplo, me he comunicado con croatas que viven en Australia y que están peregrinando por el desierto sufriendo el calor como sacrificio y rezando por las intenciones de la Gospa. También tantas otras personas de Brasil, de Estados Unidos y de muchos lugares, nos han dicho: “Estamos con vosotros”. También las radios, como Radio María que están transmitiendo el mensaje de la Virgen y los programas que se están viviendo aquí en Medjugorje. También, cada mañana, la oración en la colina que un grupo de jóvenes y ancianos han hecho durante un año entero con motivo del cuarenta aniversario, sin importarles la lluvia, el frio, las heladas… pues hoy han decidido continuar durante todo este año de gracia, subiendo de nuevo cada mañana a la colina rezando. Todo esto produce una inmensa felicidad porque sé que cuando se ora por las intenciones de la Virgen, Ella nos da el céntuplo.

P. Livio: Por motivo de la pandemia, el pueblo ha estado vacío durante tantos meses que parece que de la Cuaresma haya pasado a la Pascua.

Marija: Sí, es así. Me parece que la Virgen no ha querido dar tanta importancia a este mensaje a pesar de ser importantísimo. La Virgen no se para y continua viviendo fuerte esta experiencia que Dios le ha permitido.

P. Livio: Sí, pero sabemos que, como ha dicho Vicka a Radio María, ella estará presente con uno de vosotros tres durante todo el tiempo de los diez secretos y después vosotros, al menos aquellos que habrán tenido el décimo secreto, la Virgen se aparecerá hasta el fin de vuestra vida. Por lo tanto, no se puede decir que estas apariciones duren por mucho tiempo, o ¿me equivoco?

Marija: Padre Livio, yo tengo que decir que, en estos días de los cuarenta años y oyendo una cosa y otra, me estaba llenando la cabeza y el corazón pensando en que más podía hacer. En cambio, esta tarde cuando he visto la felicidad de la Virgen he pensado que aunque si no se aparece más, seré feliz porque la Virgen con su presencia nos dado tanta felicidad, que no basta una vida para agradecerle todos los dones que nos da. Pienso en como agradecer mejor a la Virgen por todo el bien que nos ha hecho a pesar de nuestra vida como videntes. Hoy me han dicho que no entienden como aguantamos tanto. Ayer me levanté a las cuatro y media y me acosté a la una y cuarto de la noche y esta noche no creo que vaya a dormir antes de medianoche. Estos días es siempre así. La gente llega pobre, enferma, desesperada y oramos por todos. Es un ir y venir sin parar, incluso los de Medjugorje, porque sienten que la Virgen es suya cuando no hay peregrinos. Y pensar que hay peregrinos que para ellos venir aquí es la peregrinación de su vida, alguno ha vendido incluso su casa para poder venir. Por esto, también para nosotros, los medjugorianos, este tiempo ha sido un tiempo de gracia. Yo he continuado abriendo las puertas de mi casa no solamente a las personas de Medjugorje, sino también a las de los alrededores. Cada mañana, durante la novena, hemos hecho una corona de flores muy bonita para la Virgen y hemos visto que esa corona era también importante y formaba parte de la fiesta al igual que el agua para regarlas. Todas esas pequeñas cosas, se vuelven grandes cosas a los ojos de Dios. Estas cosas forman parte de la sensibilidad del corazón, y cuando hay un corazón sensible, la Virgen trabaja y nos transforma en pequeños santos.

P. Livio: ¡Pequeños santos se vuelven grandes santos! (se ríen)

P. Livio: Marija, me has conmovido con tus palabras porque se ve que llevas dentro del corazón todo lo que nos has transmitido. Es verdad que Medjugorje es la eterna juventud de María que no tiene ocaso. Después de cuarenta años, sigue siendo como en los primeros tiempos. La Virgen es una fuente de paz y de alegría. Me alegra mucho haber podido transmitir este mensaje.

Marija: A mí también me alegra. Por internet también se puede leer una entrevista con el padre Josef, aunque él en estos momentos no está en Medjugorje porque después de la vacuna se sintió mal. En esta entrevista dice que en Medjugorje hay mucha nostalgia; que se repite este deseo de los peregrinos cuando vuelven a sus casas, de regresar aquí de una forma que no sucede en otro lugar. No se trata de una dependencia sino de un deseo que la Virgen pone en nuestro corazón. Aquí, como tú bien dices, es la juventud de la Virgen, bien que Ella ya tenga más de dos mil años. En Ella hay esa belleza, esa frescura, esa alegría, como esta tarde que sus ojos irradiaban esa felicidad, su boca y esa naricita… ¡Hay tanta ternura en Ella! También su velo en la cabeza tan majestuosa, con esa dignidad. Su presencia es esa dulzura que no se puede describir. Cada vez que la veo, pienso que esa presencia no se podrá olvidar jamás, aunque no se me apareciera nunca más, gritaría como una campana para proclamar con todas mis fuerzas cuan grande y bueno es el Señor por haber mandado a Su Madre entre nosotros.

P. Livio: La Virgen participa, con las manos de Dios, de la Gloria de su Hijo, pero nosotros seremos como Ella porque nos trata como hijos suyos. En el Paraíso, después de la resurrección de la carne, seremos imagen de Dios. Este es nuestro destino y debemos pensar en ello. En el penúltimo mensaje, la Virgen dijo: “Caminad junto a Cristo resucitado hacia el Cielo que es vuestra meta.”

Marija: Exactamente. Pero ahora la Virgen nos pide que seamos alegres, cariñosos y que oremos mucho por la libertad y la paz. Nos pide que seamos sus manos extendidas y esto lo podemos hacer con tantas pequeñas cosas. Estos días, yo he dado muchas estampas a los peregrinos. Ayer, Ivan lloraba emocionado contándome como habían hecho el camino por la paz con el párroco y con tantos peregrinos. Es un camino que se hace cada año el día 24 a raíz de la guerra de los Balcanes. El señor Huber, un alemán convertido, durante la guerra llegó con ayuda humanitaria y propuso esa oración por la paz y desde entonces se hace cada año. El punto de salida es el santuario de San Antonio, donde hay un noviciado de frailes, y se camina unos 17 o 18 km. hasta llegar a Medjugorje rezando por la paz. Ayer por la tarde en Čitluk donde está el padre Miro, que es una de las primeras vocaciones de Medjugorje, fueron muchos peregrinos a orar y cantar juntos. Y hoy, como coronación de esta fiesta, la procesión ha salido a las cuatro y media de la mañana desde la colina de las apariciones hasta la iglesia con una alegría de fiesta inmensa. Estos días hace mucho calor aquí en Medjugorje (40º), pero no importa porque hay un entusiasmo muy grande en el corazón de todos. El amor que sentimos hacia la Virgen, nos impulsa más todavía. No hay calor, no hay viento que nos pueda detener. Todo gracias a Dios y a la Gospa.

P. Livio: Muchas gracias Marija por el entusiasmo que nos has transmitido de vivir con María. Ahora digamos juntos el Magnificat para agradecer todas estas gracias que nos ha dado.

TRADUCCIÓN: Equipo traductores Amor de Déu

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